Inflación baja: ¿Es hora de invertir en plazo fijo y bonos en pesos?
La reciente desaceleración de la inflación en Argentina, con un registro de 1,5% en mayo según el INDEC, ha generado un ambiente de optimismo entre los ahorristas. Esta cifra, la más baja en cinco años y significativamente inferior a las expectativas del 2,1%, abre un abanico de oportunidades para optimizar las inversiones y proteger el poder adquisitivo. El análisis de las tendencias actuales y las recomendaciones de expertos revelan un panorama favorable para los instrumentos en pesos, especialmente aquellos que ofrecen tasas reales positivas. Este artículo explorará en detalle las opciones disponibles, desde los tradicionales plazos fijos hasta los bonos y letras del Tesoro, proporcionando una guía completa para tomar decisiones financieras informadas en este nuevo escenario económico.
- El Impacto de la Inflación en Descenso en las Tasas de Interés
- Plazos Fijos: Rentabilidad Actual y Perspectivas Futuras
- Bonos y Letras del Tesoro: Diversificación y Oportunidades
- Bonos Ajustados por Inflación: Cobertura y Ganancia Real
- Recomendaciones Específicas de Analistas Financieros
- Estrategias de Inversión para Diferentes Perfiles de Riesgo
El Impacto de la Inflación en Descenso en las Tasas de Interés
La disminución de la inflación tiene un efecto directo en las tasas de interés. A medida que los precios se estabilizan, el Banco Central tiende a reducir las tasas para estimular la actividad económica. Esta tendencia a la baja impacta directamente en la rentabilidad de los plazos fijos y otros instrumentos de renta fija. Sin embargo, la situación actual presenta una particularidad: las tasas de interés aún se mantienen en niveles atractivos, superando significativamente al índice de precios al consumidor (IPC). Esto significa que, a pesar de la posible disminución futura, los ahorristas pueden obtener ganancias reales positivas al invertir en pesos.
Los analistas advierten que es crucial aprovechar este momento para capitalizar las tasas elevadas antes de que comiencen a ajustarse a la baja. La estabilidad del dólar también juega un papel importante, incentivando a los inversores a mantener sus fondos en pesos y aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado local. La escasez de pesos en el mercado financiero también impulsa a los bancos a ofrecer tasas más competitivas para captar capital, lo que beneficia a los depositantes.
Plazos Fijos: Rentabilidad Actual y Perspectivas Futuras
El plazo fijo tradicional sigue siendo una opción popular entre los ahorristas, ofreciendo actualmente tasas nominales anuales (TNA) que oscilan entre el 29% y el 30% en los bancos líderes. Esto se traduce en una rentabilidad mensual de hasta el 2,47%, superando en un punto porcentual al IPC. Esta diferencia positiva garantiza que el capital invertido no solo se preserve, sino que también crezca en términos reales. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estas tasas podrían disminuir a medida que la inflación continúe su sendero descendente.
Además del plazo fijo tradicional, existe el plazo fijo mayorista, destinado a empresas que depositan grandes montos. Este tipo de plazo fijo ofrece tasas aún más elevadas, alrededor del 38% TNA, debido a la necesidad de los bancos de captar capital en un mercado con escasez de pesos. Los inversores minoristas pueden acceder a estas tasas a través de los bonos del Tesoro llamados "Duales", que pagan lo mejor entre la tasa Tamar y una tasa fija, maximizando así la rentabilidad.
Bonos y Letras del Tesoro: Diversificación y Oportunidades
Los bonos y letras emitidos en moneda nacional representan una alternativa atractiva para diversificar las inversiones y aprovechar las tasas elevadas. Los bonos "Duales TTM26", con vencimiento en marzo de 2026, ofrecen un rendimiento actual del 38% por Tamar y del 28% por tasa fija, ambos con liquidez diaria y exentos de impuestos para personas físicas. Esta combinación de beneficios los convierte en una opción especialmente interesante para los ahorristas.
Otros instrumentos recomendados incluyen las Lecaps, Letras del Tesoro de corto plazo que ofrecen rendimientos cercanos al 2,5% mensual, con plazos de colocación tan breves como 30 días. Esto permite mantener la liquidez y aprovechar las tasas elevadas en el corto plazo. Para quienes buscan una opción a mediano plazo, se destacan los bonos a tasa variable, como el bono de la ciudad de Buenos Aires al 2028 (BDC28) o el bono de la provincia de Buenos Aires al 2026 (PBY26), que ajustan por la tasa Badlar y pagan intereses trimestrales.
Bonos Ajustados por Inflación: Cobertura y Ganancia Real
En un contexto de incertidumbre inflacionaria, los bonos ajustados por inflación ofrecen una cobertura adicional y garantizan una ganancia real sostenida. Los bonos del Tesoro Nacional argentino que vencen el 9 de noviembre de 2026 (TX26) pagan el rendimiento del Índice CER más una tasa adicional del 10% anual. Esta combinación protege el capital frente a posibles rebotes inflacionarios y asegura una rentabilidad real positiva.
La elección entre bonos a tasa fija, tasa variable o ajustados por inflación dependerá de las expectativas de cada inversor sobre la evolución futura de la inflación. Si se espera una baja significativa y sostenida de la inflación, los bonos a tasa fija podrían ser la mejor opción. Sin embargo, si se prevé un riesgo de rebrote inflacionario, los bonos ajustados por inflación ofrecen una mayor protección.
Recomendaciones Específicas de Analistas Financieros
José Bano, economista y analista financiero, propone el TO26, que vence en 2026 y ofrece una tasa efectiva mensual (TEM) de 2,3%, como el instrumento ideal si se cree que la inflación bajará mucho y se mantendrá en un promedio de 1,5% mensual o menos. Desde Balanz, los analistas recomiendan el tramo largo de la curva, con bonos como el T15E7, que está atado al índice CER y vence en enero de 2027.
Esteban Castro, economista y CEO de Inv.est, destaca las Lecaps como una alternativa atractiva, ya que ofrecen rendimientos cercanos al 2,5% mensual con plazos de colocación breves, lo que permite mantener la liquidez. Para quienes buscan una opción a mediano plazo, recomienda los bonos a tasa variable, como el BDC28 y el PBY26, que ajustan por la tasa Badlar y pagan intereses trimestrales. Además, sugiere los bonos ajustados por inflación, como el TX26, para proteger el capital frente a posibles rebotes inflacionarios.
Pablo Repetto, jefe de Research en Aurum, completa que, con un escenario de inflación cayendo y perspectivas de ajuste bajista en la tasa de interés, los títulos a tasa fija, como Lecaps, Bontes y algunos títulos a tasa fija provinciales con mayor tasa nominal, deberían ofrecer una mejora importante en el corto plazo.
Estrategias de Inversión para Diferentes Perfiles de Riesgo
Auxtin Maquieyra, gerente comercial de Sailing Inversiones, propone una estrategia basada en capturar rendimientos reales positivos, priorizando las Lecaps de corto y mediano plazo, que devengan tasas efectivas mensuales superiores al nivel esperado de inflación hasta su vencimiento. Específicamente, recomienda la Lecap que vence en agosto (S15G5) con una TEM de 2,54%, la emitida a septiembre (S30S5) con una TEM del 2,50% y la que caduca en noviembre (S28N5) con una TEM del 2,40%.
Rocco Abalsamo, asesor financiero de Cocos Gold, enfatiza la importancia de la consolidación de la desinflación y recomienda diversificar las inversiones en instrumentos a tasa fija. Para inversores conservadores, las Lecaps de corto plazo ofrecen seguridad y liquidez. Para inversores moderados, los bonos a tasa variable y ajustados por inflación pueden proporcionar una mayor rentabilidad y protección frente a la inflación.
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