Laberintos complejos: Posibles aliados en la lucha contra el cambio climático
La lucha contra el cambio climático ha encontrado un aliado inesperado en un laberinto matemático diseñado inicialmente para otros propósitos.
Los cuasicristales: un avance inesperado
Los cuasicristales, estructuras cristalinas altamente ordenadas pero con simetrías no periódicas, han resultado ser la clave. Descubiertos en la Prueba Nuclear Trinity en 1945, los investigadores se dieron cuenta de que los cuasicristales formaban laberintos complejos cuando se los manipulaba con la rotación de Hamilton.
Aplicaciones en la absorción de dióxido de carbono
Al explorar las propiedades de estos laberintos cuasicristalinos, los matemáticos encontraron una capacidad de absorción inesperada. Esta característica sugiere que los cuasicristales podrían utilizarse para mejorar la captura de sustancias como el dióxido de carbono, un importante gas de efecto invernadero.
Implicaciones para la lucha contra el cambio climático
La capacidad de absorción de dióxido de carbono de los cuasicristales abre nuevas posibilidades para combatir el cambio climático. Los materiales diseñados con estas estructuras podrían emplearse en sistemas de aire acondicionado, mejorar la refrigeración pasiva y contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Como resultado, los laberintos matemáticos, inicialmente destinados a otros fines, se están convirtiendo en una valiosa herramienta en la lucha contra el calentamiento global.
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