Homenaje a Mugica: Cristina Fernández resalta su legado de lucha y dignidad
En un conmovedor homenaje al padre Carlos Mugica, celebrado en el Instituto Patria, la expresidenta Cristina Fernández destacó la inquebrantable determinación del sacerdote ante la adversidad.
Cristina Fernández: La importancia de no "agachar la cabeza"
Cristina Fernández enfatizó que la enseñanza más valiosa de Mugica fue su firmeza ante la injusticia: "Nunca hay que agachar la cabeza ante lo que está pasando". Al evocar la trayectoria de Mugica, señaló su origen privilegiado y su conversión al servicio de los pobres, destacando su comprensión del Evangelio y su posterior identificación con el peronismo.
El compromiso de Mugica con los pobres
En palabras de Cristina Fernández, Mugica encarnó el espíritu de un pastor que "olía a oveja", en contraste con aquellos jerarcas de la Iglesia que "huelen a lobos". El sacerdote dedicó su vida a atender las necesidades de los sectores marginados, brindando apoyo a los comedores populares y abogando por la justicia social.
Un momento de individualismo y la inspiración de Mugica
Cristina Fernández advirtió sobre el creciente individualismo alimentado por las políticas actuales, instando a recordar las lecciones de Mugica: "Si algo nos enseñó Mugica, quien sabía que lo iban a matar, es que para cambiar las cosas no hay que agachar la cabeza". Comparando el clima actual con el de la época posterior al asesinato de Mugica y otros religiosos, destacó la importancia de la unión y el compromiso colectivos.
La enseñanza de Mugica en la actualidad
La exmandataria subrayó la vigencia del mensaje de Mugica ante las desigualdades sociales contemporáneas, donde la inseguridad alimentaria afecta a muchas personas. "Muchos piensan que 'cómo puede ser que, con todas esas cosas, haya gente que siga apoyando' al gobierno actual", observó, recordando el legado de lucha contra la injusticia de Mugica.
La visita de Mugica a Perón y su compromiso con el peronismo
Como sacerdote joven, Mugica se unió al movimiento de Sacerdotes por el Tercer Mundo y visitó a Juan Domingo Perón en su exilio en Madrid. Tras una larga conversación, comprendió la importancia de regresar a Argentina para acompañar a los pobres que habían sido afectados por el derrocamiento de Perón.
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