Irán amenaza con cerrar el Estrecho de Ormuz: Impacto en el petróleo y tensión global.

La reciente aprobación por parte del Parlamento iraní para considerar el cierre del Estrecho de Ormuz ha generado una ola de preocupación a nivel global. Este paso estratégico, vital para el comercio mundial de petróleo, se ha convertido en un punto de tensión en un contexto geopolítico ya de por sí complejo. La decisión, aunque aún sujeta a la aprobación del líder supremo, el ayatolá Ali Khamenei, representa una escalada significativa en las tensiones entre Irán y Occidente, especialmente Estados Unidos. Este artículo analizará en profundidad las implicaciones de este posible cierre, los factores que lo impulsan, las posibles respuestas internacionales y el impacto económico que podría tener en el mercado energético mundial.

El Estrecho de Ormuz: Una Arteria Vital del Comercio Mundial

El Estrecho de Ormuz es una vía marítima estrecha, de aproximadamente 21 millas de ancho en su punto más estrecho, que conecta el Golfo Pérsico con el Golfo de Omán y, finalmente, con el Océano Índico. Su importancia radica en que es la principal ruta de exportación de petróleo desde los países del Golfo Pérsico, incluyendo Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Kuwait y Qatar. Se estima que alrededor del 20-30% del petróleo transportado a nivel mundial transita por este estrecho, lo que lo convierte en un punto crítico para la seguridad energética global. Cualquier interrupción en el flujo de petróleo a través del Estrecho de Ormuz tendría consecuencias devastadoras para la economía mundial, provocando un aumento drástico de los precios del petróleo y afectando a las cadenas de suministro globales.

La geografía del Estrecho de Ormuz complica aún más la situación. Su estrechez lo hace vulnerable a bloqueos navales, ya sea por minas marinas, ataques a buques petroleros o el despliegue de fuerzas navales para impedir el paso. Irán, que controla la costa norte del estrecho, ha amenazado repetidamente con cerrarlo en respuesta a sanciones económicas o acciones militares en su contra. Esta amenaza, aunque no es nueva, ha cobrado mayor relevancia en las últimas semanas debido al aumento de las tensiones con Estados Unidos y sus aliados.

Factores Detrás de la Decisión Iraní

La decisión del Parlamento iraní de considerar el cierre del Estrecho de Ormuz es una respuesta directa a las crecientes presiones económicas y políticas que enfrenta el país. Las sanciones impuestas por Estados Unidos, especialmente después de la retirada del acuerdo nuclear de 2015, han asfixiado la economía iraní, limitando sus exportaciones de petróleo y dificultando el acceso al sistema financiero internacional. El gobierno iraní considera que estas sanciones son ilegales y buscan desestabilizar el país. En este contexto, la amenaza de cerrar el Estrecho de Ormuz se presenta como una herramienta de presión para obligar a Occidente a reconsiderar su postura y levantar las sanciones.

Además de las sanciones económicas, la decisión iraní también está motivada por las tensiones militares en la región. El aumento de la presencia militar estadounidense en el Golfo Pérsico, así como los ataques a buques petroleros en aguas cercanas al Estrecho de Ormuz, han exacerbado la desconfianza entre Irán y Estados Unidos. Irán acusa a Estados Unidos de buscar desestabilizar la región y de apoyar a sus rivales, como Arabia Saudita e Israel. En este contexto, la amenaza de cerrar el Estrecho de Ormuz se interpreta como una advertencia a Estados Unidos para que no intervenga en los asuntos internos de Irán y para que respete su soberanía.

Posibles Respuestas Internacionales

Ante la amenaza de cierre del Estrecho de Ormuz, la comunidad internacional se enfrenta a un dilema complejo. Una respuesta militar directa por parte de Estados Unidos o sus aliados podría desencadenar una guerra a gran escala en la región, con consecuencias impredecibles. Por otro lado, una respuesta pasiva podría interpretarse como una señal de debilidad y alentar a Irán a seguir adelante con sus planes. La opción más probable es una combinación de medidas diplomáticas y militares.

En el ámbito diplomático, se espera que Estados Unidos y sus aliados intensifiquen las negociaciones con Irán para tratar de llegar a un acuerdo que evite el cierre del Estrecho de Ormuz. Estas negociaciones podrían incluir la reanudación del acuerdo nuclear de 2015, así como la discusión de otros temas de interés mutuo, como la seguridad regional y la lucha contra el terrorismo. Sin embargo, las negociaciones se ven obstaculizadas por la profunda desconfianza entre las partes y por las diferencias irreconciliables en cuanto a las condiciones para un acuerdo.

En el ámbito militar, Estados Unidos y sus aliados podrían aumentar su presencia naval en el Golfo Pérsico y el Golfo de Omán para garantizar la seguridad del Estrecho de Ormuz. También podrían desplegar sistemas de defensa antiminas y de misiles para proteger a los buques petroleros. Además, Estados Unidos podría considerar la posibilidad de establecer una coalición internacional para patrullar el Estrecho de Ormuz y disuadir a Irán de llevar a cabo cualquier acción hostil.

Impacto Económico del Cierre del Estrecho de Ormuz

El cierre del Estrecho de Ormuz tendría un impacto económico devastador a nivel global. El precio del petróleo se dispararía, lo que afectaría a todos los países importadores de petróleo, especialmente a los países en desarrollo. El aumento de los precios del petróleo también provocaría un aumento de la inflación y una desaceleración del crecimiento económico mundial. Además, el cierre del Estrecho de Ormuz interrumpiría las cadenas de suministro globales, lo que afectaría a la producción y el comercio de bienes y servicios.

Según estimaciones de expertos, un cierre prolongado del Estrecho de Ormuz podría elevar el precio del petróleo a más de 150 dólares por barril, superando el récord de 2008. Esto tendría un impacto significativo en la economía mundial, especialmente en los países que dependen en gran medida de las importaciones de petróleo. Además, el cierre del Estrecho de Ormuz podría provocar una crisis energética a nivel global, con consecuencias impredecibles para la estabilidad económica y política.

El impacto económico del cierre del Estrecho de Ormuz no se limitaría al mercado energético. También afectaría a otros sectores de la economía, como el transporte marítimo, la industria manufacturera y el turismo. El aumento de los costos de transporte y producción, así como la disminución de la demanda, podrían provocar una recesión económica mundial.

Alternativas al Estrecho de Ormuz

Aunque el Estrecho de Ormuz es la principal ruta de exportación de petróleo desde el Golfo Pérsico, existen algunas alternativas, aunque limitadas y costosas. Una de ellas es el oleoducto que conecta el Golfo Pérsico con el Mar Rojo, a través de Arabia Saudita y Jordania. Sin embargo, este oleoducto tiene una capacidad limitada y no podría sustituir completamente el flujo de petróleo a través del Estrecho de Ormuz. Otra alternativa es el oleoducto que conecta el Golfo Pérsico con el Mediterráneo, a través de Irak y Turquía. Este oleoducto también tiene una capacidad limitada y está sujeto a riesgos geopolíticos.

Además de los oleoductos, también se están considerando otras alternativas, como el aumento de la producción de petróleo en otros países y el desarrollo de fuentes de energía renovables. Sin embargo, estas alternativas requieren inversiones significativas y no podrían implementarse a corto plazo. En última instancia, la mejor solución para garantizar la seguridad energética global es evitar el cierre del Estrecho de Ormuz, a través de la diplomacia y la cooperación internacional.

Fuente: https://www.huffingtonpost.es//global/el-parlamento-irani-aprueba-cierre-estrecho-ormuz.html