García Caparrós: Familia busca justicia en Argentina tras 47 años de impunidad y espera respuesta del Gobiern o.
El 4 de diciembre de 1977, Málaga fue escenario de una manifestación en demanda de autonomía para Andalucía. En medio de la efervescencia democrática de la Transición, un disparo acabó con la vida de Manuel José García Caparrós, un joven sindicalista. Cuatro décadas y media después, su familia continúa buscando justicia, no solo en España, sino ahora también en Argentina, a través de una querella internacional que busca esclarecer los crímenes del franquismo y la Transición. Este artículo explora la persistente lucha de la familia García Caparrós, los obstáculos que enfrentan en su búsqueda de la verdad y la reparación, y el contexto político y legal que sustenta su reciente iniciativa en Argentina.
- El Asesinato de García Caparrós: Un Símbolo de la Represión en la Transición
- La Querella Argentina: Una Estrategia para la Justicia Internacional
- El Reconocimiento del Gobierno y la Demanda de Desclasificación
- Obstáculos Políticos y la Búsqueda de Apoyo Parlamentario
- La Persistencia de la Lucha: 47 Años en Busca de la Verdad
El Asesinato de García Caparrós: Un Símbolo de la Represión en la Transición
Manuel José García Caparrós, con tan solo 22 años, se convirtió en un símbolo de la represión que aún persistía en los primeros años de la Transición española. Su asesinato, perpetrado por un disparo de la Policía durante una manifestación pacífica, dejó una profunda herida en la sociedad malagueña y andaluza. La versión oficial, en aquel momento, intentó justificar el disparo como un acto de defensa, pero la familia y numerosos testigos siempre han cuestionado esta narrativa, denunciando la falta de una investigación exhaustiva y la impunidad de los responsables. El contexto de 1977 era complejo, marcado por la tensión política, la violencia esporádica y la persistencia de estructuras franquistas en las instituciones del Estado. La muerte de García Caparrós, junto con la de otros jóvenes en manifestaciones similares, evidenció que la transición a la democracia no estaba exenta de violencia y que la impunidad seguía siendo una práctica común.
La falta de una investigación transparente y la ausencia de responsabilidades claras generaron un sentimiento de frustración y desconfianza en la familia García Caparrós. Durante décadas, han reclamado el acceso a los archivos policiales y judiciales, así como la desclasificación de documentos que puedan arrojar luz sobre las circunstancias del asesinato. Sin embargo, sus peticiones han sido sistemáticamente ignoradas o diluidas en procesos burocráticos. Esta situación ha llevado a la familia a explorar otras vías para obtener justicia, incluyendo la presentación de denuncias ante organismos internacionales y la búsqueda de apoyo político y social.
La Querella Argentina: Una Estrategia para la Justicia Internacional
La reciente decisión de la familia García Caparrós de sumarse a la querella que se tramita en Argentina representa un nuevo capítulo en su lucha por la justicia. Esta querella, impulsada por un equipo de abogados especializados en derechos humanos, busca investigar y juzgar los crímenes cometidos durante el franquismo y la Transición, considerándolos como crímenes de lesa humanidad. La elección de Argentina como sede de la querella se basa en el principio de jurisdicción universal, que permite a los tribunales de un país investigar y juzgar delitos graves cometidos en otros países, siempre y cuando exista una conexión con el territorio o la nacionalidad del demandante. La querella argentina se fundamenta en la idea de que la impunidad de los crímenes del franquismo y la Transición constituye una violación de los derechos humanos y que es necesario garantizar el derecho a la verdad, la justicia y la reparación para las víctimas.
La incorporación de García Caparrós a esta querella, como "víctima más" del franquismo, busca ampliar el alcance de la investigación y aumentar las posibilidades de obtener una respuesta judicial. La familia confía en que la justicia argentina pueda superar los obstáculos que han encontrado en España y llevar a los responsables del asesinato de Manuel José a la justicia. La querella se dirige contra quienes "manejaban los entresijos de las instituciones franquistas", es decir, contra aquellos que tomaron las decisiones políticas y militares que llevaron a la represión y la violencia durante la Transición.
El Reconocimiento del Gobierno y la Demanda de Desclasificación
En febrero pasado, el Gobierno español emitió una Declaración de Reconocimiento y Reparación en relación con Manuel José García Caparrós, reconociéndolo como víctima del posfranquismo. Si bien la familia valora este gesto, lo considera insuficiente y lo califica de "eufemismo". Argumentan que el asesinato de García Caparrós no fue un simple acto de violencia aislado, sino parte de una política sistemática de represión y persecución política. Además, la familia denuncia la falta de avances en la desclasificación de documentos relacionados con el caso. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Jesús Montero, anunció en febrero que el Gobierno impulsaría la desclasificación total de la documentación sobre el asesinato de García Caparrós, incluso sin anonimizarla, y que modificaría la normativa interna de acceso a documentación, archivo y registro. Sin embargo, las hermanas de Manuel José denuncian que, meses después, la situación sigue bloqueada y que se han enterado por la prensa de que el propio PSOE no está desbloqueando la situación.
La desclasificación de los archivos policiales y judiciales es fundamental para esclarecer las circunstancias del asesinato de García Caparrós y determinar la responsabilidad de los autores materiales e intelectuales. La familia exige que se levanten los secretos oficiales y que se ponga a disposición de la justicia toda la información relevante. La falta de transparencia en este asunto alimenta las sospechas de que el Gobierno está encubriendo información que podría comprometer a altos cargos de las instituciones del Estado. La familia García Caparrós ha enviado dos cartas al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, solicitando una reunión para abordar este tema, pero aún no ha recibido respuesta.
Obstáculos Políticos y la Búsqueda de Apoyo Parlamentario
La falta de avances en la desclasificación de los archivos y la ausencia de una respuesta del Gobierno han generado un clima de frustración y desconfianza en la familia García Caparrós. Toni Morillas, portavoz adjunta de Con Málaga, denuncia la existencia de una "extraña pinza" en el Congreso entre PP y PSOE, que se negaron a la desclasificación de los documentos. Morillas asegura que, cuatro meses después del compromiso del Gobierno, "nada" se ha hecho y que el asesinato de García Caparrós sigue impune. La falta de voluntad política para abordar este asunto evidencia la persistencia de resistencias dentro de las instituciones del Estado y la dificultad de romper con el pasado. La familia y sus representantes políticos han anunciado que preguntarán en el Congreso por las medidas adoptadas y los plazos tras los compromisos del Gobierno.
La lucha por la justicia en el caso García Caparrós se ha convertido en un símbolo de la lucha por la memoria histórica y la reparación de las víctimas del franquismo y la Transición. La familia y sus aliados políticos están decididos a seguir luchando hasta obtener la verdad, la justicia y la reparación que merecen. La querella argentina representa una nueva esperanza para lograr estos objetivos, pero también plantea desafíos importantes, como la necesidad de superar los obstáculos legales y políticos que puedan surgir en el camino. La persistencia de la impunidad en el caso García Caparrós es un recordatorio de que la transición a la democracia no ha sido completa y que aún quedan heridas abiertas que necesitan ser sanadas.
La Persistencia de la Lucha: 47 Años en Busca de la Verdad
La familia García Caparrós lleva 47 años luchando por la verdad, la justicia y la reparación. A lo largo de estas décadas, han enfrentado obstáculos, decepciones y la indiferencia de las autoridades. Sin embargo, no han renunciado a su derecho a conocer la verdad sobre el asesinato de Manuel José y a exigir responsabilidades a los culpables. Su lucha es un ejemplo de perseverancia y dignidad, y un testimonio del sufrimiento de las víctimas del franquismo y la Transición. La familia insiste en que Manuel José García Caparrós no está solo, y que su caso representa la lucha de miles de personas que sufrieron la represión y la violencia durante décadas. La búsqueda de justicia no es solo una cuestión personal, sino un imperativo moral y democrático.
La familia García Caparrós enfatiza que no puede haber "víctimas de terrorismo de primera y de segunda", y que todas las víctimas merecen el mismo respeto y la misma consideración. Denuncian la falta de sensibilidad y la politización de la memoria histórica, y exigen que se reconozca el sufrimiento de todas las víctimas del franquismo y la Transición. La familia considera que el 50 aniversario de la muerte del dictador Franco no puede conmemorarse sin dar luz a "tanta oscuridad" y sin avanzar en la reparación de las víctimas. Su lucha es un llamado a la conciencia y un recordatorio de que la memoria histórica es fundamental para construir un futuro más justo y democrático.
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