Infraestructura Deficiente: Costos Logísticos Amenazan el Crecimiento del Agro Argentino
El sector agroindustrial argentino, motor clave de la economía nacional, enfrenta un desafío crucial: la modernización y expansión de su infraestructura logística. La capacidad de duplicar la producción de granos en la próxima década, proyectada en 260 millones de toneladas, depende directamente de la resolución de cuellos de botella que elevan costos y limitan el potencial de crecimiento. Este artículo analiza en profundidad las problemáticas de infraestructura, el contexto macroeconómico que afecta al sector, y las perspectivas de producción en regiones clave como Córdoba, basándose en las conclusiones del ciclo “Coyuntura y agro, una mirada económica y política” organizado por La Voz en Córdoba.
Infraestructura Deficiente: Un Freno al Crecimiento Agroindustrial
La falta de inversión en infraestructura se erige como la principal barrera para el desarrollo del agro argentino. Rutas terrestres en mal estado, vías fluviales subutilizadas y sistemas logísticos obsoletos incrementan significativamente los costos de transporte y dificultan el acceso a los mercados internacionales. Esta situación no solo afecta la competitividad del sector, sino que también reduce la rentabilidad de los productores, quienes terminan absorbiendo las ineficiencias del sistema. La necesidad de modernizar la infraestructura no es simplemente una cuestión de eficiencia, sino una condición indispensable para aprovechar el potencial productivo del país.
El congestionamiento en el acceso al Gran Rosario, principal nodo de exportación agroindustrial, es un ejemplo paradigmático de esta problemática. Según datos del Banco Mundial, este cuello de botella genera un sobrecosto de 8,1 dólares por tonelada, representando entre el 10% y el 13% del costo logístico FAS para la soja. Resolver esta situación permitiría un ahorro anual estimado de 450 millones de dólares, recursos que podrían ser reinvertidos en el sector o destinados a otros fines productivos. La concentración del transporte por camión, con 55 millones de toneladas ingresando al complejo portuario, frente a las apenas 4 millones transportadas por ferrocarril, evidencia la urgencia de diversificar y modernizar el sistema de transporte.
La falta de inversión en infraestructura no se limita al transporte. La necesidad de mejorar la capacidad de almacenamiento, la eficiencia de los puertos y la conectividad digital también son aspectos cruciales para optimizar la cadena de valor agroindustrial. La modernización de la infraestructura debe ser abordada como una estrategia integral que involucre a todos los actores del sector, desde los productores hasta los exportadores, pasando por los proveedores de servicios logísticos y las autoridades gubernamentales.
El Contexto Macroeconómico: Un Salvavidas de Plomo para el Sector
El contexto macroeconómico actual presenta desafíos significativos para los productores agropecuarios. Un tipo de cambio considerado como un “salvavidas de plomo” y el riesgo de un aumento en las retenciones generan incertidumbre y comprometen la rentabilidad del sector. La volatilidad del tipo de cambio dificulta la planificación a largo plazo y reduce la capacidad de inversión de los productores. El aumento de las retenciones, por su parte, impacta directamente en los precios recibidos por los productores, disminuyendo sus márgenes de ganancia.
Además de estos factores, el alto costo de los insumos, los arrendamientos y la baja de los precios internacionales de los commodities contribuyen a la reducción de la rentabilidad del sector. La inflación, persistente en la economía argentina, erosiona el poder adquisitivo de los productores y aumenta los costos de producción. La combinación de estos factores crea un escenario complejo y desafiante para el sector agroindustrial, que requiere de políticas públicas que promuevan la estabilidad económica y la competitividad.
La necesidad de un marco regulatorio claro y predecible es fundamental para fomentar la inversión y el crecimiento del sector. La simplificación de los trámites burocráticos, la reducción de la carga impositiva y la promoción de la innovación tecnológica son medidas que podrían contribuir a mejorar la competitividad del agro argentino. Asimismo, es importante fortalecer la capacidad de negociación de los productores en los mercados internacionales y diversificar los destinos de exportación.
Córdoba: Récord de Siembra de Trigo con Márgenes Ajustados
La provincia de Córdoba se destaca por su potencial productivo y su capacidad para adaptarse a las condiciones climáticas favorables. Se proyecta una siembra récord de trigo, con 1,75 millones de hectáreas, gracias a condiciones climáticas propicias. Sin embargo, a pesar de este optimismo, los márgenes de ganancia seguirán siendo ajustados, lo que impulsa a algunos productores a evaluar cultivos de cobertura como alternativa. Los cultivos de cobertura, además de mejorar la calidad del suelo, pueden reducir los costos de producción y diversificar los ingresos de los productores.
La diversificación de la producción es una estrategia clave para reducir la vulnerabilidad del sector a las fluctuaciones de los precios internacionales de los commodities. La incorporación de cultivos de mayor valor agregado, como frutas, hortalizas y productos orgánicos, puede generar mayores ingresos y mejorar la rentabilidad de las explotaciones agropecuarias. Asimismo, es importante promover la integración vertical de la cadena de valor, permitiendo a los productores capturar una mayor proporción de los beneficios.
El desarrollo de la infraestructura de riego en Córdoba es fundamental para garantizar la sostenibilidad de la producción agrícola en un contexto de cambio climático. La disponibilidad de agua es un factor crítico para el éxito de los cultivos, y la inversión en sistemas de riego eficientes puede aumentar la productividad y reducir la dependencia de las precipitaciones. Asimismo, es importante promover la adopción de prácticas agrícolas sostenibles que permitan conservar los recursos naturales y proteger el medio ambiente.
Perspectivas Futuras: Biocombustibles, Inversión y Modelos de Desarrollo
El ciclo “Coyuntura y agro, una mirada económica y política” continuará con tres encuentros más en 2025, abordando temas clave para el futuro del sector. En junio se analizarán los biocombustibles, una alternativa prometedora para diversificar la matriz energética y agregar valor a la producción agrícola. Los biocombustibles pueden contribuir a reducir la dependencia de los combustibles fósiles y generar nuevas oportunidades de negocio para los productores.
En agosto se discutirá la inversión en el agro, un factor crucial para modernizar el sector y aumentar su competitividad. La atracción de inversiones nacionales y extranjeras es fundamental para financiar proyectos de infraestructura, innovación tecnológica y desarrollo de nuevos productos. La creación de un clima de inversión favorable, con reglas claras y estables, es esencial para fomentar la confianza de los inversores.
Finalmente, en octubre se analizarán los modelos de desarrollo de “Vaca Muerta” y “Vaca Viva”, con el objetivo de identificar lecciones aprendidas y aplicarlas al sector agroindustrial. La articulación del análisis técnico con el contexto político y económico nacional es fundamental para diseñar políticas públicas efectivas que promuevan el crecimiento sostenible del agro argentino. La colaboración entre los diferentes actores del sector, incluyendo productores, empresas, gobiernos y centros de investigación, es esencial para superar los desafíos y aprovechar las oportunidades que se presentan.
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