La privacidad en riesgo: Mirillas digitales y vigilancia ilegal sin consentimiento
La instalación de una mirilla digital sin consentimiento: Aspectos legales y consecuencias
Regulación de la videovigilancia en el ámbito privado
La Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales establece el marco legal para la instalación y uso de cámaras de videovigilancia en el ámbito privado, incluyendo las mirillas digitales. Esta norma establece que dichas instalaciones deben respetar los principios de proporcionalidad, necesidad y finalidad, y no pueden suponer una intromisión injustificada en la intimidad y privacidad de las personas.
El Tribunal Supremo, en su Sentencia nº 171/2021, ha declarado que la instalación de una mirilla digital que capte y trate imágenes de espacios privados no accesibles al público sin el consentimiento de las personas afectadas constituye una vulneración del derecho a la intimidad personal y familiar.
En la misma línea, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha sancionado a varios particulares y empresas por la instalación de mirillas digitales que grababan imágenes de zonas comunes de edificios o espacios públicos sin contar con el consentimiento de las personas afectadas.
En estos casos, la AEPD ha considerado que la captación de imágenes de personas identificables sin su consentimiento constituye un tratamiento ilícito de datos personales, y ha impuesto sanciones económicas y la obligación de retirar las cámaras.
Requisitos para la instalación de una mirilla digital
Para instalar una mirilla digital legalmente, es necesario cumplir con los siguientes requisitos:
- Consentimiento de los afectados: Se debe obtener el consentimiento expreso de todas las personas cuyas imágenes puedan ser captadas por la cámara, tanto en espacios privados como en zonas comunes.
- Proporcionalidad y necesidad: La instalación debe ser proporcional al fin perseguido y no debe ser excesiva. Sólo se pueden instalar cámaras en zonas donde sea estrictamente necesario para garantizar la seguridad o prevenir delitos.
- Finalidad específica: La cámara debe utilizarse únicamente para el fin para el que fue instalada, y no para otros fines no autorizados.
- Información sobre la instalación: Se debe informar a las personas afectadas de la existencia de la cámara, el motivo de su instalación, el uso que se dará a las imágenes y el responsable del tratamiento de los datos.
Consecuencias del incumplimiento de la normativa
El incumplimiento de la normativa sobre videovigilancia puede acarrear las siguientes consecuencias:
- Sanciones económicas: La AEPD puede imponer sanciones de hasta 20 millones de euros a las personas o empresas que incumplan la normativa sobre videovigilancia.
- Obligación de retirar la cámara: La AEPD puede ordenar la retirada de la cámara si no se cumplen los requisitos legales.
- Responsabilidad civil: Las personas afectadas pueden reclamar una indemnización por los daños y perjuicios causados por la captación y tratamiento ilícito de sus imágenes.
Además, el incumplimiento de la normativa puede suponer un delito contra la intimidad, castigado con penas de prisión y multa.
Recomendaciones para la instalación de una mirilla digital
Para evitar problemas legales y garantizar el respeto a la intimidad de las personas, es recomendable seguir las siguientes recomendaciones:
- Estudio de necesidades: Determinar si la instalación de una mirilla digital es realmente necesaria y proporcional al fin perseguido.
- Obtención de consentimientos: Obtener el consentimiento expreso y por escrito de todas las personas cuyas imágenes puedan ser captadas por la cámara.
- Información a los afectados: Informar a las personas afectadas de la existencia de la cámara, el motivo de su instalación, el uso que se dará a las imágenes y el responsable del tratamiento de los datos.
- Limitación del ángulo de visión: Orientar la cámara de forma que sólo capte imágenes de la zona necesaria para garantizar la seguridad o prevenir delitos.
- Almacenamiento seguro de las imágenes: Almacenar las imágenes en un lugar seguro, con acceso restringido y medidas de seguridad adecuadas.
Siguiendo estas recomendaciones, se puede garantizar el uso legal y responsable de las mirillas digitales, respetando el derecho a la intimidad y privacidad de las personas.
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