Langostino Argentino en Crisis: Costos, Impuestos y Competencia Global Amenazan al Sector Pesquero
La industria pesquera argentina, y en particular el sector del langostino, atraviesa una tormenta perfecta de desafíos económicos y regulatorios. La combinación de una demanda global decreciente, el aumento de la competencia del langostino de cultivo, los costos de explotación en alza, la presión fiscal y las dificultades en el comercio exterior están poniendo en jaque la rentabilidad de las empresas y amenazando la sostenibilidad de la actividad. Este artículo analiza en profundidad la situación actual, desglosando los factores que contribuyen a esta crisis y las preocupaciones expresadas por las cámaras empresariales ante el Consejo Federal Pesquero (CFP).
- El Contexto Global: Demanda en Declive y Competencia Aumentada
- Costos de Explotación: La Rentabilidad en Cero y los Buques Amarrados
- Presión Fiscal: Retenciones, DUE y Demoras en Devoluciones
- Comercio Exterior: Aranceles y la Falta de Acuerdos Comerciales
- Macroeconomía: Inflación y Falta de Financiamiento
- Evolución de los Precios: Un Retroceso en la Rentabilidad
- Intervención del Estado: Tipo de Cambio, Retenciones e Impuestos Distorsivos
El Contexto Global: Demanda en Declive y Competencia Aumentada
El mercado internacional de pescados y mariscos está experimentando una baja generalizada en la demanda, lo que se traduce directamente en una caída de los precios. Esta situación, ya de por sí preocupante, se agrava con la creciente competencia del langostino de cultivo Vannamei, producido principalmente en Asia. El langostino Vannamei, gracias a sus menores costos de producción, está ganando terreno en los mercados internacionales, presionando a la baja los precios del langostino natural argentino. Esta dinámica competitiva obliga a los productores argentinos a enfrentar una doble batalla: mantener la calidad de su producto y reducir sus costos para poder competir en un mercado cada vez más exigente.
La disminución de la demanda global puede atribuirse a diversos factores, incluyendo la inflación en los países consumidores, la incertidumbre económica y los cambios en los hábitos alimenticios. La industria argentina, altamente dependiente de las exportaciones, se ve particularmente vulnerable a estas fluctuaciones del mercado internacional. La capacidad de adaptación y la búsqueda de nuevos mercados se convierten en elementos cruciales para la supervivencia de las empresas.
Costos de Explotación: La Rentabilidad en Cero y los Buques Amarrados
Las cámaras empresariales, CAPECA y CAPIP, han transmitido al CFP una situación alarmante en cuanto a la rentabilidad de la actividad. Actualmente, la explotación pesquera de langostino no genera beneficios para las empresas, lo que ha llevado a que más de un centenar de buques congeladores tangoneros permanezcan amarrados en los puertos, a pesar de la habilitación de la pesca al norte del paralelo 41°. Esta inactividad de la flota es un claro indicador de la inviabilidad económica de la actividad en las condiciones actuales.
El incremento significativo de los costos de operación es uno de los principales factores que contribuyen a la falta de rentabilidad. El costo de la mano de obra representa un porcentaje considerable de estos costos, alcanzando el 60% en el caso de los barcos congeladores. A esto se suman los crecientes costos de combustible, estiba, mantenimiento de la flota y otros insumos esenciales para la actividad pesquera. La combinación de estos factores erosiona los márgenes de ganancia de las empresas, dificultando su capacidad para invertir en la renovación de la flota y la mejora de la eficiencia.
Presión Fiscal: Retenciones, DUE y Demoras en Devoluciones
La presión fiscal a la que están sometidas las empresas pesqueras es otro de los puntos críticos planteados ante el CFP. La persistencia de los Derechos de Exportación (retenciones) y el reciente aumento del Derecho Único de Extracción (DUE) impiden que las empresas puedan mejorar su rentabilidad. Las retenciones, en particular, son percibidas como un obstáculo para la competitividad, ya que encarecen los productos argentinos en los mercados internacionales.
Además de las retenciones y el DUE, las empresas enfrentan demoras en la devolución de impuestos (IVA) y reintegros, lo que genera problemas de liquidez y dificulta la gestión financiera. La falta de una cuenta única por exportador para compensar créditos y obligaciones agrava aún más esta situación. La agilidad en la devolución de impuestos es fundamental para garantizar la salud financiera de las empresas y fomentar la inversión en el sector.
Comercio Exterior: Aranceles y la Falta de Acuerdos Comerciales
Las preocupaciones en materia de comercio exterior se centran en el aumento de aranceles en Estados Unidos y el mantenimiento del arancel del 12% para el ingreso de langostino a la Unión Europea. La falta de un acuerdo comercial entre la UE y el Mercosur impide obtener un alivio arancelario que podría mejorar la competitividad del langostino argentino en el mercado europeo. La diversificación de mercados y la negociación de acuerdos comerciales favorables son estrategias clave para reducir la dependencia de unos pocos mercados y mitigar los riesgos asociados a las fluctuaciones arancelarias.
El aumento de aranceles en Estados Unidos, un mercado importante para el langostino argentino, representa una amenaza para las exportaciones. La industria pesquera necesita contar con el apoyo del gobierno para negociar la reducción o eliminación de estas barreras comerciales. La defensa de los intereses comerciales de las empresas pesqueras en el ámbito internacional es una tarea fundamental para garantizar la sostenibilidad de la actividad.
Macroeconomía: Inflación y Falta de Financiamiento
La inflación, tanto a nivel local como internacional, es otro factor que impacta negativamente en la industria pesquera. La inflación en dólares repercute en toda la estructura de costos del sector, encareciendo los insumos y dificultando la planificación financiera. La volatilidad del tipo de cambio también genera incertidumbre y dificulta la toma de decisiones.
La falta de financiamiento es un problema estructural que afecta a la industria pesquera. No existen líneas crediticias ni del sector público ni privado que permitan a las empresas invertir en la renovación de la flota, la mejora de la eficiencia y la adaptación a las nuevas exigencias del mercado. La renovación de la flota es fundamental para garantizar la seguridad de la navegación, reducir el impacto ambiental y mejorar la calidad del producto. La falta de acceso al crédito limita la capacidad de las empresas para realizar estas inversiones.
Evolución de los Precios: Un Retroceso en la Rentabilidad
El análisis de la evolución de los precios promedio de exportación de langostino desde 2004 hasta 2024 revela un preocupante retroceso en la rentabilidad. En 2005, cuando se acordó el Convenio Colectivo de Trabajo que aún rige, el valor de referencia era de 12.267 dólares. En 2024, el langostino entero promedió los 5.616 dólares, lo que representa una disminución significativa del precio. Esta caída de los precios, combinada con el aumento de los costos, ha erosionado los márgenes de ganancia de las empresas y ha puesto en riesgo la sostenibilidad de la actividad.
La brecha entre el precio de referencia del Convenio Colectivo de Trabajo y el precio actual del langostino refleja la pérdida de competitividad de la industria argentina. Es necesario revisar los términos del convenio para adaptarlo a las nuevas condiciones del mercado y garantizar la viabilidad económica de las empresas.
Intervención del Estado: Tipo de Cambio, Retenciones e Impuestos Distorsivos
Las cámaras empresariales consideran que el tipo de cambio actual no es competitivo para los exportadores, lo que dificulta la venta de langostino en los mercados internacionales. La revisión de las retenciones y la suba del DUE son medidas urgentes para mejorar la rentabilidad de las empresas. La eliminación o reducción de estas cargas fiscales permitiría a las empresas invertir en la mejora de la eficiencia y la renovación de la flota.
Además, se advierte sobre la existencia de impuestos distorsivos y excesivos aumentos de las tasas municipales, que incrementan los costos de operación de las empresas. La simplificación del sistema tributario y la reducción de la carga fiscal son medidas necesarias para fomentar la inversión y el crecimiento del sector. El incremento de los costos de estiba, costos portuarios, gasoil, bienes y servicios también representa un desafío para la industria pesquera.
El costo laboral, que actualmente equivale al 59% de la facturación de las exportaciones del langostino entero, es otro factor que preocupa a las empresas. Si bien se reconoce la importancia de garantizar condiciones laborales dignas, es necesario encontrar un equilibrio entre la protección de los derechos de los trabajadores y la competitividad de la industria. La revisión del Convenio Colectivo de Trabajo y la búsqueda de mecanismos que permitan reducir el costo laboral sin afectar los salarios de los trabajadores son temas que deben ser abordados con urgencia.
Fuente: https://partedepesca.com.ar/d/datos-duros-de-la-crisis-de-la-pesca-del-langostino-en-argentina/
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