Izquierda dividida: ¿El camino hacia la victoria o el abismo?
La izquierda española se enfrenta a una difícil encrucijada tras la dimisión de Yolanda Díaz como coordinadora general de Sumar. La división interna y las dificultades para lograr la unidad han sido un lastre para la izquierda, que ha visto como la ultraderecha se consolida en las urnas.
La fractura interna
La formación de Sumar supuso la ruptura definitiva de la izquierda española, que hasta entonces se había aglutinado en torno al PSOE. Esta escisión se debió a diferencias personales entre Yolanda Díaz y Pablo Iglesias, que provocaron la marcha de Podemos del proyecto.
Desde entonces, la izquierda ha ido menguando su representación en las elecciones, a pesar de los intentos de Podemos por mantenerse a flote. La formación morada ha apostado todo a Irene Montero y a las elecciones europeas, donde han conseguido respirar gracias a los buenos resultados obtenidos.
La búsqueda de la unidad
Mientras tanto, en Francia la izquierda ha optado por trabajar en la reconstrucción de la alianza que ya constituyeron en 2022. Esta unidad ha sido posible gracias a la presión ciudadana y la constatación de que la fragmentación sólo beneficia a la extrema derecha.
En España, sin embargo, la izquierda parece estar lejos de entenderse. La dimisión de Yolanda Díaz ha agravado aún más las divisiones internas, y por el momento no se vislumbra una solución a corto plazo.
Si las acciones son fruto de la envidia, entenderemos por qué la lucha política, en su última expresión, se reduce a cálculos y a maniobras apropiadas para asegurar la eliminación de nuestros émulos o de nuestros enemigos.
Emil Cioran
El desafío de la izquierda
La izquierda española se enfrenta al reto de superar sus divisiones y lograr la unidad para poder hacer frente a la amenaza de la ultraderecha. En Francia, los partidos de izquierda han demostrado que es posible trabajar juntos, y la izquierda española debería tomar nota.
Si la izquierda no es capaz de superar sus diferencias y unirse, el futuro de la democracia española corre peligro. La extrema derecha está dispuesta a aprovechar cualquier debilidad de la izquierda para consolidar su posición y socavar los valores democráticos.
Artículos relacionados