La factura de la guerra: La economía rusa bajo presión tras el éxito efímero
La economía rusa, impulsada por estímulos al inicio de la invasión de Ucrania, muestra signos de flaqueza casi tres años después.
Actividad superficial
A pesar de la aparente vitalidad en las principales ciudades, las tasas de interés récord y la inflación persistente amenazan las perspectivas económicas. El Banco Central de Rusia ha mantenido las tasas altas, lo que ha sofocado el crecimiento económico.
Factores de complicación
Las sanciones internacionales, la guerra y la recesión en Europa, su socio comercial clave, han exacerbado los desafíos económicos. El Banco Central estima que el PIB se contraerá un 4% en 2023, regresando a los niveles de 2026.
Industria en dificultades
Las empresas estatales y privadas han recortado sus inversiones, lo que ha afectado a sectores como la construcción y la minería. El sector agrícola también enfrenta desafíos debido a la falta de fertilizantes y maquinaria.
Consumo decreciente
El aumento de los precios ha disminuido el poder adquisitivo de los consumidores. Los concesionarios de automóviles enfrentan quiebras y los precios de los vehículos nuevos se han disparado. El transporte marítimo interrumpido ha encarecido las importaciones y ha afectado sectores como el carbón y el aluminio.
Deuda creciente
La deuda pública y privada ha aumentado significativamente. Según T-Investments, "los acreedores ganan y los prestatarios apenas pueden imaginar cómo van a vivir".
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