Joven neuquina lucha por su vida tras complicaciones en cirugía: Traslado a Buenos Aires y amputación.

La historia de Alison Calfunao, una joven neuquina de 29 años, es un relato desgarrador de negligencia médica y una lucha desesperada por la vida. Lo que debía ser una cirugía ambulatoria de rutina, una ligadura de trompas, se convirtió en una pesadilla que la ha llevado a sufrir dos paros cardiorrespiratorios, la amputación de una pierna y la espera de un trasplante de corazón. Este artículo detalla el calvario de Alison, desde el momento de la intervención fallida hasta su traslado urgente a Buenos Aires y su actual estado crítico, además de las acciones legales que su familia ha emprendido en busca de justicia.

Índice

El Desencadenante: Una Cirugía de Rutina que Sale Mal

El lunes pasado, Alison ingresó a una clínica privada en Neuquén con la esperanza de someterse a una ligadura de trompas, un procedimiento relativamente sencillo y común. La intervención, programada para durar aproximadamente 40 minutos, se transformó en una emergencia médica de proporciones inimaginables. Según el relato de su madre, Carina, la clínica no siguió los protocolos básicos de seguridad, olvidando realizar un electrocardiograma reciente antes de la cirugía, un estudio crucial para evaluar la salud cardíaca de la paciente. Este descuido, aparentemente menor, podría haber sido un factor determinante en la cadena de eventos que desencadenaron la crisis de Alison.

El anestesista, al parecer, no prestó la debida atención a las señales de alerta, administrando una dosis de anestesia que resultó ser letal para Alison. Durante la intervención, la joven sufrió un primer paro cardíaco. La familia, desesperada por obtener información, fue mantenida al margen de la gravedad de la situación, con el personal médico minimizando la importancia de los hechos y evitando brindar detalles precisos. La falta de transparencia y la negativa a permitir el acceso de la familia a Alison generaron una profunda desconfianza y alimentaron la sospecha de negligencia.

Tras el primer paro, Alison fue trasladada a otra clínica, la San Agustín, donde sufrió un segundo paro cardíaco. La comunicación con la familia fue aún más deficiente, informándoles de la nueva emergencia de manera abrupta y sin ofrecer explicaciones claras. En ese momento, los médicos confirmaron que el corazón de Alison ya no latía por sí solo y que necesitaba asistencia mecánica para respirar. La situación era crítica y el tiempo apremiaba.

Traslado de Emergencia a Buenos Aires: Una Carrera Contra el Tiempo

Ante la gravedad del estado de Alison y la falta de recursos adecuados en Neuquén, se decidió su traslado urgente a Buenos Aires, específicamente al Hospital Italiano, un centro médico de alta complejidad. La operación de traslado fue coordinada por la Policía de la Ciudad, que implementó un cordón sanitario para garantizar un trayecto rápido y seguro. Cuatro ambulancias del Hospital Italiano formaron una caravana escoltada por personal de la División Motorizada y de Tránsito, recorriendo el trayecto desde el Aeroparque Jorge Newbery en tan solo 20 minutos, un tiempo inferior al estimado por los sistemas de navegación.

El traslado fue monitoreado en tiempo real desde la sala de operaciones del Centro de Monitoreo Urbano, asegurando una respuesta inmediata ante cualquier eventualidad. La eficiencia y la coordinación de las fuerzas de seguridad fueron cruciales para garantizar que Alison llegara al Hospital Italiano en el menor tiempo posible, maximizando sus posibilidades de supervivencia. Este operativo demuestra la importancia de la colaboración interinstitucional en situaciones de emergencia y la capacidad de respuesta del Estado ante casos críticos.

Una vez en Buenos Aires, Alison fue sometida a una serie de estudios y evaluaciones para determinar el alcance de los daños y establecer un plan de tratamiento. Los médicos descubrieron que la falta de circulación sanguínea en una de sus piernas era irreversible, lo que obligó a tomar la difícil decisión de amputarla. Esta intervención, aunque necesaria para salvar su vida, representó un duro golpe para Alison y su familia.

La Amputación y la Espera de un Trasplante: Un Futuro Incierto

La amputación de una pierna fue un paso doloroso pero inevitable en el proceso de estabilización de Alison. La falta de flujo sanguíneo había causado daños irreparables en el miembro afectado, y la amputación era la única opción para evitar una infección generalizada y preservar su vida. A pesar de la gravedad de la situación, Alison demostró una admirable fortaleza y resiliencia, enfrentando la adversidad con valentía y determinación.

Sin embargo, la pesadilla de Alison no terminó con la amputación. Los médicos descubrieron que su corazón también había sufrido daños irreparables como consecuencia de los paros cardiorrespiratorios y la falta de oxígeno. Actualmente, Alison se encuentra conectada a un sistema de soporte cardíaco y pulmonar, a la espera de un trasplante de corazón. La búsqueda de un donante compatible es una tarea ardua y el tiempo es crucial. Cada día que pasa, las posibilidades de éxito disminuyen.

La familia de Alison ha lanzado una campaña de concientización sobre la importancia de la donación de órganos, instando a la población a registrarse como donantes y a hablar con sus seres queridos sobre sus deseos. La esperanza de Alison reside en la generosidad de un desconocido que decida donar su corazón y darle una segunda oportunidad de vida.

Las Sospechas de Negligencia y la Batalla Legal de la Familia

La familia de Alison está convencida de que la negligencia médica fue la principal causa de su estado crítico. Sospechan que la falta de protocolos básicos de seguridad, la administración incorrecta de la anestesia y la falta de transparencia por parte del personal médico contribuyeron a desencadenar la cadena de eventos que llevaron a los paros cardíacos y la amputación. Carina, la madre de Alison, relata con angustia cómo el anestesista minimizó la gravedad de la situación y cómo el ginecólogo se desvinculó de cualquier responsabilidad.

El anestesista, según el relato de Carina, se limitó a decir que "estas cosas pueden pasar", sin ofrecer una explicación convincente sobre lo ocurrido. El ginecólogo, por su parte, aseguró que la cirugía se había realizado correctamente y que los paros cardíacos ocurrieron después de que él abandonara el quirófano. Estas declaraciones, lejos de tranquilizar a la familia, aumentaron sus sospechas y reforzaron su convicción de que hubo una negligencia grave.

Ante esta situación, la familia de Alison ha decidido iniciar acciones legales contra todos los profesionales involucrados en la atención médica de la joven. Buscan obtener justicia y exigir responsabilidades a aquellos que, a su juicio, fueron negligentes y causaron un daño irreparable a su hija. La batalla legal será larga y difícil, pero la familia está decidida a luchar hasta el final para que Alison reciba la compensación que merece y para que se eviten tragedias similares en el futuro.

El Debate sobre la Seguridad en las Cirugías Ambulatorias

El caso de Alison Calfunao ha reabierto el debate sobre la seguridad en las cirugías ambulatorias, procedimientos que se realizan con el objetivo de reducir los costos y los tiempos de espera, pero que a menudo implican un menor nivel de supervisión y control. Los críticos argumentan que las cirugías ambulatorias pueden ser peligrosas para pacientes con condiciones preexistentes o que presentan un alto riesgo de complicaciones. Exigen una mayor regulación y supervisión de estos procedimientos, así como la implementación de protocolos de seguridad más estrictos.

Los defensores de las cirugías ambulatorias, por su parte, sostienen que estos procedimientos son seguros y efectivos cuando se realizan en centros médicos adecuadamente equipados y por personal capacitado. Argumentan que la mayoría de las cirugías ambulatorias son de bajo riesgo y que los beneficios superan los riesgos. Sin embargo, reconocen la necesidad de mejorar la supervisión y el control de estos procedimientos para garantizar la seguridad de los pacientes.

El caso de Alison Calfunao sirve como un llamado de atención sobre la importancia de la seguridad en la atención médica y la necesidad de proteger los derechos de los pacientes. Es fundamental que los centros médicos cumplan con los protocolos básicos de seguridad, que los profesionales de la salud actúen con diligencia y responsabilidad, y que los pacientes tengan acceso a información clara y precisa sobre los riesgos y beneficios de los procedimientos médicos.

noticiaspuertosantacruz.com.ar - Imagen extraida de: https://adnsur.com.ar/sociedad/trasladaron-a-buenos-aires-a-la-joven-neuquina-que-pelea-por-su-vida-tras-una-cirugia-ambulatoria_a68504945279159074a2b986c

Fuente: https://adnsur.com.ar/sociedad/trasladaron-a-buenos-aires-a-la-joven-neuquina-que-pelea-por-su-vida-tras-una-cirugia-ambulatoria_a68504945279159074a2b986c

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