La japonesa longeva que desafió la edad con bananas, Calpis y alpinismo
En un mundo donde la vida humana se alarga constantemente, surge la pregunta: ¿cuáles son los secretos para una vida larga y saludable? Una mujer japonesa de 116 años, Tomiko Itooka, ofreció algunas pistas antes de fallecer recientemente. Su extraordinario viaje es un testimonio del poder de una dieta simple, la actividad física y la pasión por la vida.
La dieta centenaria de Tomiko Itooka
La dieta de Tomiko Itooka era notable por su simplicidad y constancia. En su vida cotidiana, dependía en gran medida de dos alimentos: las bananas y una bebida saborizada de yogur conocida como Calpis.
Las bananas, ricas en potasio, fibra y vitaminas, han sido veneradas durante mucho tiempo por sus beneficios para la salud. Desde regular la presión arterial hasta mejorar la digestión y proporcionar energía sostenida, las bananas son un alimento básico saludable para cualquier dieta.
Calpis, por otro lado, es una bebida fermentada popular en Japón. Se elabora combinando leche con bacterias lácticas, lo que le da propiedades potencialmente beneficiosas para la digestión y el sistema inmunológico. Itooka bebía Calpis todos los días, lo que podría haber contribuido a una mejor salud intestinal y una mayor resistencia a las enfermedades.
El amor de Tomiko por el alpinismo
Además de su dieta, el amor de Tomiko Itooka por el deporte y la actividad física fue un sello distintivo de su vida. Sorprendentemente, comenzó a practicar alpinismo en su séptima década de vida. Esta actividad extenuante, que requiere resistencia física, concentración y determinación, no era solo un pasatiempo para Itooka, sino una forma de desafiar los límites de su cuerpo y espíritu.
Entre las montañas que logró escalar se encuentra el Monte Ontake, una de las cumbres más altas de Japón con 3.067 metros de altura. En una hazaña que sorprendió a muchos, Itooka completó esta ascensión usando zapatillas deportivas en lugar de botas de montaña tradicionales. A sus 100 años, escaló los largos y desafiantes escalones de piedra del Santuario Ashiya sin la ayuda de un bastón, demostrando su impresionante capacidad física y equilibrio.
El alpinismo no solo mejoró mi salud física, sino que también trajo alegría y un sentido de logro a mi vida. Me enseñó que nunca es demasiado tarde para desafiarse a uno mismo y perseguir los sueños.
- Tomiko Itooka
El legado de Tomiko Itooka
El fallecimiento de Tomiko Itooka es una pérdida para el mundo, pero su legado de una vida larga y plena sigue vivo. Su dieta simple, su amor por la actividad física y su pasión por la vida son lecciones que pueden inspirar e informar a generaciones venideras.
Su historia nos recuerda que la longevidad no es solo cuestión de genética o suerte, sino también de elecciones conscientes que podemos hacer para nutrir nuestros cuerpos y mentes. Al seguir los pasos de Tomiko Itooka, podemos aspirar a vidas más largas, saludables y enriquecedoras.
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