Golpe a Putin en el Mediterráneo: Rusia pierde bases estratégicas en Siria
Rusia se enfrenta a contratiempos significativos, particularmente en el Mediterráneo, luego de la caída del régimen sirio y la suspensión de su presencia militar en la región.
La ciudad costera de Tartus, antaño un punto de apoyo crucial para Rusia, albergaba bases navales que proporcionaban suministros y mantenimiento a sus buques durante décadas. Sin embargo, con la caída del régimen sirio, Rusia ha perdido el control de estas bases, lo que socava su influencia en el Mediterráneo.
Incluso antes de la caída del régimen sirio, analistas militares observaron movimientos sospechosos de la flota naval rusa en Tartus. Los informes sobre el retiro de buques de guerra hicieron sonar las alarmas, lo que sugiere una posible retirada anticipada de Rusia de la región.
Consecuencias estratégicas
La pérdida de sus bases en Tartus representa un duro golpe para Rusia, ya que dificulta su acceso al Mediterráneo. Ahora se ve obligada a depender de las estrechas vías fluviales del Mar Negro, Turquía y el Bósforo, lo que hace que sus aspiraciones en la región sean más vulnerables.
Asilo para Bachar Al-Assad
En un giro irónico, Bachar Al-Assad, el ex dictador sirio, ha buscado asilo en Rusia. Esta medida ha planteado dudas sobre la postura de Rusia hacia el conflicto sirio y sus implicaciones para las relaciones con otros países.
Implicaciones a largo plazo
El futuro de la presencia rusa en el Mediterráneo sigue siendo incierto. Es posible que Moscú negocie con el nuevo régimen sirio para retener algún tipo de acceso, pero es más probable que se enfrente a una importante reducción de su influencia en la región.
"Quizás puedan conservar algo con el nuevo régimen, pero lo más probable es que tengan que renunciar a las únicas bases rusas reales que no son contiguas a Rusia". - Edwards Lucas, investigador principal
Centro de Análisis de Políticas Europeas
La caída del régimen sirio ha demostrado ser un revés significativo para Rusia, que ahora debe reevaluar sus ambiciones en el Mediterráneo. La pérdida de las bases de Tartus y el asilo otorgado a Bachar Al-Assad han complicado aún más la posición de Rusia en la región.
Fuente: https://www.huffingtonpost.es//global/golpe-putin-mediterraneo.html
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