Hallazgo subacuático en Baja California revela secretos del comercio marítimo de los siglos XIX y XX
En las profundidades azules del océano Pacífico, una expedición subacuática mexicana ha desvelado un tesoro histórico que arroja luz sobre el pasado marítimo de Baja California. Esta Odisea arqueológica, liderada por el Instituto Nacional de Arqueología e Historia (INAH), tiene como misión desenterrar los restos de navíos hundidos, testigos silenciosos de rutas comerciales y conflictos navales de siglos pasados.
Un viaje al pasado marítimo
El proyecto "Inventario Arqueológico de Pecios de los siglos XIX y XX en el Pacífico Mexicano" se embarca en un viaje a través del tiempo, centrándose en una ruta marítima histórica que ha presenciado el paso de innumerables barcos durante más de 300 años. La bahía del Rosario y la bahía de Todos Santos, consideradas zonas de alto potencial arqueológico, son el escenario de esta fascinante exploración.
Entre los objetivos principales destaca la localización del SS Sacramento, un barco construido en 1864 en Estados Unidos y hundido en 1872. Este descubrimiento promete información invaluable sobre las tecnologías de construcción naval, las condiciones de vida a bordo y las dinámicas comerciales de la época.
El Santo Grial de los piratas
"El Santo Grial de los piratas", así ha calificado el diario "El Cronista" la importancia de esta expedición. El potencial valor histórico y arqueológico de los artefactos que podrían encontrarse en el fondo marino es incalculable, lo que ha generado gran expectación entre la comunidad científica y el público en general.
La investigación arqueológica subacuática utiliza tecnologías avanzadas, como sistemas de información geográfica (SIG) y fotogrametría, para realizar una exploración precisa y detallada del fondo marino. Estas técnicas permiten obtener información detallada sobre la forma, las dimensiones y la posición de los restos de naufragios, creando modelos tridimensionales que facilitan su estudio.
Los primeros pasos
Las exploraciones iniciales comenzaron en 2021 y 2022 en la bahía del Rosario, y el inventario detallado está programado para finales de mayo e inicios de junio de 2024. Los esfuerzos se concentrarán en dos puntos clave: las islas Todos Santos, en la bahía de Ensenada, y el arrecife Sacramento, en la bahía del Rosario.
El descubrimiento de estos barcos hundidos tiene un significado multifacético. Desde una perspectiva histórica, estos hallazgos ofrecen información sobre las rutas comerciales, las interacciones culturales y los conflictos marítimos de los siglos XIX y XX. Para México, este proyecto eleva su identidad cultural, preserva su patrimonio histórico y fomenta un sentido de pertenencia y responsabilidad hacia su patrimonio.
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