**Golpe al Gobierno: Senado Rechaza Nominaciones de Milei para la Corte Suprema**
La sesión en el Senado argentino se perfila como un punto de inflexión en la gestión de Javier Milei, marcando un desafío significativo a su estrategia de gobierno. El debate y la votación de los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla para integrar la Corte Suprema no solo exponen las tensiones políticas internas, sino que también revelan la dificultad del Ejecutivo para imponer su agenda legislativa. Este artículo analiza en profundidad el contexto, los actores involucrados, las posibles consecuencias y los detalles de la votación, basándose en información proveniente de fuentes parlamentarias y medios de comunicación.
El Rechazo Transversal a las Nominaciones: Un Golpe para Milei
La estrategia inicial de Javier Milei de nombrar a Lijo y García Mansilla por decreto, buscando una vía rápida para completar las vacantes en la Corte Suprema, se encontró con una fuerte oposición desde el principio. Esta decisión, percibida como una falta de respeto a los procesos institucionales y un intento de concentrar el poder, generó un rechazo transversal que involucró a partidos de la oposición y, sorprendentemente, a sectores del propio PRO y la UCR, aliados tradicionales del oficialismo. La posterior búsqueda de boicotear el debate en el Senado solo exacerbó la situación, consolidando la determinación de la oposición de llevar adelante la votación y rechazar los pliegos.
El gobierno de Milei nunca logró reunir la mayoría de dos tercios necesaria para aprobar los nombramientos. Sin embargo, el decreto presidencial aceleró el proceso de rechazo, al movilizar a los senadores de diferentes bloques en contra de la medida. La figura de Lijo, aunque generaba divisiones dentro del peronismo, y la de García Mansilla, que provocaba controversias en la UCR y el PRO, contaban con un piso de al menos 30 votos en contra, superando ampliamente el umbral de 25 votos necesarios para rechazar los pliegos. Este escenario representa un fracaso para la estrategia diseñada por Santiago Caputo, el influyente asesor presidencial, para completar las vacantes de la Corte Suprema.
La Estrategia Fallida del Gobierno y el Quórum Logrado
Ante la imposibilidad de obtener los votos necesarios, el gobierno intentó una última jugada: dejar la sesión sin quórum. Sin embargo, la oposición logró reunir los 37 senadores requeridos para abrir el debate, con el apoyo de 32 senadores de Unión por la Patria, dos de la UCR (Martín Lousteau y Pablo Blanco), dos del PRO (Alfredo de Ángeli y Victoria Huala) y el ex libertario Francisco Paoltroni. Esta demostración de fuerza de la oposición evidenció la capacidad de construir consensos más allá de las líneas partidarias, en torno al rechazo a la forma en que el gobierno intentó imponer sus candidatos.
La ausencia de Victoria Villarruel, presidenta provisional del Senado, debido a su viaje con Milei a Estados Unidos, dejó a cargo de la sesión a Bartolomé Abdala, senador oficialista. Se acordó un debate corto, en el que las dos nominaciones se discutirían juntas y se votarían por separado. Este formato buscaba agilizar el proceso y evitar prolongar la tensión política. Sin embargo, el tema central del debate se centró en la situación particular de García Mansilla, quien ya había asumido en la Corte Suprema por decreto, a pesar de haber manifestado en la audiencia ante la Comisión de Acuerdos del Senado que no lo haría.
El Detalle de los Votos: ¿Cuántos en Contra para Cada Pliego?
Las fuentes parlamentarias revelan un panorama claro sobre la distribución de los votos en contra de cada pliego. En el caso de Ariel Lijo, se estima que 25 de los 34 senadores de Unión por la Patria votarían en contra, sumándose a los votos de Lousteau, Blanco y Flavio Fama, así como al menos seis de los siete senadores del PRO. La figura de Lijo, aunque generaba cierta ambigüedad dentro del peronismo debido a sus contactos con gobernadores, no logró superar el rechazo de la mayoría de los bloques. Paoltroni, expulsado de La Libertad Avanza por Caputo tras cuestionar la nominación de Lijo, también se sumaría al voto negativo.
El escenario para García Mansilla sería aún más desfavorable. Se prevé que los 34 senadores de Unión por la Patria, junto con Lousteau, Blanco, Paoltroni, Tagliaferri y posiblemente Alejandra Vigo, votarían en contra de su pliego. El rechazo a García Mansilla se intensificó debido a su asunción por decreto, a pesar de haber asegurado lo contrario en la audiencia del Senado. Esta acción fue interpretada como una falta de compromiso con las instituciones y un intento de eludir el proceso de evaluación y aprobación.
La División Interna y la Transversalidad del Rechazo
La foto del quórum evidenció las divisiones internas en los bloques que el gobierno de Milei intentó explotar. Sin embargo, también demostró la transversalidad del rechazo a los dos nominados para la Corte y, sobre todo, a la decisión del Presidente de avanzar por decreto. Esta situación refleja la dificultad del gobierno para construir consensos y la creciente desconfianza de los partidos de la oposición y de sectores del propio oficialismo. La capacidad de la oposición para superar sus diferencias y unirse en torno a un objetivo común, como el rechazo a las nominaciones, representa un desafío para la estrategia de gobierno de Milei.
La orden del líder del PRO, Mauricio Macri, a sus senadores de dar quórum en la sesión, con la mira puesta en que cayera el pliego del polémico juez federal, demuestra la importancia que tiene la figura de García Mansilla para el partido. El PRO, aunque aliado del gobierno, no estuvo dispuesto a respaldar una nominación que generaba controversias y que podía afectar su imagen pública. Esta decisión evidencia la autonomía de los partidos aliados y la dificultad del gobierno para controlar la agenda legislativa.
“Si hubo 37 para arrancar, se supone que no habría razón para que pase eso.”
Fuente Parlamentaria a iProfesional
Esta cita refleja la confianza de la oposición en mantener el quórum y llevar adelante la votación, a pesar de los intentos del gobierno por evitarlo. La oposición se mostró decidida a ejercer su rol de control y a defender las instituciones, rechazando la forma en que el gobierno intentó imponer sus candidatos a la Corte Suprema.
Especulaciones de Última Hora y el Futuro de la Corte Suprema
Durante la tarde, surgieron especulaciones sobre la posibilidad de que la Casa Rosada consiguiera, a través de los gobernadores, levantar senadores del recinto y dejar la sesión sin quórum antes de que se votara el pliego de García Mansilla. Sin embargo, en la oposición se veían pocas chances de que esto ocurriera, considerando que ya se habían reunido los 37 senadores necesarios para abrir el debate. La determinación de la oposición de llevar adelante la votación y rechazar los pliegos se mantuvo firme, a pesar de las presiones del gobierno.
El rechazo de los pliegos de Lijo y García Mansilla representa un revés significativo para el gobierno de Milei y plantea interrogantes sobre el futuro de la Corte Suprema. La necesidad de completar las dos vacantes en el máximo tribunal sigue siendo una prioridad para el Ejecutivo, pero deberá buscar otras alternativas y construir consensos más amplios para lograrlo. La experiencia de este episodio demuestra la importancia de respetar los procesos institucionales y de dialogar con los diferentes actores políticos para alcanzar acuerdos que beneficien al país.
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