Jardín Inglés Renovado: Diseño, Amplitud y Vida Familiar en 500m²
La renovación de un jardín es mucho más que una simple tarea de jardinería; es una oportunidad para transformar un espacio exterior en una extensión habitable, un refugio personal y un escenario para la vida familiar. El caso que presentamos hoy, un jardín inglés de principios del siglo XX en una casa de 500 m², ilustra a la perfección cómo una decisión de diseño audaz, combinada con una cuidadosa selección de plantas y materiales, puede convertir un espacio fragmentado en un oasis de amplitud, movimiento y armonía. Este proyecto, liderado por Bettina de Anchorena y Damián Ayarza, no solo revitalizó un jardín, sino que redefinió la relación entre la arquitectura y el paisaje, creando un espacio que celebra la belleza natural y la funcionalidad moderna.
- El Desafío Inicial: Un Jardín Fragmentado y sin Funcionalidad
- La Decisión Clave: Reubicación de la Pileta y Creación de Terrazas
- La Primera Terraza: Un Espacio de Reunión Familiar Íntimo
- La Segunda Terraza: Césped, Juegos y Color Estacional
- La Tercera Terraza: Pileta, Solárium y Estructura Visual
- Detalles que Marcan la Diferencia: Pérgolas, Zonas de Sombra y Vegetación Estructural
- La Vegetación: Un Equilibrio entre Estructura, Color y Textura
- Unidad entre Arquitectura y Paisajismo: El Secreto del Éxito
El Desafío Inicial: Un Jardín Fragmentado y sin Funcionalidad
El jardín original, aunque con el encanto inherente a los diseños ingleses clásicos, sufría de una falta de cohesión y funcionalidad. La ubicación central de la pileta ovalada, si bien estéticamente agradable, limitaba el uso del espacio y dificultaba la creación de áreas diferenciadas para el esparcimiento familiar. La distribución existente no aprovechaba al máximo los 500 m², resultando en un jardín que se percibía como fragmentado y poco aprovechado. La necesidad de un espacio más funcional y adaptable a las necesidades de una familia moderna fue el punto de partida para la intervención paisajística.
La casa, construida a principios del siglo XX, poseía una arquitectura distintiva que requería un diseño de jardín que complementara su estilo y carácter. Los paisajistas se enfrentaron al reto de integrar el nuevo diseño con la estética original de la vivienda, respetando sus elementos arquitectónicos y utilizando materiales que dialogaran con su historia. La clave para lograr este equilibrio residía en encontrar una solución que modernizara el jardín sin comprometer su encanto tradicional.
La Decisión Clave: Reubicación de la Pileta y Creación de Terrazas
La decisión más impactante y transformadora del proyecto fue la reubicación de la pileta ovalada. En lugar de mantenerla en el centro del jardín, los paisajistas optaron por trasladarla a un área paralela a la vivienda. Este movimiento estratégico liberó una cantidad significativa de espacio, permitiendo la creación de tres terrazas diferenciadas con usos específicos. Esta reconfiguración no solo mejoró la funcionalidad del jardín, sino que también abrió nuevas posibilidades para el diseño del paisaje.
La nueva ubicación de la pileta, en un nivel superior, permitió integrarla visualmente con la casa y crear un área de solárium con vistas panorámicas. La forma rectangular de la nueva pileta, en contraste con la ovalada original, aportó un toque de modernidad al diseño. La elección de cercos de buxus alrededor de la pileta reforzó la estructura visual y complementó la estética de la casa, creando una sensación de continuidad y armonía.
La Primera Terraza: Un Espacio de Reunión Familiar Íntimo
La primera terraza, ubicada inmediatamente adyacente a la casa, se concibió como un área de reunión familiar íntima y acogedora. El solado de ladrillos con tramas, cuidadosamente seleccionado para dialogar con la arquitectura original de la vivienda, creó una base sólida y atractiva para el espacio. Se generaron espacios de estar rodeados de rosales trepadores, que enmarcaron la salida al jardín y proporcionaron sombra y privacidad.
La elección de los rosales trepadores no fue casual; su fragancia y belleza evocan la tradición de los jardines ingleses clásicos. La combinación de ladrillos y rosales creó una atmósfera cálida y romántica, invitando a la relajación y la convivencia. La disposición de los muebles y la iluminación se pensaron cuidadosamente para crear un espacio funcional y confortable, ideal para comidas al aire libre, reuniones familiares o simplemente para disfrutar de un momento de tranquilidad.
La Segunda Terraza: Césped, Juegos y Color Estacional
La segunda terraza se destinó a un área de césped y juegos infantiles, rodeada de canteros florales que aportan color y movimiento estacional. El césped, cuidadosamente mantenido, proporcionó un espacio seguro y cómodo para que los niños jugaran y corrieran. Los canteros florales, con una variedad de especies cuidadosamente seleccionadas, añadieron un toque de vitalidad y alegría al jardín.
La elección de las especies florales se basó en su capacidad para ofrecer color y textura a lo largo de las diferentes estaciones del año. Achileas, dalias, azucenas belladona, nicotianas y perovskias fueron algunas de las especies utilizadas para crear una paleta de colores vibrantes y atractivos. La disposición de los canteros se pensó para crear un flujo visual dinámico y armonioso, guiando la mirada a través del jardín.
La Tercera Terraza: Pileta, Solárium y Estructura Visual
La tercera terraza, ubicada en un nivel superior, alberga la nueva pileta rectangular, con solárium y cercos de buxus que refuerzan la estructura visual y acompañan la estética de la casa. La pileta, con su forma moderna y elegante, se convirtió en el punto focal de esta terraza. El solárium, con tumbonas y sombrillas, proporcionó un espacio ideal para relajarse y disfrutar del sol.
Los cercos de buxus, cuidadosamente podados, no solo delimitaron el área de la pileta, sino que también reforzaron la estructura visual del jardín, creando una sensación de orden y armonía. La elección del buxus, una planta clásica de los jardines ingleses, contribuyó a mantener la coherencia estética con el resto del diseño. La combinación de la pileta, el solárium y los cercos de buxus creó un espacio funcional y atractivo, ideal para el esparcimiento y la relajación.
Detalles que Marcan la Diferencia: Pérgolas, Zonas de Sombra y Vegetación Estructural
El proyecto no se limitó a la reubicación de la pileta y la creación de terrazas; también se prestaron especial atención a los detalles que marcan la diferencia. El paso de servicio entre la pileta y la cocina se resolvió con una pérgola cubierta por jazmines de leche y rosales ‘Pierre de Ronsard’, integrando practicidad y diseño. La fragancia embriagadora de los jazmines y la belleza delicada de los rosales crearon una atmósfera romántica y acogedora.
Se creó una zona de sombra bajo un gran alcanfor, acompañada por azareros áureos, Piper sp., alocasias y dietes variegados, generando un espacio fresco y de encuentro en los días de verano. La vegetación estructural, que incluye Buxus sempervirens y Cupressus sempervirens, dio solidez al diseño y proporcionó un marco permanente para las plantas de temporada. Trepadoras como Clematis montana y rosales ‘Clair Matin’ se sumaron a muros y pérgolas, añadiendo verticalidad y exuberancia al jardín.
La Vegetación: Un Equilibrio entre Estructura, Color y Textura
La selección de la vegetación fue un aspecto fundamental del proyecto. Se buscó un equilibrio entre plantas estructurales, que proporcionan forma y solidez al diseño, y plantas de temporada, que aportan color y textura a lo largo del año. La combinación de especies perennes y anuales aseguró que el jardín mantuviera su atractivo visual en todas las estaciones.
Para las zonas sombrías se eligieron Acer palmatum, camelias, helechos dryopteris, abutilones, bergenias y anémonas, aportando textura y variedad a lo largo del año. Estas plantas, adaptadas a las condiciones de sombra, prosperaron en estas áreas, creando un ambiente fresco y tranquilo. La diversidad de especies vegetales contribuyó a crear un ecosistema saludable y atractivo para la fauna local.
Unidad entre Arquitectura y Paisajismo: El Secreto del Éxito
El gran acierto del rediseño fue lograr unidad entre arquitectura y paisajismo. Los ladrillos de la casa continúan en los solados del jardín, mientras que los cercos de buxus repiten un lenguaje común en todos los sectores. Esta coherencia visual creó una sensación de continuidad y armonía, integrando la casa y el jardín en un conjunto unificado.
La elección de materiales y plantas se basó en su capacidad para complementar la arquitectura de la casa y crear una atmósfera coherente y atractiva. La atención al detalle y la cuidadosa planificación permitieron crear un jardín que no solo es funcional y hermoso, sino que también refleja el estilo y la personalidad de sus propietarios. El resultado es un espacio que se percibe como una extensión natural de la vivienda, un lugar donde la naturaleza y la arquitectura se potencian mutuamente.





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