Guía para optimizar la producción ganadera en Chaco y Formosa a través del manejo de pasturas
Ante la alta variabilidad de condiciones de terreno en los ambientes de Chaco y Formosa, los especialistas del INTA El Colorado desarrollaron una guía integral para optimizar la producción ganadera a través del manejo adecuado de pasturas.
Selección de Pasturas Adaptadas para Diferentes Tipos de Suelo
Una correcta caracterización del ambiente y la selección de pasturas adaptadas a las condiciones específicas del suelo son cruciales para maximizar la productividad de la materia seca. El pasto Tangola, por ejemplo, es una opción flexible y asequible para suelos bajos e inundables. Por su parte, el Dicantio es idóneo para suelos pesados y poco inundables, mientras que el Pasto Clavel destaca por su alta calidad forrajera.
La Grama Rhodes es adecuada para suelos de media loma, al igual que el Dicantio. Las Brachiarias, como la Marandú y la Ruziziensis, se recomiendan para suelos de loma con características franco arenosas a limosas.
Para suelos altos o de monte, el uso de Megathyrsus maximus, como el Mombasa y la Aruana, resulta beneficioso. Cada cultivar presenta requerimientos específicos de precipitación y resistencia a la sequía.
Momento Óptimo de Siembra
Sincronizar la siembra con las lluvias estacionales es esencial para el éxito del establecimiento de las pasturas. Los meses recomendados para la siembra son septiembre, octubre y noviembre. Si las lluvias no llegan durante este periodo, es aconsejable posponer la siembra hasta finales del verano o principios del otoño, cuando las temperaturas y la humedad acumulada en el suelo favorecen la implantación.
Cuidados Culturales para el Establecimiento
Además de la selección adecuada de las pasturas y el momento óptimo de siembra, es necesario implementar prácticas de manejo cultural para garantizar el correcto establecimiento y desarrollo de las pasturas.
La limpieza del terreno, la preparación adecuada del suelo y el control de malezas son fundamentales. Asimismo, es recomendable realizar pastoreos ligeros a los cuatro o cinco meses de implantación, cuando las plantas ya están bien enraizadas y pueden soportar el ramoneo controlado.
La disponibilidad de pasturas adaptadas, combinada con buenas prácticas de manejo, permite a los productores ganaderos aprovechar al máximo el potencial productivo de sus campos, reduciendo la variabilidad y asegurando una mayor estabilidad productiva.
Cristian Ramírez, investigador del INTA El Colorado, Formosa
Recomendaciones Adicionales para el Manejo de Pasturas
La utilización de pasturas adaptadas y los cuidados culturales son medidas fundamentales para un manejo integral de pasturas, pero también es importante considerar otros aspectos para optimizar su productividad.
El pastoreo rotacional, que consiste en dividir el potrero en varios piquetes o parcelas y que el ganado rote entre ellos a intervalos regulares, permite un mejor aprovechamiento de la pastura y evita el sobrepastoreo.
La fertilización, realizada de acuerdo con las necesidades nutricionales de la pastura y los requerimientos del suelo, contribuye a mantener la productividad y calidad de las pasturas.
El control de plagas y enfermedades, mediante medidas preventivas y tratamientos específicos cuando sea necesario, preserva la sanidad de las pasturas y minimiza las pérdidas de producción.
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