La donación de órganos: Un gesto de solidaridad que salva vidas
La donación de órganos es un acto de solidaridad y humanidad que ofrece una segunda oportunidad de vida a quienes esperan un trasplante. Es un regalo extraordinario que brinda esperanza y devuelve la salud, salvando innumerables vidas.
El impacto de la donación de órganos
Los órganos y tejidos donados tienen el poder de transformar vidas. Pueden restaurar la funcionalidad, mejorar la calidad de vida y brindar nuevas posibilidades a quienes luchan contra enfermedades graves. La donación de órganos es una práctica ética y compasiva que demuestra el poder de la solidaridad humana.
¿Quién puede ser donante de órganos?
Bajo la Ley Justina en Argentina, toda persona mayor de 18 años es considerada donante a menos que haya manifestado expresamente su oposición. Esta ley reconoce la importancia de este gesto y promueve la donación de órganos como un deber social.
Sin embargo, para ser donante de órganos, la persona debe fallecer en la unidad de terapia intensiva de un hospital, donde los órganos pueden ser preservados para el trasplante. Por otro lado, las donaciones de tejidos pueden realizarse incluso si la muerte ocurre fuera de la terapia intensiva.
Donación en vida
Además de la donación de órganos tras la muerte, también es posible donar riñón e hígado en vida. Esta opción está limitada a personas con un vínculo familiar con el receptor. La donación en vida permite a las personas con una enfermedad crónica recibir un trasplante y mejorar su calidad de vida.
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