Inflación en Argentina: ¿Se frenó el impacto del dólar en los precios de agosto?
El reciente dato de inflación de 1,9% divulgado por el INDEC ha generado un debate entre las estimaciones oficiales y las proyecciones privadas. Mientras el gobierno celebra una aparente desaceleración, las consultoras anticipan un IPC de agosto en torno al 2%, impulsado por aumentos en precios regulados y alimentos, aunque con un impacto limitado del incremento del dólar. Este artículo analiza en profundidad las diversas perspectivas, los factores que influyen en la inflación actual y las expectativas para el resto del año, basándose en los informes de las principales consultoras económicas del país.
- Inflación de Agosto: Un Consenso en Torno al 2%
- El Escaso Traslado del Dólar: ¿Un Fenómeno Temporal?
- Precios Regulados y Alimentos: Los Principales Impulsores de la Inflación
- Alimentos: Una Aceleración de las Subas
- Expectativas para el Resto del Año: ¿Continuará la Moderación?
- El Rol de la Demanda y la Apertura Comercial
- La Importancia del Manejo de la Liquidez
Inflación de Agosto: Un Consenso en Torno al 2%
La mayoría de las consultoras privadas coinciden en que la inflación de agosto se ubicará alrededor del 2%. Equilibra estima un rango entre 2% y 2,5%, mientras que EcoGo y Orlando J Ferreres (OJF) proyectan un 2%. Esta convergencia de estimaciones sugiere una cierta estabilidad en las expectativas, aunque con diferencias en los factores que impulsan esta inflación. La clave, según los analistas, reside en la limitada transferencia del aumento del dólar a los precios finales, la debilidad de la demanda y el manejo de la liquidez por parte del Banco Central.
La estabilización del dólar en los primeros días de agosto ha contribuido a contener el “pass-through”, es decir, el traslado del tipo de cambio a los precios. La mayor apertura comercial y la caída en la demanda también comprimen los márgenes de ganancia, limitando la capacidad de las empresas para trasladar los aumentos de costos a los consumidores. Sin embargo, los aumentos en precios regulados y en alimentos ejercen una presión al alza sobre el IPC.
El Escaso Traslado del Dólar: ¿Un Fenómeno Temporal?
Uno de los aspectos más destacados de las proyecciones es el bajo impacto del aumento del dólar de finales de julio. Los analistas coinciden en que este incremento se concentró en los últimos días del mes, por lo que su efecto pleno se verá reflejado en el IPC de septiembre. No obstante, la debilidad de la demanda interna limita la capacidad de las empresas para trasladar estos costos a los precios finales. Orlando Ferreres señala que los supermercados están frenando las listas de precios para proteger al consumidor, lo que contribuye a contener la inflación.
Ramiro Tosi, de Suramericana Vision, explica que el aumento del dólar en julio se dio principalmente en la última semana, lo que implica que el grueso del traslado a precios se produjo en esos días. El rubro de alimentos y bebidas no alcohólicas, que representa casi el 27% del IPC, triplicó su aumento respecto al mes anterior, pasando del 0,6% en junio al 1,9% en julio. Esto indica que, aunque el traslado fue limitado, sí se produjo un impacto en este sector clave.
Precios Regulados y Alimentos: Los Principales Impulsores de la Inflación
Más allá del escaso impacto del dólar, los aumentos en precios regulados y en alimentos son los principales factores que presionan al IPC de agosto. Las tarifas de luz aumentaron un 2%, las del gas entre un 2,6% y un 2,8%, y las boletas de agua de AYSA se ajustaron un 1%. Además, las prepagas incrementaron sus cuotas entre un 1,3% y un 1,95%, y las empresas de telecomunicaciones podrían aumentar sus precios hasta un 3%, dependiendo del servicio y la compañía. La cuota de los colegios en el AMBA también experimentó un aumento entre el 5% y el 7%.
El informe de Equilibra destaca que el traslado a precios ha sido acotado y heterogéneo, siendo menor en alimentos y bebidas (1,3%) y mayor en bienes con alto componente importado y nafta (3,3%). Entre estos últimos se encuentran autos (5%), productos de limpieza (3,1%), cuidado personal (3,1%), libros y medicamentos (2,4%). C&T señala que los componentes regulados mantienen una performance similar a la de meses recientes, y que en el resto de los componentes no se observa un comportamiento diferencial a pesar de la suba del tipo de cambio.
Alimentos: Una Aceleración de las Subas
El sector de alimentos y bebidas ha mostrado una marcada aceleración de las subas en las primeras dos semanas de agosto, según el registro de LCG. Este rubro acumuló un aumento del 3,1%, lo que sugiere que el impacto de la devaluación podría estar comenzando a sentirse con mayor fuerza en los precios de los alimentos. Sin embargo, las consultoras advierten que estos aumentos suelen concentrarse a principio de mes y se moderan sensiblemente después.
LCG también señala que la actividad económica débil y la apertura de las importaciones actúan como contrapeso, limitando la capacidad de las empresas para trasladar los aumentos de costos a los precios. En este contexto, la suba de costos podría ser absorbida achicando los márgenes de rentabilidad del sector minorista. Anzalone sostiene que el registro de agosto se explica en parte por factores estacionales y ajustes puntuales, pero sin señales de un cambio de tendencia.
Expectativas para el Resto del Año: ¿Continuará la Moderación?
Las consultoras mantienen una postura cautelosa sobre las perspectivas de inflación para el resto del año. Si bien la mayoría espera una moderación en comparación con los primeros meses del año, advierten que existen riesgos al alza, como una nueva depreciación del dólar o un aumento de la demanda interna. La evolución de la liquidez y la capacidad del BCRA para controlarla también serán factores clave.
La incertidumbre política y económica, sumada a la volatilidad del tipo de cambio, dificultan la elaboración de proyecciones precisas. Las consultoras coinciden en que la inflación seguirá siendo un desafío importante para la economía argentina, y que será necesario implementar políticas macroeconómicas consistentes y sostenibles para lograr una estabilización duradera de los precios. La capacidad del gobierno para controlar el gasto público y reducir el déficit fiscal también será fundamental para contener las presiones inflacionarias.
El Rol de la Demanda y la Apertura Comercial
La debilidad de la demanda interna juega un papel crucial en la contención de la inflación. La caída del consumo y la inversión limitan la capacidad de las empresas para trasladar los aumentos de costos a los precios finales. La apertura comercial, por su parte, permite importar bienes a precios más competitivos, lo que contribuye a moderar la inflación en algunos sectores.
Sin embargo, la apertura comercial también puede generar presiones sobre el tipo de cambio, lo que podría revertir el efecto de contención de la inflación. Además, la debilidad de la demanda interna puede afectar negativamente el crecimiento económico, lo que a su vez podría generar un círculo vicioso de recesión e inflación. Por lo tanto, es fundamental encontrar un equilibrio entre la apertura comercial y el estímulo a la demanda interna.
La Importancia del Manejo de la Liquidez
El manejo de la liquidez por parte del Banco Central es un factor clave para controlar la inflación. Una política monetaria restrictiva, que limite la emisión de dinero y aumente las tasas de interés, puede ayudar a reducir la demanda agregada y contener las presiones inflacionarias. Sin embargo, una política monetaria demasiado restrictiva también puede afectar negativamente el crecimiento económico.
Por lo tanto, es fundamental que el BCRA adopte una política monetaria prudente y equilibrada, que tenga en cuenta tanto la necesidad de controlar la inflación como la de promover el crecimiento económico. La capacidad del Tesoro para absorber la deuda en las licitaciones también es importante, ya que una mayor demanda de deuda puede ayudar a reducir la presión sobre el tipo de cambio y contener la inflación.
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