Hostigamiento al Gobierno de España en el Parlamento Europeo: Abuso y Falta de Atribución
El Parlamento Europeo, concebido como el corazón democrático de la Unión Europea y la voz directa de 450 millones de ciudadanos, se enfrenta a una encrucijada. Las elecciones de junio de 2024 han alterado profundamente su equilibrio de poder, dando paso a una nueva mayoría de derecha, con un notable peso de la ultraderecha. Este cambio no es meramente aritmético; implica una reconfiguración de las dinámicas parlamentarias y, lo que es más preocupante, un uso potencialmente abusivo de la institución para fines partidistas, particularmente en lo que respecta a la hostilidad hacia el Gobierno de España. Este artículo analiza la evolución del Parlamento Europeo, los principios que lo rigen y cómo la actual configuración amenaza con distorsionar su función, centrándose en el caso específico de España.
- La Legitimidad y el Funcionamiento del Parlamento Europeo
- El Nuevo Equilibrio de Poder: Ascenso de la Derecha y la Ultraderecha
- Hostigamiento al Gobierno de España: Un Uso Abusivo del Parlamento Europeo
- La Erosión del Principio de Atribución y el Riesgo de Polarización
- El Papel de la Comisión Europea y la Necesidad de Vigilancia
La Legitimidad y el Funcionamiento del Parlamento Europeo
El Parlamento Europeo se distingue de otras instituciones supranacionales por su legitimidad democrática directa. Elegido por sufragio universal, representa la voluntad de los ciudadanos de los 27 Estados miembros. Su poder legislativo, aunque compartido con el Consejo de la Unión Europea, es fundamental en la formación de las leyes europeas. Sin embargo, su eficacia reside en su pluralismo inherente. Históricamente, el PE ha operado a través de la negociación y la construcción de mayorías de geometría variable, donde ningún grupo político puede imponer su voluntad unilateralmente. Este sistema, basado en el principio de atribución, garantiza que la UE actúe dentro de los límites de las competencias que le han sido conferidas por los Tratados fundacionales.
El principio de atribución es crucial. La UE no tiene competencias ilimitadas; su acción está restringida a las áreas definidas en los Tratados. Esto implica que, al abordar cuestiones que afectan a los Estados miembros, el Parlamento Europeo debe basar sus acciones en una base jurídica sólida dentro del marco legal europeo. Instrumentos como las iniciativas ciudadanas y las peticiones a la Comisión PETI son ejemplos de cómo los ciudadanos pueden influir en la agenda europea, siempre y cuando se respeten las competencias de la UE. La Carta de Derechos Fundamentales de la UE proporciona un marco adicional para proteger los derechos de los ciudadanos en el ejercicio de estos derechos.
El Nuevo Equilibrio de Poder: Ascenso de la Derecha y la Ultraderecha
Las elecciones europeas de 2024 marcaron un punto de inflexión. Si bien el Partido Popular Europeo (PPE) se mantuvo como la primera fuerza política, el ascenso combinado de los grupos de ultraderecha alteró drásticamente el panorama político. Por primera vez en la historia del Parlamento, el PPE, junto con sus aliados de ultraderecha, logró asegurar más del 60% de los escaños. Esta "nueva mayoría" ha transformado las dinámicas parlamentarias, permitiendo que las propuestas de la derecha y la ultraderecha sean aprobadas con mayor facilidad, a menudo en detrimento de las enmiendas y propuestas de los grupos progresistas.
Este cambio de poder se manifiesta en el control del orden del día, tanto en las sesiones plenarias como en las comisiones parlamentarias. La nueva mayoría también influye en la selección de los temas para los debates de urgencia y en la composición de los paneles de audiencia, que son herramientas clave para el control parlamentario sobre la Comisión Europea, el Consejo y los Estados miembros. La capacidad de la nueva mayoría para controlar estos procesos les otorga una influencia significativa sobre la agenda política de la UE.
Hostigamiento al Gobierno de España: Un Uso Abusivo del Parlamento Europeo
En este contexto, se ha observado un aumento preocupante en el número de asuntos relacionados con España que son impulsados por la nueva mayoría en el Parlamento Europeo. Esta tendencia, liderada por el Partido Popular español y Vox, se caracteriza por una crítica constante y, en muchos casos, infundada de las políticas del Gobierno español. La motivación detrás de esta hostilidad parece ser puramente política, buscando debilitar al gobierno actual y favorecer a la oposición. Esta práctica contradice flagrantemente el principio de atribución, ya que muchos de los asuntos planteados no entran dentro de las competencias de la UE.
El Partido Popular español, influyente dentro del PPE, y Vox, a través de su grupo de ultraderecha, han utilizado el Parlamento Europeo como una plataforma para atacar al Gobierno de España. Esta estrategia se complementa con la complicidad de otros grupos de ultraderecha, como ECR y SN, que amplifican las críticas y contribuyen a crear un ambiente de hostilidad. La instrumentalización del Parlamento Europeo para fines partidistas es una práctica inaceptable que socava la credibilidad de la institución y la confianza de los ciudadanos en el proceso democrático.
La frecuencia y la intensidad de estos ataques son inusuales. Se presentan resoluciones y preguntas parlamentarias que cuestionan la legalidad y la legitimidad de las decisiones del Gobierno español, a menudo basándose en información sesgada o directamente falsa. Se denuncian supuestas violaciones de los derechos fundamentales, se cuestiona la independencia judicial y se critica la política migratoria. Estas acciones, aunque presentadas como defensa de los valores europeos, tienen como objetivo principal dañar la imagen del Gobierno español y generar inestabilidad política.
La Erosión del Principio de Atribución y el Riesgo de Polarización
El hostigamiento al Gobierno de España por parte de la nueva mayoría en el Parlamento Europeo representa una seria amenaza para el principio de atribución. Al abordar asuntos que no entran dentro de las competencias de la UE, el Parlamento Europeo se extralimita en sus funciones y socava la soberanía de los Estados miembros. Esta práctica sienta un precedente peligroso que podría llevar a una mayor injerencia de la UE en los asuntos internos de los Estados miembros, erosionando el equilibrio de poder establecido en los Tratados.
Además, esta estrategia contribuye a la polarización política dentro de la UE. Al atacar a un Estado miembro específico, la nueva mayoría crea divisiones y dificulta la búsqueda de soluciones comunes a los desafíos que enfrenta la Unión. La instrumentalización del Parlamento Europeo para fines partidistas alimenta la desconfianza entre los Estados miembros y debilita la cohesión europea. Esta polarización puede tener consecuencias negativas para la estabilidad y el futuro de la UE.
La falta de respeto por el principio de atribución también puede tener implicaciones legales. Si el Parlamento Europeo aprueba resoluciones o leyes que se basan en una base jurídica incorrecta, estas podrían ser impugnadas ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Una decisión desfavorable del Tribunal podría invalidar las acciones del Parlamento Europeo y obligarlo a respetar los límites de sus competencias.
El Papel de la Comisión Europea y la Necesidad de Vigilancia
La Comisión Europea, como guardiana de los Tratados, tiene la responsabilidad de garantizar que el Parlamento Europeo actúe dentro de sus competencias. La Comisión debe ser vigilante y rechazar cualquier propuesta o resolución que se base en una base jurídica incorrecta o que vulnere el principio de atribución. También debe defender la independencia de los Estados miembros y protegerlos de cualquier injerencia indebida por parte del Parlamento Europeo.
Sin embargo, la Comisión Europea también está sujeta a la influencia de la nueva mayoría en el Parlamento Europeo. La aprobación del presupuesto de la UE y la confirmación de los comisarios dependen del apoyo del Parlamento. Esto crea una dinámica compleja en la que la Comisión debe equilibrar su obligación de defender los Tratados con la necesidad de mantener una relación constructiva con el Parlamento. La Comisión VDL II, en particular, se enfrenta al desafío de navegar por este nuevo panorama político.
La sociedad civil y los medios de comunicación también tienen un papel importante que desempeñar en la vigilancia del Parlamento Europeo. Es fundamental que se denuncie cualquier uso abusivo de la institución y que se exija transparencia y rendición de cuentas a los eurodiputados. La participación ciudadana y el debate público son esenciales para garantizar que el Parlamento Europeo siga siendo un baluarte de la democracia y el Estado de Derecho.

Fuente: https://www.huffingtonpost.es//opinion/hostigando-gobierno-espana-mal-abuso-parlamento-europeo.html



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