La caída del maíz: Impacto en impuestos y tecnología agrícola
Las proyecciones de la campaña agrícola 2024/25: una nueva temporada marcada por la sequía y el impacto de la chicharrita
Estimaciones de superficie y producción
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires presentó las estimaciones iniciales de siembra y producción para la campaña agrícola 2024/25. Ante un escenario climático "Niña débil o Neutro", la entidad proyecta una superficie total de 28,25 millones de hectáreas para los principales cultivos de verano, un leve incremento del 0,2% respecto a la campaña anterior.
Sin embargo, la distribución de la superficie entre los distintos cultivos presenta cambios significativos. La soja, principal cultivo de exportación de Argentina, verá aumentada su superficie en un 9,8%, alcanzando las 19 millones de hectáreas. En contraste, la superficie dedicada al maíz, el segundo cultivo más importante, experimentará una fuerte caída del 20,3%, quedando en 6,3 millones de hectáreas.
Este descenso en la superficie de maíz se atribuye principalmente al impacto de la plaga de la chicharrita, que afecta a los cultivos en el norte del área agrícola. La chicharrita, un insecto que transmite enfermedades virales, ha causado pérdidas significativas en la producción de maíz en los últimos años.
Las estimaciones de producción para la campaña 2024/25 aún son preliminares, pero se espera que la mayor superficie de soja compense la menor superficie de maíz. La Bolsa de Cereales proyecta una producción de 49 millones de toneladas de soja y 45,5 millones de toneladas de maíz.
Impacto en los ingresos fiscales
La caída en la superficie y producción de maíz tendrá un impacto negativo en los ingresos fiscales del Estado argentino. Según estimaciones del Ministerio de Economía, el Estado recibiría unos 13.950 millones de dólares de la cosecha 2024/25, una cifra un 12% menor a los ingresos proyectados para la campaña anterior.
Disminución de la tecnología aplicada
Además de la reducción de la superficie y la producción, la Bolsa de Cereales también destaca una disminución en la tecnología aplicada en los cultivos de verano. Según la entidad, el uso de fertilizantes y fitosanitarios ha disminuido en los últimos años debido a los altos costos de insumos y la desfavorable relación insumo/producto.
Esta menor inversión en tecnología puede afectar negativamente los rendimientos y la calidad de los cultivos, lo que podría tener un impacto adicional en los ingresos de los productores y en la competitividad de las exportaciones agrícolas argentinas.
Perspectivas para la campaña 2024/25
El escenario agrícola para la campaña 2024/25 presenta desafíos significativos para los productores argentinos. La sequía, la plaga de la chicharrita y los altos costos de insumos son factores que pueden afectar negativamente la producción y los ingresos.
Para mitigar estos desafíos, es crucial que los productores adopten prácticas agrícolas sostenibles, inviertan en tecnología y accedan a financiamiento y apoyo técnico. Además, es necesario fortalecer las políticas públicas que promuevan la competitividad del sector agrícola argentino.
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