Hongos y Cáncer de Hígado: Riesgo Oculto en tus Alimentos y Cómo Protegerte

El cáncer, una de las enfermedades más temidas y estudiadas a nivel mundial, se ha asociado tradicionalmente a factores genéticos, estilos de vida y exposición a agentes químicos. Sin embargo, una nueva y preocupante perspectiva emerge desde la investigación científica: la posible relación entre ciertos hongos y el desarrollo de esta enfermedad. Una reciente advertencia de la Dra. Sara Esther Valdés, científica de la UNAM, ha puesto de manifiesto que las micotoxinas, sustancias tóxicas producidas por hongos, podrían ser responsables de un porcentaje significativo de casos de cáncer de hígado, abriendo un nuevo campo de investigación y prevención en la lucha contra esta enfermedad.

Índice

El Reino Fungi: Más Allá de la Comestibilidad

Los hongos, pertenecientes al reino Fungi, son organismos ubicuos que desempeñan roles cruciales en los ecosistemas terrestres. Su diversidad es asombrosa, abarcando desde especies comestibles apreciadas en la gastronomía hasta hongos funcionales utilizados en la medicina y la industria. No obstante, también existen hongos mortales o perjudiciales para los cultivos. La investigación de la Dra. Valdés revela una faceta aún más inquietante: la capacidad de ciertas especies fúngicas para producir sustancias cancerígenas, conocidas como micotoxinas. Estas toxinas, producto del metabolismo secundario de los hongos, representan una amenaza silenciosa para la salud humana y animal.

El metabolismo secundario de los hongos es un proceso complejo que genera una amplia gama de compuestos químicos, muchos de los cuales no son esenciales para su crecimiento o reproducción. Sin embargo, estos metabolitos secundarios pueden tener efectos potentes en otros organismos, incluyendo a los humanos. Las micotoxinas son un ejemplo claro de esta capacidad, actuando como toxinas que pueden causar una variedad de efectos adversos, desde enfermedades agudas hasta cáncer a largo plazo.

Micotoxinas: Los Compuestos Tóxicos Ocultos

La Dra. Valdés estima que existen entre 300 y 400 sustancias tóxicas producidas por hongos que proliferan en el mundo. Estas micotoxinas son capaces de propiciar entre el 30% y el 50% de todos los casos de cáncer de hígado. Los géneros Aspergillus, Fusarium y Penicillium son los principales productores de estas toxinas, que se propagan fácilmente y se instalan en los alimentos, especialmente en ambientes húmedos. La presencia de micotoxinas en los alimentos no solo representa un riesgo para la salud humana, sino que también genera pérdidas económicas significativas en la agricultura y la industria alimentaria.

Las micotoxinas no son detectables a simple vista ni alteran significativamente el sabor o el olor de los alimentos, lo que las convierte en una amenaza insidiosa. Pueden contaminar una amplia variedad de productos agrícolas, incluyendo cereales, frutos secos, frutas, verduras y especias. La exposición a estas toxinas puede ocurrir a través del consumo de alimentos contaminados, la inhalación de esporas fúngicas o el contacto dérmico.

Aflatoxinas: El Peligro Invisible en Nuestros Alimentos

Entre las micotoxinas más estudiadas y peligrosas se encuentran las aflatoxinas, producidas principalmente por especies de Aspergillus en cultivos como el maíz y los cacahuates. Estas toxinas son altamente cancerígenas y pueden causar daño hepático a largo plazo. La infección de los granos con aflatoxinas puede ocurrir en cualquier etapa de la producción, desde el cultivo hasta el almacenamiento, lo que dificulta su control. La FAO estima que el 25% de las cosechas mundiales de granos están contaminadas con micotoxinas, lo que representa un problema global de seguridad alimentaria.

La persistencia de las aflatoxinas en los alimentos contaminados es un desafío importante. Estas toxinas son resistentes al calor y a muchos procesos de transformación de alimentos, lo que significa que pueden sobrevivir incluso después de la cocción. Además, las aflatoxinas pueden acumularse en el cuerpo humano a través del consumo repetido de alimentos contaminados, aumentando el riesgo de desarrollar cáncer de hígado.

Regulación y Control: Un Desafío Global

Las autoridades de todo el mundo han establecido normativas para fijar los niveles máximos permitidos de micotoxinas en los alimentos, con el objetivo de proteger a los consumidores. Sin embargo, la aplicación de estas normativas es desigual. La industria alimentaria seria suele cumplir con los estándares establecidos, pero los pequeños productores a menudo desconocen su existencia o carecen de los recursos para controlar la presencia de micotoxinas en sus cultivos. Esta falta de conocimiento y recursos representa un riesgo significativo para la salud pública, especialmente en países en desarrollo.

El control de las micotoxinas requiere un enfoque integral que abarque todas las etapas de la producción alimentaria, desde el cultivo hasta el consumo. Esto incluye la implementación de buenas prácticas agrícolas, el almacenamiento adecuado de los granos, la detección temprana de la contaminación y la eliminación de los alimentos contaminados. La educación y la capacitación de los productores son fundamentales para garantizar el cumplimiento de las normativas y proteger la salud de los consumidores.

Consecuencias para la Salud: Más Allá del Cáncer de Hígado

Si bien el cáncer de hígado es una de las consecuencias más comunes de la exposición a micotoxinas, estas toxinas también pueden causar una variedad de otros efectos adversos para la salud. La mutagenicidad, los trastornos estrogénicos, los problemas gastrointestinales, urogenitales, vasculares, renales y nerviosos son solo algunos de los efectos documentados. Además, algunas micotoxinas son inmunosupresoras, lo que reduce la resistencia del organismo a las enfermedades infecciosas. La exposición crónica a bajas dosis de micotoxinas puede tener efectos acumulativos y aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas a largo plazo.

La susceptibilidad a los efectos tóxicos de las micotoxinas varía según la edad, el estado de salud y la genética de cada individuo. Los niños pequeños y las personas con sistemas inmunológicos debilitados son especialmente vulnerables. La exposición prenatal a micotoxinas puede tener efectos negativos en el desarrollo fetal y aumentar el riesgo de enfermedades en la infancia.

Prevención y Almacenamiento Seguro de Alimentos

La prevención de la contaminación por micotoxinas comienza con el almacenamiento adecuado de los alimentos. Es fundamental utilizar envases limpios y herméticos, refrigerar los alimentos perecederos y planificar las compras para evitar el desperdicio. Mantener la cocina limpia y libre de residuos también es esencial para prevenir el crecimiento de hongos. La higiene personal, como lavarse las manos antes de manipular los alimentos, también es importante.

Las esporas fúngicas son organismos en estado latente que pueden dispersarse por el aire y germinar en condiciones favorables. Por lo tanto, es importante controlar la humedad y la temperatura en los ambientes de almacenamiento de alimentos. La ventilación adecuada y la eliminación de los alimentos mohosos también son medidas preventivas importantes. La vigilancia constante de los cultivos y la detección temprana de la contaminación son fundamentales para evitar la propagación de las micotoxinas.

El Ciclo de Vida de las Esporas Fúngicas

Las esporas, al igual que las semillas de los insumos agrícolas contaminados, son organismos en estado latente. El hongo las produce cuando se han agotado los nutrientes del medio en que se encuentran y son dispersadas por aire. Germinan al encontrar las condiciones adecuadas, como humedad, temperatura y nutrientes disponibles. Este ciclo de vida de las esporas fúngicas explica por qué la contaminación por micotoxinas puede ocurrir en cualquier etapa de la producción alimentaria y por qué es tan difícil de controlar.

Comprender el ciclo de vida de las esporas fúngicas es crucial para desarrollar estrategias de prevención y control efectivas. La interrupción de este ciclo, a través de medidas como el control de la humedad, la ventilación adecuada y la eliminación de los alimentos contaminados, puede reducir significativamente el riesgo de exposición a micotoxinas.

noticiaspuertosantacruz.com.ar - Imagen extraida de: https://ensedeciencia.com/2025/07/20/cientifica-de-la-unam-advierte-de-hongos-que-son-causantes-de-cancer-de-higado/

Fuente: https://ensedeciencia.com/2025/07/20/cientifica-de-la-unam-advierte-de-hongos-que-son-causantes-de-cancer-de-higado/

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