La dermatóloga Ana Molina: ¡Dile adiós a la esponja de ducha!
Descubre por qué debes desterrar la esponja de tu rutina de ducha: la dermatóloga Ana Molina revela la verdad sobre su uso.
El agua perfecta para tu piel
La dermatóloga Ana Molina recomienda ducharse con agua templada, alrededor de los 33 grados Celsius, ya que esta temperatura respeta el pH natural de la piel y no la reseca.
Respecto al gel de ducha, debe ser "respetuoso" y no alterar la barrera lipídica de la piel. Es importante elegir geles con un pH cercano a 5, que es el pH normal de nuestra piel.
El error común que daña tu piel
Molina advierte sobre el uso excesivo de la esponja en la ducha, ya que puede eliminar la grasa natural de la piel, dejándola expuesta a la sequedad y la irritación. En su lugar, sugiere lavarse con las manos o dejar que la espuma o el jabón caigan por el resto del cuerpo sin necesidad de frotar.
Este hábito perjudicial de usar la esponja es particularmente común entre aquellos que buscan "sacar brillo" a su piel, pero en realidad están eliminando sus aceites naturales protectores.
La falsa creencia sobre la espuma
Molina desmiente la creencia popular de que una mayor cantidad de espuma en el gel de ducha indica una mejor limpieza. Por el contrario, la espuma excesiva puede resecar la piel y eliminar sus aceites protectores.
Por lo tanto, es recomendable utilizar geles de ducha sin sulfatos, que producen menos espuma y son más respetuosos con la piel.
Consejos adicionales para una ducha saludable
Además de lo mencionado anteriormente, Molina ofrece algunos consejos adicionales para mantener una piel sana durante la ducha:
- Limita la duración de las duchas a 5-10 minutos.
- Evita usar agua demasiado caliente, ya que puede resecar la piel.
- Aplica una crema hidratante después de la ducha para reponer la humedad de la piel.
- Exfolia tu piel suavemente una vez a la semana para eliminar las células muertas y mejorar la absorción de los productos para el cuidado de la piel.
Recuerda, una ducha saludable no solo limpia tu cuerpo, sino que también respeta y nutre tu piel.
Ana Molina, dermatóloga
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