Inflación en Argentina: Alimentos suben, pero ¿frenan el alza general? Pronósticos de las consultoras.
Agosto ha cerrado con un repunte en los precios de los alimentos que ha generado inquietud en los consumidores y ha puesto en alerta a los analistas económicos. Sin embargo, las consultoras, a pesar de reconocer el aumento, no anticipan una escalada inflacionaria descontrolada como la experimentada en meses anteriores. Este artículo analiza en detalle las proyecciones de las principales consultoras económicas sobre la inflación de agosto, desglosando los factores que influyen en estas estimaciones y las diferencias existentes entre ellas. Se examinará el impacto del aumento en los alimentos, la influencia de la volatilidad cambiaria y las expectativas sobre la evolución futura de los precios.
- El Salto de los Alimentos: ¿Un Falso Alarmista?
- Proyecciones de las Consultoras: Un Panorama Diverso
- El Impacto de la Volatilidad Cambiaria
- Desglose de los Rubros: ¿Dónde se Concentran los Aumentos?
- La Estabilidad Relativa de las Carnes: Un Respiro para los Consumidores
- El Rol de las Políticas Gubernamentales
El Salto de los Alimentos: ¿Un Falso Alarmista?
El incremento del 3% en los precios de los alimentos registrado por LCG durante agosto fue el principal detonante de la preocupación. Este aumento, sin embargo, parece no ser suficiente para alterar significativamente la trayectoria descendente de la inflación que se venía observando. Las consultoras coinciden en que el impacto de esta suba se verá atenuado por la acción de las tasas de interés implementadas a finales de julio y principios de agosto, que buscan enfriar la demanda y contener las presiones inflacionarias. EcoGo, por ejemplo, detectó una suba de 2,3% en alimentos, mientras que otras consultoras proyectan un impacto final en el IPC de agosto en torno al 2% o incluso por debajo.
La clave para entender esta moderación reside en el bajo arrastre de julio, con un incremento de apenas 0,3%. Este efecto base, combinado con la estabilización de algunos rubros clave como las carnes, contribuye a limitar el impacto del aumento en los alimentos. Además, la variación en los precios de frutas y verduras, aunque presente, se mantuvo relativamente controlada, con aumentos que oscilaron entre el 1,2% y el 1,3%. La manzana, con un alza del 2,4%, y “otras verduras frescas y congeladas”, con un aumento del 1,8%, fueron las excepciones más notables.
Proyecciones de las Consultoras: Un Panorama Diverso
Las estimaciones de las consultoras sobre la inflación de agosto varían, aunque se mantienen dentro de un rango relativamente estrecho. EcoGo proyecta un IPC del 2,1%, mientras que Libertad y Progreso se muestra más optimista, anticipando una inflación en torno al 1,9%. Analytica, por su parte, es la más conservadora, con una proyección por debajo del 1,9%, estimando un 1,7%. Estas diferencias reflejan las distintas metodologías de cálculo y los diferentes enfoques en la ponderación de los rubros que componen el IPC.
NM, una de las consultoras que anticipa una inflación más alta, atribuye esta proyección a la volatilidad en los mercados y a la consecuente caída de la demanda del peso, producto de una mayor incertidumbre. La economista Natalia Motyl destaca la importancia del dólar como señal para el resto de la economía, señalando que cada suba cambiaria tiene un impacto en los precios. En este sentido, la suba del dólar a finales de julio y principios de agosto se tradujo en un aumento del 2,4% en los precios de los alimentos, aunque este incremento se vio mitigado por el bajo arrastre de julio.
El Impacto de la Volatilidad Cambiaria
La volatilidad cambiaria emerge como un factor crucial en la determinación de la inflación. La suba del dólar, como señala NM, tiene un efecto directo en los precios de los alimentos y otros bienes, especialmente aquellos que dependen de insumos importados. Sin embargo, el Gobierno asegura que no ha habido un traslado completo de la escalada cambiaria de julio a los precios, gracias a la falta de pesos para convalidar los aumentos en las góndolas. Esta afirmación sugiere que las medidas de control de precios y la restricción de la liquidez han logrado contener, al menos parcialmente, el impacto del tipo de cambio.
La capacidad del Gobierno para mantener esta contención dependerá de su habilidad para gestionar la oferta monetaria y evitar una mayor depreciación del peso. La incertidumbre política y económica, sin embargo, sigue siendo un factor de riesgo que podría desencadenar nuevas presiones cambiarias y, por ende, inflacionarias. La demanda de dólares, impulsada por la búsqueda de refugio ante la inestabilidad, podría continuar ejerciendo presión sobre el tipo de cambio, dificultando la tarea del Gobierno.
Desglose de los Rubros: ¿Dónde se Concentran los Aumentos?
El análisis detallado de los rubros que componen el IPC revela que los alimentos y bebidas, así como los bienes duraderos, fueron los principales responsables de la variación del índice general. Dentro de los alimentos, las frutas (6%), las bebidas e infusiones (4,6%), las verduras (3%), los panificados (2,5%) y las carnes (2,5%) fueron los rubros que experimentaron los mayores incrementos. Las carnes, a pesar de su importancia en la dieta argentina, se mantuvieron relativamente estables, con un aumento de apenas 0,3%.
El pollo aumentó 2,3%, mientras que los fiambres registraron una caída del 0,8%. La carne vacuna y el cerdo no experimentaron variaciones significativas. En el sector de los servicios, los servicios telefónicos lideraron los aumentos, con un alza del 2,7%, seguidos por los antihistamínicos (1,4%) y las computadoras y accesorios (1,3%). Este panorama sugiere que la inflación no se concentra únicamente en los alimentos, sino que se extiende a otros rubros, lo que indica una presión inflacionaria más generalizada.
La Estabilidad Relativa de las Carnes: Un Respiro para los Consumidores
La relativa estabilidad de los precios de las carnes, un rubro de gran peso en el presupuesto familiar, representa un respiro para los consumidores. A pesar del aumento generalizado de los precios, las carnes vacuna y cerdo no experimentaron variaciones significativas, mientras que el pollo registró un aumento moderado del 2,3%. Esta situación podría deberse a una combinación de factores, como la oferta disponible, las políticas de precios y la menor demanda.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la estabilidad de los precios de las carnes podría ser temporal. La volatilidad cambiaria y la incertidumbre económica podrían generar nuevas presiones sobre los precios de la carne, especialmente si se considera que la producción ganadera depende de insumos importados. Además, la demanda de carne podría aumentar en los próximos meses, impulsada por la llegada del otoño y el invierno, lo que podría ejercer presión sobre los precios.
El Rol de las Políticas Gubernamentales
Las políticas gubernamentales juegan un papel fundamental en la contención de la inflación. Las medidas de control de precios, la restricción de la liquidez y las políticas cambiarias son herramientas que el Gobierno utiliza para intentar frenar el aumento de los precios. Sin embargo, estas medidas también tienen sus limitaciones y pueden generar efectos secundarios no deseados, como la escasez de productos y el mercado negro.
La efectividad de las políticas gubernamentales dependerá de su capacidad para abordar las causas estructurales de la inflación, como la emisión monetaria excesiva, la falta de competitividad y la dependencia de las importaciones. Además, es fundamental contar con un consenso político y social para implementar las medidas necesarias y garantizar su sostenibilidad en el tiempo. La falta de credibilidad y la incertidumbre política pueden socavar la efectividad de las políticas gubernamentales y generar nuevas presiones inflacionarias.
Artículos relacionados