Gobierno Disuelve Fondos Fiduciarios por Mal Uso de Fondos Públicos: FONDOTEC y FISU Cierran
El gobierno nacional ha intensificado su revisión de los Fondos Fiduciarios Públicos, una iniciativa que busca optimizar el uso de los recursos estatales y garantizar una gestión más transparente y eficiente. En un contexto de creciente preocupación por la administración de las finanzas públicas, la reciente disolución de dos fondos clave – el Fondo Fiduciario para la Promoción Científica y Tecnológica (FONDOTEC) y el Fondo de Integración Socio Urbana (FISU) – marca un hito en esta política de saneamiento. Esta acción, respaldada por auditorías exhaustivas y evidencia de irregularidades, no solo busca corregir errores pasados, sino también establecer un nuevo estándar de responsabilidad en la gestión de los fondos públicos. El presente artículo analiza en detalle las razones detrás de estas disoluciones, las irregularidades detectadas, y las implicaciones para el futuro de la gestión de los fondos fiduciarios en Argentina.
El Proceso de Revisión y Saneamiento de los Fondos Fiduciarios
La decisión de avanzar con el cierre de FONDOTEC y FISU se enmarca en un proceso más amplio de revisión y saneamiento de los Fondos Fiduciarios Públicos, impulsado por el Ministerio de Economía. Este proceso, iniciado con el objetivo de identificar y corregir deficiencias en la gestión de estos instrumentos financieros, ha revelado un panorama preocupante. Numerosos fondos, creados con propósitos loables, han sido afectados por la falta de controles, la ineficiencia en la asignación de recursos y la ausencia de resultados tangibles. La disolución de 24 fondos hasta la fecha, incluyendo FONDOTEC y FISU, es un claro indicativo de la magnitud del problema y la determinación del gobierno por abordarlo.
El Decreto Nro. 312/2025, que formalizó el cierre de estos dos fondos, representa un paso significativo en la implementación de esta política. La resolución se basa en las conclusiones de auditorías realizadas por la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), que evidenciaron graves irregularidades en la gestión de ambos fondos. Estas auditorías no solo identificaron problemas específicos en la administración de los recursos, sino también debilidades estructurales en los mecanismos de control y supervisión. La transparencia y la rendición de cuentas se han convertido en pilares fundamentales de esta nueva estrategia de gestión pública.
FONDOTEC: Un Potencial Desaprovechado
Constituido en 1990 bajo la Ley N° 23.877, FONDOTEC fue diseñado para impulsar la innovación y la transferencia tecnológica en Argentina. A pesar de su potencial, el fondo se vio afectado por una serie de deficiencias de gestión que socavaron su efectividad. La auditoría de la SIGEN reveló la ausencia de reglamentos operativos claros, la falta de criterios definidos para la evaluación y asignación de recursos, y deficiencias contables significativas. Estas irregularidades, combinadas con una administración financiera ineficiente, impidieron que el fondo cumpliera con sus objetivos.
Los números hablan por sí solos: durante los años 2022 y 2023, FONDOTEC recibió ingresos por más de $28 mil millones, pero solo desembolsó $33 millones. Esta disparidad entre ingresos y gastos, sumada a la falta de indicadores de monitoreo que permitan evaluar su impacto, justificó la decisión de disolver el fondo. La ausencia de un sistema de evaluación riguroso impidió determinar si los recursos asignados estaban generando los resultados esperados, lo que dificultó la justificación de su continuidad. La falta de transparencia en la asignación de fondos también generó sospechas sobre posibles conflictos de interés.
FISU: Irregularidades en la Urbanización de Barrios Populares
El Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), creado en 2019 para promover la urbanización de barrios populares, también fue objeto de una auditoría exhaustiva por parte de la SIGEN. Los resultados revelaron una serie de irregularidades, incluyendo contrataciones sin procesos adecuados, la asignación de obras a cooperativas sin antecedentes, la compra de terrenos contaminados y demoras significativas en la ejecución de los proyectos. La falta de monitoreo efectivo agravó aún más la situación, impidiendo la detección temprana de problemas y la implementación de medidas correctivas.
La situación de FISU se vio agravada por la reducción de su asignación de recursos, impulsada por el Decreto N° 193/2024, que limitó al 1% la asignación del Impuesto País. Además, la pérdida de vigencia del Impuesto País en diciembre de 2024 privó al fondo de una fuente importante de financiamiento. Ante la falta de resultados concretos y el mal uso de los fondos públicos, la disolución del FISU se convirtió en una medida inevitable. Sin embargo, el gobierno ha asegurado que la Subsecretaría de Integración Socio Urbana (SISU) continuará trabajando en la urbanización de barrios populares, con una partida presupuestaria destinada específicamente a este fin.
Implicaciones y Perspectivas Futuras
La disolución de FONDOTEC y FISU tiene implicaciones significativas para el futuro de la gestión de los fondos fiduciarios en Argentina. Estas acciones demuestran la determinación del gobierno por erradicar la corrupción y la ineficiencia en la administración de los recursos públicos. La implementación de controles más rigurosos, la exigencia de mayor transparencia y la evaluación constante de los resultados se han convertido en prioridades clave. La SIGEN jugará un papel fundamental en este proceso, actuando como garante de la legalidad y la eficiencia en la gestión de los fondos.
La asignación de una partida presupuestaria a la SISU para continuar las obras correspondientes al FISU es un ejemplo de cómo el gobierno busca garantizar la continuidad de los proyectos importantes, al tiempo que corrige las deficiencias de gestión. Esta estrategia permite evitar la interrupción de las obras y asegurar que los recursos públicos se utilicen de manera eficiente y transparente. La experiencia adquirida con la disolución de FONDOTEC y FISU servirá como lección para la gestión de otros fondos fiduciarios, permitiendo identificar y corregir problemas antes de que se conviertan en crisis.
El gobierno nacional ha reafirmado su compromiso con una gestión pública más eficiente, transparente y orientada al bienestar común. La disolución de FONDOTEC y FISU es un paso importante en esta dirección, pero aún queda mucho por hacer. La implementación de políticas públicas sólidas, la capacitación del personal y la participación ciudadana son elementos clave para garantizar una gestión responsable y eficaz de los recursos públicos. La transparencia y la rendición de cuentas deben ser la norma, no la excepción.
El Rol de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN)
La Sindicatura General de la Nación (SIGEN) ha emergido como un actor central en el proceso de revisión y saneamiento de los Fondos Fiduciarios Públicos. Sus auditorías exhaustivas y detalladas han sido fundamentales para identificar las irregularidades y deficiencias de gestión que llevaron a la disolución de FONDOTEC y FISU, y de otros 22 fondos previamente. La SIGEN no solo ha detectado problemas específicos en la administración de los recursos, sino también debilidades estructurales en los mecanismos de control y supervisión.
El trabajo de la SIGEN se basa en la aplicación de normas y procedimientos rigurosos, y en la independencia técnica y funcional. Sus informes son públicos y transparentes, lo que permite a la ciudadanía acceder a información relevante sobre la gestión de los fondos públicos. La SIGEN también ha propuesto recomendaciones para mejorar la gestión de los fondos fiduciarios, incluyendo la implementación de sistemas de control interno más efectivos, la capacitación del personal y la exigencia de mayor transparencia en la asignación de recursos. La SIGEN continuará desempeñando un papel fundamental en la supervisión de los fondos fiduciarios, garantizando que se cumplan los estándares de legalidad y eficiencia.
Artículos relacionados