La bola de fuego de Nueva York: Un meteoro ardiente ilumina la ciudad
El cielo de Nueva York se iluminó el pasado martes con una espectacular bola de fuego, dejando a los testigos asombrados y planteando interrogantes sobre su origen y naturaleza.
Las enigmáticas bolas de fuego sobre Nueva York
Un fenómeno celestial extraordinario
El 16 de julio de 2023, aproximadamente a las 11:00 a.m., una bola de fuego surcó el cielo de la ciudad de Nueva York, atrayendo la atención de numerosos espectadores. La brillante estela del meteoro dejó una impresión indeleble en los testigos, algunos de los cuales incluso reportaron haber sentido temblores.
La NASA, a través de su organización Meteor Watch, confirmó que el fenómeno era un meteoro que había ingresado a la atmósfera terrestre a una velocidad vertiginosa de unos 54.000 km/h. El meteoro fue visible desde unos 78 kilómetros de altura cuando inició su descenso en un ángulo de 18 grados.
El destino del meteoro
Mientras descendía, el meteoro pasó cerca de la icónica Estatua de la Libertad antes de desintegrarse por completo a unos 46 kilómetros de altura. A pesar de la espectacularidad del evento, no se recuperaron fragmentos del meteorito, ya que se desintegró antes de llegar al suelo.
Sin embargo, los temblores y ruidos asociados al avistamiento no fueron causados por el meteoro en sí, sino que se atribuyeron a la actividad militar en el área en el momento del suceso.
¿Podría haberse previsto?
Muchos se preguntaron si la NASA tenía conocimiento previo de la llegada del meteoro. Meteor Watch aclaró posteriormente que, si bien rastrean asteroides grandes que podrían representar un peligro para la Tierra, es extremadamente difícil detectar rocas más pequeñas hasta que ingresan a la atmósfera y se convierten en meteoros o bolas de fuego.
Estas pequeñas rocas, como la que produjo el evento en Nueva York, suelen tener solo un pie de diámetro y no sobreviven al descenso completo hasta el suelo.
La fascinación de los testigos
Este tipo de eventos no son comunes, especialmente en áreas urbanas densamente pobladas como Nueva York. La mayoría de las bolas de fuego y meteoros suelen observarse en zonas rurales o deshabitadas, donde la contaminación lumínica es menor y el cielo nocturno es más visible.
Sin embargo, cuando un evento como este ocurre en una gran ciudad, la imaginación se dispara y despierta la curiosidad de miles de personas.
«Pensé que era un avión que se estrellaba», dijo un testigo. «Fue tan brillante y tan rápido que no podía apartar la vista».
Investigación y recursos adicionales
Para aquellos interesados en aprender más sobre este suceso, la American Meteor Society ha recopilado información y testimonios de los testigos. En su sitio web, se pueden encontrar mapas y reportes detallados sobre la trayectoria y las características de la bola de fuego que iluminó el cielo de Nueva York.
Los científicos continuarán estudiando el evento para comprender mejor su origen y naturaleza, y para mejorar los sistemas de detección de objetos cercanos a la Tierra.
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