Israel ataca Saná: Muere el primer ministro hutí en escalada de tensión en Yemen.
La reciente escalada de tensiones en Yemen, con el asesinato del primer ministro del gobierno hutí, ha añadido una nueva capa de complejidad al ya volátil panorama geopolítico de Oriente Medio. Este ataque aéreo, atribuido a Israel, no solo representa una pérdida significativa para el movimiento hutí, sino que también intensifica el conflicto regional, entrelazado con la guerra en Gaza y las crecientes hostilidades entre Israel y sus aliados contra los hutíes. El incidente plantea interrogantes cruciales sobre las implicaciones para la estabilidad de Yemen, el futuro de las negociaciones de paz y el papel de las potencias externas en la región.
El Ataque Aéreo y la Confirmación de la Muerte de Al Rahwi
El ataque aéreo israelí contra Saná, la capital yemení, tuvo como objetivo principal a Abdulaziz bin Habib Al Rahwi, el primer ministro 'de facto' del gobierno hutí. La confirmación de su muerte fue anunciada por la agencia de noticias Saba, vinculada al movimiento hutí, detallando que el ataque se produjo durante una reunión gubernamental destinada a evaluar el primer año de trabajo del gobierno. Además de Al Rahwi, el ataque también se dirigió contra el ministro de Defensa, Mohamed al Atifi, y el jefe de Estado Mayor, Mohamed Abd al Karim al Ghamari, cuyo estado actual permanece desconocido. La precisión del ataque sugiere una inteligencia detallada sobre los movimientos y reuniones de los líderes hutíes.
La respuesta inmediata del gobierno hutí fue el nombramiento de Mohamed Ahmed Miftá, hasta entonces viceprimer ministro, como sucesor de Al Rahwi. Este rápido reemplazo busca demostrar la continuidad del gobierno y su capacidad para operar a pesar de la pérdida de un líder clave. La Presidencia yemení, controlada por los hutíes, lamentó la pérdida de los "mártires" y reafirmó su compromiso de continuar la lucha contra el "enemigo israelí". El comunicado presidencial enfatizó que las instituciones del país seguirán funcionando sin interrupción, a pesar de la magnitud de la pérdida.
Contexto del Conflicto Yemení y la Intervención Hutí
El conflicto en Yemen se remonta a 2014, cuando los hutíes, un grupo armado chiíta, tomaron el control de Saná y otras partes del norte y oeste del país. Este avance desató una guerra civil que ha sumido a Yemen en una profunda crisis humanitaria, considerada una de las peores del mundo. La intervención de una coalición liderada por Arabia Saudita en 2015, respaldada por Estados Unidos y otros países occidentales, buscó restaurar al gobierno reconocido internacionalmente, pero ha prolongado y exacerbado el conflicto. Los hutíes han recibido apoyo de Irán, lo que ha convertido a Yemen en un frente de la rivalidad regional entre Arabia Saudita e Irán.
En los últimos meses, los hutíes han intensificado sus ataques contra territorio israelí y contra buques con conexiones israelíes en el Mar Rojo y el Golfo de Adén. Estos ataques se han llevado a cabo en respuesta a la ofensiva israelí contra Gaza, iniciada tras los ataques de Hamás el 7 de octubre. Los hutíes han justificado sus acciones como una forma de presionar a Israel para que cese sus operaciones en Gaza y de mostrar solidaridad con el pueblo palestino. Además, han atacado buques estadounidenses y británicos en represalia por los bombardeos de estos países contra Yemen, que Washington y Londres justifican como una medida para garantizar la seguridad de la navegación en la región.
La Respuesta de Israel y las Implicaciones Regionales
Israel ha mantenido una postura ambigua con respecto a su participación en Yemen, pero ha reconocido implícitamente su responsabilidad en el ataque contra Al Rahwi y otros líderes hutíes. Fuentes del ejército israelí, citadas por la agencia Europa Press, sugieren que el ataque tenía como objetivo a una docena de ministros hutíes, aunque esta información aún no ha sido confirmada de forma independiente. El ataque representa una escalada significativa en la participación directa de Israel en el conflicto yemení, que hasta ahora se había limitado principalmente a apoyar a la coalición liderada por Arabia Saudita.
Las implicaciones regionales del asesinato de Al Rahwi son profundas. El ataque podría intensificar aún más el conflicto en Yemen, provocando una escalada de violencia y una mayor radicalización de los hutíes. También podría complicar los esfuerzos para alcanzar una solución política al conflicto, ya que los hutíes podrían ser menos propensos a negociar con un enemigo que considera que ha asesinado a sus líderes. Además, el ataque podría exacerbar las tensiones regionales, aumentando el riesgo de una confrontación más amplia entre Israel, Irán y sus aliados.
La Reacción Hutí y la Promesa de Venganza
La respuesta de los hutíes al asesinato de Al Rahwi ha sido contundente. El ministro de Defensa hutí, el general, ha emitido un comunicado oficial en el que afirma que las fuerzas hutíes están "listas a todos los niveles para enfrentarse al enemigo sionista apoyado por Estados Unidos". El comunicado enfatiza la lealtad de los hutíes a su líder y su determinación de continuar la lucha contra Israel. Esta retórica beligerante sugiere que los hutíes podrían intensificar sus ataques contra Israel y sus aliados en los próximos días y semanas.
La amenaza de represalias hutíes plantea serias preocupaciones sobre la seguridad de los buques que transitan por el Mar Rojo y el Golfo de Adén. Los hutíes han demostrado su capacidad para atacar buques con misiles y drones, y podrían utilizar esta capacidad para interrumpir el comercio marítimo y aumentar los costos de envío. Esto podría tener un impacto significativo en la economía global, especialmente en Europa, que depende en gran medida del comercio marítimo a través del Mar Rojo. La situación exige una respuesta coordinada de la comunidad internacional para proteger la navegación y prevenir una mayor escalada del conflicto.
El Papel de las Potencias Externas y el Futuro de Yemen
El conflicto en Yemen está profundamente entrelazado con las rivalidades geopolíticas de la región, y las potencias externas desempeñan un papel crucial en la configuración de su curso. Arabia Saudita, respaldada por Estados Unidos, ha liderado una coalición militar que ha intervenido en Yemen para restaurar al gobierno reconocido internacionalmente. Irán, por su parte, ha apoyado a los hutíes, proporcionándoles armas y entrenamiento. La competencia entre Arabia Saudita e Irán ha exacerbado el conflicto y ha dificultado los esfuerzos para alcanzar una solución política.
Estados Unidos y el Reino Unido también han estado involucrados en el conflicto yemení, proporcionando apoyo militar y logístico a la coalición liderada por Arabia Saudita. Recientemente, han llevado a cabo ataques aéreos contra Yemen en respuesta a los ataques hutíes contra buques en el Mar Rojo. Estos ataques han sido criticados por organizaciones humanitarias, que argumentan que han exacerbado la crisis humanitaria en Yemen. El futuro de Yemen es incierto, y la resolución del conflicto requerirá un compromiso genuino de todas las partes involucradas, así como una mayor atención a las necesidades humanitarias del pueblo yemení.
Fuente: https://www.huffingtonpost.es//global/israel-mata-primer-ministro-gobierno-huti-ataqueereo-sana.html
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