La Ciudad Submarina: Un Misterioso Millonario Construye la Nueva Atlántida
En el corazón de Gloucestershire, un proyecto submarino pionero conocido como Deep cobra vida, financiado por un misterioso millonario que desea conquistar el océano. Con la visión de establecer una "presencia humana permanente", Deep se embarca en un audaz viaje para desvelar los misterios de las profundidades.
Construyendo la Nueva Atlántida
En las afueras de Chepstow, un equipo de expertos se afana en crear una ciudad submarina. El emplazamiento elegido, que antaño fue una cantera de piedra caliza, se está transformando en un campus de última generación. Unidades de alojamiento, una escuela de formación y una plataforma para minisubmarinos se erigen como escalones hacia la exploración submarina. Estas unidades autónomas, llamadas "centinelas", permitirán a los científicos y visitantes sumergirse en las profundidades durante períodos prolongados, estudiando el desconocido reino oceánico.
Los centinelas: puertas de entrada al abismo
Los centinelas representan el corazón de Deep. Con el objetivo inicial de albergar a los ocupantes hasta 28 días, estos módulos submarinos pretenden extenderse a estancias de meses, allanando el camino para asentamientos humanos permanentes en el océano. "El objetivo es vivir en el océano para siempre", afirma Mike Shackleford, director de operaciones de Deep. "Tener asentamientos humanos permanentes en todos los océanos del mundo".
El océano: un desafío, un recurso
Mientras la carrera espacial centró la atención en los confines del cosmos, el océano permanece relativamente inexplorado, a pesar de su papel vital para la humanidad. "El océano es todo lo contrario", explica Shackleford. "Bastante fácil de alcanzar, pero una vez allí, básicamente todo quiere matarte". Sin embargo, esta inquietante realidad no disuade a Deep, que reconoce la necesidad de avanzar en las tecnologías para desbloquear los secretos del océano.
Un inversor misterioso, una inversión millonaria
El enigmático inversor detrás de Deep permanece en el anonimato. La cuantía de su inversión rivaliza con la escala del proyecto, con una cifra estimada que supera los 100 millones de libras. El impulso de este misterioso mecenas indica una fe inquebrantable en el potencial de Deep para transformar nuestra comprensión del océano y nuestro lugar en él.
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