Inquilino sueco conserva vivienda pese a consumo excesivo de agua
Un fallo judicial sin precedentes en Suecia ha otorgado a un inquilino el derecho a permanecer en su vivienda a pesar de su excesivo consumo de agua caliente.
Antecedentes del caso
El arrendador había instalado caudalímetros en mayo de 2021 y detectó un consumo de agua caliente de 69 metros cúbicos, muy superior a los 35 metros cúbicos anuales recomendados. Según el arrendador, este uso excesivo generó un gasto adicional de 50.000 coronas suecas (aproximadamente 4.500 euros).
En 2022, el propietario rescindió el contrato de arrendamiento alegando además que el inquilino era descuidado y no mantenía adecuadamente el apartamento. Sin embargo, el inquilino, respaldado por la Asociación de Inquilinos de Estocolmo, impugnó la rescisión alegando que las mediciones eran inexactas y que los costos no podían atribuirse únicamente a su uso.
Fallo de los tribunales
Tanto el tribunal de primera instancia como el tribunal de apelación fallaron a favor del inquilino, afirmando que no se pudo demostrar que el exceso de consumo fuera intencionado ni que causaría daños significativos al propietario.
Si bien el tribunal reconoció que el alto consumo era un problema, concluyó que, por sí solo, no justificaba la pérdida del contrato de arrendamiento.
Implicaciones del fallo
Este fallo ha generado interés ya que es raro que un inquilino pueda conservar su vivienda a pesar de haber sido declarado responsable de un consumo excesivo de agua. Sin embargo, el representante del inquilino advierte que este fallo no debe interpretarse como una luz verde para el consumo excesivo de agua.
El fallo destaca la importancia de mediciones precisas del consumo de agua y la necesidad de equilibrar los derechos de los inquilinos con las responsabilidades de los propietarios.
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