La arteria mediana: ¿Un inesperado cambio evolutivo en el cuerpo humano?
La extraña evolución de nuestro cuerpo: Naciendo con una arteria extra
Nuestra evolución es un proceso constante, aunque a menudo imperceptible. Sin embargo, hay un cambio notable que está sucediendo en nuestros propios cuerpos: cada vez más personas nacen con una arteria extra en el brazo, llamada arteria mediana.
La arteria mediana: ¿Qué es y por qué es importante?
La arteria mediana es una arteria que aparece en todos los humanos durante el desarrollo fetal. Su función es transportar sangre a las manos en desarrollo. Normalmente, esta arteria desaparece alrededor de la octava semana de gestación, y otras dos arterias, la radial y la ulnar, asumen la responsabilidad de suministrar sangre a las manos.
Sin embargo, en los últimos años, se ha observado un aumento significativo en el número de personas que nacen con la arteria mediana todavía presente.
Causas del aumento de la prevalencia de la arteria mediana
Las razones exactas de este aumento aún no están claras, pero los científicos tienen algunas teorías:
- Mutaciones genéticas: Las mutaciones en los genes que controlan el desarrollo de la arteria pueden estar haciendo que permanezca presente.
- Factores ambientales: Ciertas condiciones de salud durante el embarazo pueden estar afectando si la arteria persiste o desaparece.
Beneficios y riesgos de tener una arteria mediana
Beneficios:
- Mejor suministro de sangre a las manos: La arteria extra podría proporcionar un mejor flujo sanguíneo a las manos, mejorando la destreza y la fuerza de los dedos.
Riesgos:
- Síndrome del túnel carpiano: La presencia de la arteria mediana puede aumentar el riesgo de desarrollar síndrome del túnel carpiano, una afección dolorosa que puede causar debilidad y entumecimiento en las manos.
Otros cambios evolutivos en nuestro cuerpo
La arteria mediana no es el único cambio que está ocurriendo en nuestros cuerpos. Otro ejemplo es el hueso fabella, un pequeño hueso en la rodilla que también ha comenzado a aparecer más frecuentemente en las personas en los últimos años.
Estos cambios muestran que la evolución es un proceso continuo, incluso si no siempre lo notamos.
La evolución no se detiene. Incluso en nuestros días, nuestros cuerpos están cambiando, adaptándose a los nuevos desafíos del mundo.
Científico desconocido
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