La crisis diplomática entre México y España: un conflicto de 5 años que llega a su punto álgido
Las relaciones entre México y España se han visto tensas en los últimos años debido a la solicitud del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador de que España reconozca los agravios pasados cometidos durante la conquista y la colonización. La negativa de España a disculparse ha llevado a López Obrador a proponer una "pausa" en las relaciones.
Disputa histórica y petición de disculpas
En marzo de 2019, López Obrador envió una carta al rey Felipe VI solicitando un reconocimiento público y oficial de los agravios causados durante la conquista española. También pidió que ambos países acordaran un "relato compartido" de su historia. Sin embargo, la Casa Real española no respondió directamente a la carta, delegando la respuesta al Ministerio de Asuntos Exteriores del gobierno español.
El comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores español rechazó la solicitud de López Obrador y afirmó que la llegada de los españoles a México hace 500 años no podía juzgarse según valores contemporáneos. También pidió fortalecer las relaciones entre ambos países.
Malestar mexicano y petición de pausa
La respuesta de España no apaciguó el malestar en México. López Obrador acusó a las empresas españolas de no respetar al país y de verlo como una "tierra de conquista". También propuso una "pausa" en las relaciones en abril de 2022, aunque diplomáticamente las cosas eran tensas.
López Obrador ha sido particularmente crítico con las empresas españolas de energía y construcción, acusándolas de obtener contratos ventajosos durante administraciones anteriores. Específicamente, ha criticado la reforma energética de 2013, que abrió el sector a la inversión privada.
Relaciones comerciales y cumbre bilateral
A pesar de las tensiones diplomáticas, las relaciones comerciales entre España y México se han mantenido estables. En diciembre de 2022, se celebró una cumbre bilateral en la Ciudad de México con la participación de cinco ministros españoles.
Sin embargo, la mitad de la población española y mexicana desaprueba la gestión de las relaciones entre ambos países por parte de sus respectivos gobiernos.
Artículos relacionados