Langostino: Prospección sin Fecha ni Requisitos, ¿Una Solución Real o un Acto?
La búsqueda del langostino en aguas nacionales se ha convertido en un laberinto burocrático y político, donde la necesidad de obtener datos sobre el estado del recurso se ve comprometida por decisiones que priorizan la apariencia de acción sobre la rigurosidad científica. La reciente decisión del Consejo Federal Pesquero (CFP) de lanzar una nueva prospección, sin fecha de inicio ni de cierre para la inscripción de barcos, es un claro ejemplo de esta situación. Este artículo analiza en profundidad las circunstancias que rodean esta nueva convocatoria, las presiones políticas que la motivaron, los riesgos que implica para la evaluación del stock langostinero y las implicancias económicas para la flota pesquera.
- El Fracaso de la Prospección Inicial y la Flexibilización de Requisitos
- Una Prospección Sin Fecha: El Riesgo de Datos No Representativos
- El Juego de Actores: INIDEP, CFP y la Decisión Política Previa
- El Precio del Langostino y las Implicancias Económicas para la Flota Fresquera
- Los Problemas Estructurales de la Flota Langostinera: Un Diagnóstico Pendiente
El Fracaso de la Prospección Inicial y la Flexibilización de Requisitos
La primera convocatoria a prospección, basada en las recomendaciones del INIDEP que establecían un mínimo de 16 buques, priorizando los congeladores tangoneros y una pesca simultánea en cuatro subáreas, resultó un fracaso rotundo. Solo un barco congelador y un fresquero de altura se presentaron, lo que llevó a la suspensión del proceso. Esta falta de interés evidenciaba las dificultades económicas que atraviesa la flota langostinera, que se ve afectada por altos costos laborales, presión fiscal y retenciones a las exportaciones. Sin embargo, en lugar de abordar estos problemas estructurales, la respuesta de las autoridades fue flexibilizar los requisitos al máximo.
La presión del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) y el gobierno de Chubut fueron determinantes en esta decisión. El subsecretario de Pesca, Juan Antonio López Cazorla, diseñó una prospección “elástica y relajada”, reduciendo el número mínimo de barcos necesarios a solo cuatro y eliminando la fecha límite para la inscripción. Esta estrategia, aunque aparentemente pragmática, plantea serias dudas sobre la validez científica de los resultados obtenidos.
Una Prospección Sin Fecha: El Riesgo de Datos No Representativos
La ausencia de una fecha de inicio y de cierre para la inscripción de barcos convierte a esta prospección en un proceso indefinido y potencialmente ineficaz. La pesca no simultánea en las cuatro subáreas, progresiva y sin plazos definidos, aumenta el riesgo de que los muestreos no sean representativos del estado real del recurso. El tiempo transcurrido entre las diferentes etapas de la prospección podría generar cambios significativos en la distribución y abundancia del langostino, invalidando la comparación de los datos obtenidos.
La “foto” del estado del recurso, que se pretende capturar a través de esta prospección, podría estar distorsionada por factores temporales y espaciales, dificultando la toma de decisiones informadas sobre la gestión pesquera. La falta de rigor científico en la metodología utilizada compromete la credibilidad de los resultados y pone en riesgo la sostenibilidad del stock langostinero.
El Juego de Actores: INIDEP, CFP y la Decisión Política Previa
El proceso de toma de decisiones en torno a esta prospección revela un claro predominio de los intereses políticos sobre las consideraciones técnicas. Al igual que en la convocatoria anterior, el CFP facultó a López Cazorla para solicitar una recomendación al INIDEP, sabiendo de antemano cuál sería la respuesta. El informe del organismo técnico, que convalida la metodología “elástica y relajada”, llegó a la Subsecretaría de Pesca el día siguiente a la sesión del CFP, lo que sugiere que la decisión ya estaba tomada.
Este “acting”, como lo describe el artículo original, pone en evidencia la falta de independencia del INIDEP y su sometimiento a las directivas políticas. La consulta al organismo técnico se convierte en una mera formalidad, una forma de legitimar decisiones que ya fueron tomadas en otros ámbitos de poder. La cuestión técnica se “acomoda” a pedido, sacrificando la rigurosidad científica en aras de la conveniencia política.
El Precio del Langostino y las Implicancias Económicas para la Flota Fresquera
Una interrogante crucial que surge en relación con esta prospección es a quién y a cuánto venderán el langostino los buques fresqueros de altura que no cuentan con planta propia de procesamiento. La mayoría de las fábricas de Chubut han establecido un acuerdo no escrito que limita el precio de compra del langostino proveniente de aguas nacionales a 1,70 dólares por kilo, un valor inferior al que se pagó al final de la temporada en aguas provinciales.
Esta situación genera una desventaja competitiva para los fresqueros, que se ven obligados a vender su captura a precios artificialmente bajos. La falta de transparencia en la fijación de precios y la existencia de acuerdos tácitos entre las fábricas perjudican a los armadores y a los tripulantes, reduciendo la rentabilidad de la actividad pesquera. La prospección, en este contexto, podría convertirse en una oportunidad para que las fábricas se aprovisionen de langostino a precios ventajosos, a expensas de la flota fresquera.
Los Problemas Estructurales de la Flota Langostinera: Un Diagnóstico Pendiente
El artículo original subraya que ninguno de los problemas estructurales que aquejan a la flota langostinera ha sido modificado. Los altos costos laborales, la rentabilidad negativa de los barcos, la presión fiscal y las retenciones a las exportaciones siguen siendo obstáculos para la recuperación del sector. En estas condiciones, es poco probable que los barcos salgan a pescar en fija a zona de pesca, a pesar de la realización de la prospección.
La prospección, por sí sola, no resuelve ninguna de las cuestiones de fondo que impiden el desarrollo sostenible de la actividad langostinera. Es necesario abordar los problemas estructurales de manera integral, implementando políticas que reduzcan los costos, fomenten la inversión y promuevan la competitividad de la flota. Sin estas medidas, la prospección se convierte en un ejercicio inútil, una forma de aparentar actividad sin lograr resultados concretos.
La falta de una estrategia a largo plazo para la gestión del recurso langostino y la ausencia de un diálogo constructivo entre el gobierno, la industria y los trabajadores ponen en riesgo el futuro de la actividad pesquera. La prospección, en lugar de ser una herramienta para la toma de decisiones informadas, se convierte en un instrumento de manipulación política, utilizado para satisfacer intereses particulares en detrimento del bien común.
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