Gila: El humorista que sobrevivió a la Guerra Civil fingiendo estar muerto
(Este párrafo es de introducción.)
El humorista español que sobrevivió a la Guerra Civil haciendo el muerto
Alos 17 años, Miguel Gila se alistó como voluntario en el Quinto Regimiento de Enrique Líster. La guerra lo llevó a una de las experiencias más brutales de su vida cuando fue capturado por el bando franquista y sentenciado a muerte. Gila narró el insólito momento en el que, junto a otros combatientes republicanos, fue llevado ante un pelotón de fusilamiento. Aquella noche, bajo la lluvia y en medio del caos de la guerra, los soldados encargados de la ejecución, ebrios, dispararon sin la voz de mando. Gila cayó al suelo, pero por un milagro o un error de cálculo, no recibió ningún impacto. Su instinto de supervivencia lo llevó a hacerse el muerto hasta que sus verdugos se marcharon.
El desarrollo de su humor en el cautiverio
Tras su captura, Gila fue enviado a diversos campos de concentración, donde en condiciones extremas desarrolló mecanismos que más tarde transformaría en su arte. Incluso compartió cautiverio con el poeta Miguel Hernández, experiencia que reforzó su visión crítica y su sensibilidad. Tras ser liberado, Gila pasó años sobreviviendo con diversos trabajos, pero estaba claro que la comedia era su destino.
El éxito en el humor y el exilio
En los años 50, Gila comenzó a destacar en el humor, creando un estilo único que lo llevó a la fama. Sus monólogos telefónicos, en los que recreaba conversaciones absurdas con personajes cotidianos, se convirtieron en grandes éxitos del humor español. Sin necesidad de insultos ni palabras gruesas, su comedia reflejaba la realidad con un tono absurdo y genial. El exilio lo llevó a Argentina y Venezuela en los años 60 y 70, donde continuó triunfando, hasta regresar a España en los años 80.
El legado de Miguel Gila
Su vida, marcada por el dolor y la supervivencia, nunca perdió la esencia de lo que lo hacía único, su capacidad de encontrar humor en lo más trágico. Miguel Gila falleció en Barcelona a los 82 años, dejando una huella imborrable en la historia de la comedia.
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