Langostino: Crisis en la pesca argentina amenaza la temporada 2025 y genera alerta salarial
La pesquería de langostino en Argentina se encuentra al borde del colapso. La reciente suspensión de la prospección de aguas nacionales, un evento sin precedentes, ha desatado una crisis que amenaza con dejar a miles de trabajadores sin empleo y paralizar una industria vital para la economía del país. Este artículo analiza en profundidad las causas de esta situación, la histórica unidad del sector pesquero, las demandas salariales que enfrentan las empresas y el futuro incierto de la temporada de langostino 2025.
- La Suspensión de la Prospección: Un Presagio de Crisis
- Unidad Inédita en el Sector Pesquero
- El "Efecto Barcelona" y la Demanda Salarial
- Ocho Meses de Inactividad y el Riesgo de una Temporada Perdida
- El Impacto en la Flota y las Alternativas Limitadas
- La Necesidad de una Revisión Integral de la Política Pesquera
La Suspensión de la Prospección: Un Presagio de Crisis
La decisión de la Subsecretaría de Recursos Acuáticos y Pesca de la Nación de suspender la convocatoria a la prospección de aguas nacionales, programada para el 28 de mayo, no tomó por sorpresa a nadie. Como anticipó PARTE DE PESCA, la falta de interés por parte de la flota pesquera fue evidente. Solo un buque fresquero de altura y un barco congelador se nominaron para el relevamiento comercial del langostino en las subáreas dentro del Área de Veda Permanente de Juveniles de Merluza (AVPJM). Esta escasa participación refleja la profunda desconfianza del sector en la viabilidad económica de la actividad.
El análisis inicial del titular de la Subsecretaría, Juan Antonio López Cazorla, contemplaba la posibilidad de llevar adelante la prospección a pesar de la baja adhesión. Sin embargo, tras evaluar la situación, optó por la suspensión, reconociendo implícitamente la gravedad de la crisis. La falta de buques dispuestos a participar no solo obstaculiza la investigación del recurso, sino que también evidencia la falta de incentivos para que las empresas inviertan en la actividad pesquera.
Unidad Inédita en el Sector Pesquero
Lo más llamativo de esta crisis es la unidad mostrada por todo el arco pesquero langostinero. Congeladores y fresqueros de altura, empresas de Mar del Plata y la Patagonia, grupos grandes y pequeños, han encontrado un punto en común: la necesidad de revisar los costos de producción. Esta cohesión es histórica, ya que tradicionalmente el sector se ha caracterizado por la fuerte competencia y la fragmentación en las negociaciones.
En conflictos anteriores, las cámaras sectoriales a menudo adoptaban posiciones divergentes, mientras que algunos grupos empresariales negociaban acuerdos paralelos, rompiendo la unidad. En esta ocasión, sin embargo, existe un consenso cerrado en los fundamentos que llevan a la decisión de no sacar los barcos a faenar hasta que se aborden los problemas de rentabilidad. La situación actual exige una respuesta coordinada y una visión estratégica a largo plazo.
El "Efecto Barcelona" y la Demanda Salarial
La raíz del conflicto se encuentra en los altos costos laborales, especialmente en el concepto de salario por producción. Las cámaras CAPECA, CAPIP y CEPA han formalizado una presentación ante la Secretaría de Trabajo, solicitando una “readecuación productiva” que implique una reducción del 30% en el salario por producción. Esta solicitud es el resultado de los acuerdos alcanzados en la cumbre celebrada en Barcelona, durante la Seafood Expo Global.
En Barcelona, las empresas con buques congeladores tangoneros resolvieron avanzar en una presentación formal ante la cartera nacional de trabajo, respaldada por fundamentos técnicos que justifican la necesidad de reducir los costos laborales. Argumentan que la competitividad de la industria se ve seriamente afectada por los altos salarios, lo que dificulta la rentabilidad de la actividad y pone en riesgo la sostenibilidad de las empresas.
Se espera que el Ministerio de Capital Humano fije una audiencia para tratar este tema, que se suma a la negociación en curso por los salarios básicos. La rebaja salarial del 30% en el concepto de producción se ha convertido en un nuevo elemento de debate, que podría determinar el futuro de la pesquería de langostino.
Ocho Meses de Inactividad y el Riesgo de una Temporada Perdida
La suspensión de la prospección agrava aún más la situación de la flota congeladora langostinera, que dejó de operar el 19 de septiembre de 2024, al cierre de la temporada anterior. Las tripulaciones llevan más de ocho meses inactivas, lo que ha generado una grave crisis social y económica en las comunidades pesqueras.
Si bien los marineros efectivos cobran un sueldo garantizado, los tripulantes relevos se encuentran sin ingresos desde hace ocho meses y enfrentan una incertidumbre total sobre su futuro. La falta de perspectivas de una pronta reactivación de la actividad pesquera ha generado un clima de desesperación y desconfianza.
El SOMU (Sindicato de Obreros Marítimos Unidos) ha mantenido una postura firme, rechazando la posibilidad de una rebaja salarial. Las empresas, por su parte, han ratificado que sin una reducción del 30% en el salario por producción, no podrán operar de manera rentable. Esta confrontación de posiciones pone en serio riesgo la realización de la temporada de langostino 2025 en aguas nacionales.
El Impacto en la Flota y las Alternativas Limitadas
La pesquería de langostino en aguas nacionales dentro del AVPJM permanece cerrada, mientras que la operatoria de la flota arriba del paralelo 41°S sigue habilitada, aunque con una participación mínima de barcos. Esta situación refleja la falta de atractivo económico de la pesca en esa zona, que no compensa los costos de desplazamiento y operación.
La inactividad de la flota congeladora langostinera tiene un impacto significativo en toda la cadena de valor, desde los astilleros y las empresas de reparación naval hasta los proveedores de insumos y los frigoríficos. La paralización de la actividad pesquera genera un efecto dominó que afecta a numerosos sectores de la economía.
Ante la falta de alternativas viables, las empresas pesqueras se encuentran en una encrucijada. La única opción para evitar el colapso de la industria parece ser llegar a un acuerdo con el sindicato y el gobierno, que permita reducir los costos laborales y recuperar la competitividad. Sin embargo, las negociaciones se presentan complejas y difíciles, debido a las posiciones encontradas de las partes involucradas.
La Necesidad de una Revisión Integral de la Política Pesquera
La crisis actual del langostino pone de manifiesto la necesidad de una revisión integral de la política pesquera argentina. Es fundamental establecer un marco regulatorio claro y predecible, que promueva la inversión, la innovación y la sostenibilidad de la actividad.
Se requiere una mayor coordinación entre los diferentes actores del sector, incluyendo el gobierno, las empresas, los sindicatos y las organizaciones de pescadores artesanales. Es necesario fomentar el diálogo y la búsqueda de consensos, para construir una visión compartida del futuro de la pesca en Argentina.
Además, es importante invertir en investigación científica y tecnológica, para mejorar el conocimiento del recurso y desarrollar prácticas pesqueras más eficientes y respetuosas con el medio ambiente. La sostenibilidad de la actividad pesquera depende de la capacidad de gestionar responsablemente los recursos marinos.
Fuente: https://partedepesca.com.ar/d/confirmado-fracaso-la-prospeccion-de-langostino-por-falta-de-barcos/
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