Israel aprueba plan de paz Trump para Gaza: Alto el fuego e intercambio de prisioneros.
El reciente acuerdo al que ha llegado Israel para avanzar con la primera fase del plan de paz propuesto por Donald Trump para Gaza marca un punto de inflexión en el conflicto. Tras más de dos años de una ofensiva militar que ha resultado en un devastador número de víctimas palestinas –superando los 67,000– y en respuesta a los ataques iniciales de Hamás el 7 de octubre, la perspectiva de un alto el fuego y la liberación de rehenes ha generado tanto esperanza como controversia. Este artículo analiza en detalle los términos del acuerdo, las tensiones internas dentro del gobierno israelí, la respuesta de Hamás y las implicaciones de este plan para el futuro de Gaza y la región.
Los Términos Clave del Acuerdo: Alto el Fuego y Liberación de Rehenes
El acuerdo, ratificado por el gabinete de Benjamín Netanyahu, establece un alto el fuego que entrará en vigor en un plazo de 24 horas. Este cese de hostilidades es el primer paso crucial hacia una posible resolución del conflicto. La piedra angular del acuerdo es la liberación de todos los rehenes israelíes, tanto aquellos que aún se encuentran con vida como los fallecidos, retenidos en la Franja de Gaza. A cambio, Israel se compromete a la excarcelación de miles de prisioneros palestinos. La operación de liberación de rehenes comenzará 72 horas después del inicio del alto el fuego, con la entrega inicial de 20 rehenes con vida y los restos mortales de 28. Este intercambio representa un gesto significativo, aunque doloroso, para ambas partes.
Paralelamente a la liberación de rehenes, Israel reducirá su presencia militar en la Franja de Gaza, pasando de controlar el 80% del territorio al 53%. Esta retirada parcial del ejército israelí es un elemento fundamental para la reconstrucción y la estabilización de la región. Además, se permitirá la entrada inmediata de ayuda humanitaria a través de corredores supervisados por la ONU y la Cruz Roja, lo que busca aliviar la grave crisis humanitaria que afecta a la población gazatí. La magnitud de la ayuda humanitaria y la eficacia de su distribución serán factores críticos para el éxito del acuerdo.
Tensiones Internas en el Gobierno Israelí: La Oposición de Ben Gvir
La aprobación del acuerdo por parte del gabinete israelí no estuvo exenta de tensiones. El ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, un miembro de la extrema derecha, votó en contra del acuerdo, argumentando que la liberación de prisioneros palestinos es un precio “insoportable” a pagar. Ben Gvir ha amenazado con romper la coalición gobernante si Netanyahu continúa adelante con el plan de paz impulsado por Washington. Su oposición refleja las profundas divisiones ideológicas dentro del gobierno israelí y la resistencia a cualquier concesión a los palestinos.
Ben Gvir ha expresado su firme oposición a negociar con Hamás, calificándola de “organización terrorista”, y ha insistido en que Hamás no debe seguir gobernando Gaza. Su postura refleja una línea dura que busca una solución militar definitiva al conflicto. La amenaza de Ben Gvir de abandonar la coalición plantea un riesgo significativo para la estabilidad del gobierno de Netanyahu y podría complicar aún más la implementación del acuerdo de paz. La capacidad de Netanyahu para mantener unida a su coalición será crucial para el éxito del plan.
La Respuesta de Hamás: Una "Victoria Moral y Política"
El jefe político de Hamás en el exilio, Jalil al Haya, ha dado luz verde al acuerdo después de recibir garantías de Estados Unidos y otros mediadores de que la guerra ha terminado y que el alto el fuego será el primer paso hacia una paz real en la región. Hamás ha calificado el pacto como una “victoria moral y política” para el pueblo palestino, aunque ha evitado pronunciarse sobre el futuro de su liderazgo en Gaza o sobre las exigencias de desarme planteadas por Israel. La retórica victoriosa de Hamás refleja su percepción de que ha logrado importantes concesiones de Israel.
Hamás ha anunciado que entregará a todos los rehenes al Comité Internacional de la Cruz Roja en un plazo de 72 horas, en una operación discreta sin ceremonias públicas. Esta medida busca garantizar la seguridad del intercambio y evitar incidentes con las fuerzas israelíes. El movimiento islamista ha pedido a la población gazatí que no se acerque a los puntos de entrega para evitar cualquier confrontación. La coordinación entre Hamás y la Cruz Roja será esencial para garantizar una transferencia segura y eficiente de los rehenes.
Implicaciones y Desafíos Futuros: La Lista de Prisioneros y la Estabilidad a Largo Plazo
A pesar del acuerdo inicial, persisten desafíos importantes. Fuentes palestinas han advertido de que la lista de presos que Israel debe liberar aún no está cerrada, y Hamás exige la inclusión de nombres específicos que Israel se resiste a liberar. La negociación de esta lista de prisioneros podría convertirse en un punto de fricción que amenace el avance del acuerdo. La composición de la lista de prisioneros es un tema delicado que involucra consideraciones de seguridad y políticas para ambas partes.
Más allá de la liberación de rehenes y prisioneros, la estabilidad a largo plazo de Gaza sigue siendo una preocupación fundamental. La reconstrucción de la infraestructura destruida durante la guerra, la creación de oportunidades económicas y la mejora de las condiciones de vida de la población gazatí son desafíos urgentes. La participación de la comunidad internacional y la cooperación entre Israel y Palestina serán esenciales para abordar estos desafíos. La falta de una solución integral a largo plazo podría conducir a una nueva escalada del conflicto.
El plan de paz propuesto por Donald Trump, aunque ahora en su fase inicial, representa un intento de abordar el conflicto de Gaza de una manera diferente. Sin embargo, su éxito dependerá de la capacidad de ambas partes para superar sus diferencias, construir confianza mutua y comprometerse con una solución pacífica y duradera. La implementación del acuerdo requerirá un liderazgo fuerte, una diplomacia hábil y un compromiso genuino con la paz por parte de todos los actores involucrados. La situación en Gaza sigue siendo frágil y volátil, y el camino hacia la paz estará lleno de obstáculos.
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