Javier Milei, ¿un Kirchner antiestatal?
El especialista en comunicación política, Gustavo Córdoba, analiza la estrategia política y la imagen de Javier Milei. Señala que, al igual que hizo Néstor Kirchner con el clima antimercado, Milei ha sabido capitalizar el sentimiento antiestatal. Sin embargo, alerta sobre el riesgo de malinterpretar el mandato de la sociedad, ya que no todos los votantes de Milei comparten su visión extrema.
La captación del clima de opinión
Según Córdoba, Milei, al igual que lo hizo Néstor Kirchner tras la crisis de 2001, ha sabido aprovechar el clima de opinión para construir su base política. En el caso de Milei, se trata de un sentimiento antiestatal, producto de la decepción con las últimas administraciones.
Este clima ha permitido a Milei construir un núcleo duro de apoyo, que ha ido creciendo hasta alcanzar alrededor del 45%. Sin embargo, este apoyo se enfrenta a un núcleo duro opositor de similar intensidad, lo que evidencia la fuerte polarización que caracteriza el escenario político actual.
La dificultad de convencer a los no votantes
Córdoba señala que Milei ha tenido dificultades para convencer a quienes no votaron por él. Las encuestas reflejan una imagen negativa de Milei, con un 52% de opiniones negativas frente a un 47% de positivas.
Además, las medidas económicas implementadas por Milei han provocado un empeoramiento de la situación para el 90% de los argentinos. Si bien un 45% de ellos todavía mantiene esperanzas en el Gobierno, el tiempo se convierte en un factor crítico para Milei.
Córdoba subraya que, tal como sucedió con Kirchner tras la crisis de 2001, el tiempo y la capacidad para generar impacto positivo en la recuperación del poder adquisitivo serán claves para la gobernabilidad de Milei.
En este sentido, la oposición no es el principal rival del Gobierno de Milei, sino el tiempo. Si no se producen mejoras tangibles, el desgaste puede erosionar el apoyo de sus votantes y comprometer su capacidad para gobernar.
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