Ingeniero español triunfa en China: "Me preguntaron por qué me iba y respondí..."
Bajo el telón de la fuga de cerebros que asola a las universidades españolas, un ingeniero español ha encendido las redes sociales con su mordaz respuesta a la pregunta de por qué decidió buscar oportunidades en China.
El lamento del politólogo
Pablo Simón, politólogo de la Universidad Carlos III, lamentó la incapacidad de las universidades públicas españolas para retener y atraer talento, culpando a la competencia autonómica en materia de financiación y a la necesidad de aumentar el presupuesto.
La dura realidad
Simón planteó la grave situación que enfrentan las universidades españolas: "Hay un empuje para que el sistema universitario se parezca más al americano y menos al nuestro. ¿A quién traes por 1.200 euros al mes? ¿A investigar qué? ¿Compitiendo con quién?"
"¿A quién traes por 1.200 euros al mes? ¿A investigar qué? ¿Compitiendo con quién?" - Pablo Simón
La respuesta de China
Frente al desánimo de Simón, un ingeniero español en China, Mario, ofreció una perspectiva diferente. "Antes de irme a China, unos profesores que quiero mucho me dijeron: '¿Y a ti que se te ha perdido en China, Mario, no te apetece más hacerte un doctorado?'"
Las lecciones de un ingeniero en el extranjero
Mario continuó explicando que, a pesar de las dificultades que enfrentó inicialmente, finalmente encontró oportunidades inigualables en China. "Aquí [en China], las universidades tienen una mentalidad diferente. Buscan constantemente talento y están dispuestas a invertir en él. El gobierno también apoya mucho la investigación y el desarrollo."
Mario destacó las oportunidades de investigación de primer nivel y el potencial de crecimiento profesional que encontró en China. "Aquí puedo trabajar en proyectos innovadores con recursos que ni siquiera podía soñar en España. Y el salario es muy competitivo."
Una llamada de atención
La historia de Mario es un recordatorio de las oportunidades que existen fuera de España para los profesionales talentosos. También es una llamada de atención para quienes están al mando de las universidades españolas: deben abordar la fuga de cerebros invirtiendo más en la educación superior y creando un entorno que atraiga y retenga el talento.
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