Huellas de dinosaurio conectan continentes separados
En un descubrimiento extraordinario que desafía las barreras geográficas, los científicos han descubierto huellas de dinosaurio idénticas en continentes separados por el vasto océano Atlántico, proporcionando pruebas sólidas de la conexión previa entre estas tierras.
Huellas de dinosaurios: un viaje a través del tiempo y los continentes
Estas huellas, impresas en sedimentos antiguos, nos transportan a una época en la que los dinosaurios vagaban libremente por un supercontinente conocido como Gondwana. Hace aproximadamente 120 millones de años, antes de que Sudamérica y África se separaran, estas magníficas criaturas se aventuraban sin obstáculos entre ambas masas terrestres.
El descubrimiento de huellas coincidentes en continentes separados por 6.000 kilómetros sugiere que estas tierras estuvieron unidas, lo que permitió a los dinosaurios viajar y dispersarse. Este hallazgo es un testimonio de la increíble movilidad de estos antiguos gigantes.
Huellas gemelas: un rompecabezas geológico
"Queríamos reunir la nueva evidencia geológica y paleontológica que viene evolucionando para contar una historia más específica de cómo, dónde y cuándo ocurrió la dispersión de estos animales entre los continentes", explicó Louis Jacobs, el paleontólogo de la Universidad Metodista del Sur que lideró el estudio.
El equipo de Jacobs analizó meticulosamente 260 huellas, impresas en lodo y limo junto a antiguos ríos y lagos. Aunque estas huellas gemelas no se encontraron juntas, su notable similitud en términos de edad, forma y contexto geológico proporciona pruebas irrefutables de su conexión.
El "codo" de Brasil: un punto de conexión
Según los científicos, las conexiones entre los continentes probablemente se encontraban en el "codo" del noreste de Brasil, que estaba adyacente a la costa de lo que ahora es Camerún. A medida que Sudamérica y África comenzaron a separarse, creando el actual océano Atlántico Sur, la formación de cuencas y características geológicas conocidas como "Half-grabens" dejó pequeños ríos y lagos que preservaron las huellas.
"Los dos continentes eran continuos a lo largo de ese estrecho tramo, de modo que los animales a ambos lados de esa conexión podían potencialmente desplazarse a través de ella", dijo Jacobs.
Un crisol de diversidad: una ventana al pasado
De las 260 huellas encontradas, la mayoría pertenecía a terópodos, dinosaurios carnívoros de tres dedos, mientras que otras eran de saurópodos o ronitopodos herbívoros. Este descubrimiento arroja luz sobre la gran diversidad de vida que existió durante el período Cretácico.
"Las huellas no solo nos cuentan sobre la diversidad de vida, sino también cómo los dinosaurios se movían y vivían en sus entornos naturales", dijo Diana Vineyard, coautora del estudio.
Mientras que los fósiles de huesos indican quienes eran estos animales, las huellas revelan parte de la historia de cómo vivían.
Louis Jacobs
Los científicos creen que este descubrimiento es un avance significativo en nuestra comprensión de la historia de la vida en la Tierra. Es un homenaje a Martin Lockely, un pionero en el estudio de huellas de dinosaurios.
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