La tormenta perfecta de Netanyahu: CPI, reconocimiento palestino y últimatum en el gabinete
La carrera política de Benjamin Netanyahu ha dado un giro abrupto, enfrentándose a una serie de reveses que ponen en duda su liderazgo. La Corte Penal Internacional (CPI) ha solicitado una orden de arresto contra él por crímenes de guerra, mientras que tres países europeos han reconocido el Estado palestino. Además, miembros clave de su gabinete han criticado su estrategia en Gaza.
La orden de arresto de la CPI
El fiscal jefe de la CPI, Karim Khan, ha pedido órdenes de arresto internacionales contra Netanyahu y su ministro de Defensa, Yoav Galant, por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad. El tribunal alega que ambos utilizaron "tácticas desproporcionadas" en la ofensiva de Gaza, que ha causado más de 35.000 víctimas.
Aunque Israel no reconoce a la CPI, la orden podría tener graves consecuencias para Netanyahu y Galant si viajan a países signatarios del Estatuto de Roma, que incluye a la mayoría de las naciones occidentales. Podrían ser arrestados y juzgados.
El reconocimiento del Estado palestino
Tres países europeos, incluida Irlanda, han anunciado su reconocimiento del Estado palestino. Este paso ha enfurecido a Netanyahu, quien lo ve como una traición a la posición de Israel de que un Estado palestino sólo debe establecerse mediante negociaciones directas.
El reconocimiento internacional del Estado palestino podría debilitar la posición negociadora de Israel y allanar el camino para la creación de un Estado palestino independiente. Netanyahu ha acusado a los países europeos de "apaciguar al terrorismo" y ha amenazado con tomar represalias.
La presión del gabinete
Además de las presiones externas, Netanyahu también se enfrenta a la disidencia interna. Miembros clave de su gabinete han criticado su manejo de la situación en Gaza y han exigido una estrategia más agresiva. Algunos incluso le han dado un ultimátum para que actúe o dimita.
La presión del gabinete refleja una creciente insatisfacción con el liderazgo de Netanyahu. La popularidad del primer ministro está por los suelos tras la ofensiva de Gaza y muchos israelíes creen que ha perdido el rumbo.
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