Langostino: Suspenden prospección en aguas nacionales por clima y falta de avistajes.

La incertidumbre se cierne sobre el futuro inmediato de la pesca de langostino en aguas argentinas. La Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera ha suspendido, hasta nuevo aviso, la prospección en el Área de Veda Permanente de Juveniles de Merluza (AVPJM), específicamente en las subáreas 4 y 5. Esta decisión, motivada por condiciones climáticas adversas y la falta de resultados positivos en las prospecciones iniciales, genera interrogantes sobre la apertura de la temporada y agudiza las tensiones en un sector ya de por sí conflictivo, especialmente en el ámbito del congelado tangonero y su relación con el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU). El presente artículo analiza en profundidad las causas de esta suspensión, sus implicaciones para la industria pesquera, los intentos previos de prospección y el contexto de negociación colectiva que complica aún más el panorama.

Suspensión de la Prospección: Clima y Falta de Resultados

La decisión de suspender la prospección de langostino en las subáreas 4 y 5 del AVPJM se fundamenta oficialmente en “motivos operativos, vinculados a condiciones climáticas adversas que impidieron la realización efectiva de las taras de pesca”. Sin embargo, esta explicación no es suficiente para comprender la totalidad del problema. Las condiciones climáticas, aunque indudablemente un factor relevante, se suman a la dificultad para encontrar concentraciones significativas de langostino en las áreas exploradas. Los barcos que llegaron a las subáreas mencionadas no lograron detectar señales ecoicas que indicaran la presencia del recurso en cantidades suficientes para justificar la apertura de la pesca comercial.

Esta falta de resultados positivos en las prospecciones iniciales ha llevado a la autoridad de aplicación a suspender el relevamiento “hasta nuevo aviso”. La incertidumbre sobre los niveles de abundancia de langostino dentro del AVPJM impide definir una fecha de apertura del caladero de aguas nacionales, lo que genera preocupación entre los armadores y pescadores que esperaban iniciar la temporada con prontitud. La suspensión, además, se produce en un momento delicado, justo al inicio de julio, cuando la industria esperaba tener claridad sobre las perspectivas de la temporada.

Antecedentes: Intentos de Prospección y el Rol de SOMU y el Gobierno de Chubut

La suspensión actual no es un evento aislado, sino el resultado de una serie de intentos fallidos por llevar adelante una prospección exitosa. Desde hace más de un mes, el SOMU y el Gobierno de Chubut habían solicitado al Subsecretario de Pesca de la Nación que se autorizara una prospección en el AVPJM. La presión de estos actores se basaba en la necesidad de reactivar la actividad pesquera en la región y generar empleo. Sin embargo, las primeras dos convocatorias a la prospección quedaron desiertas, lo que evidenciaba la falta de interés o la desconfianza de los armadores en la posibilidad de encontrar langostino en las áreas propuestas.

Para superar este obstáculo, se implementó un novedoso sistema de inscripción sin fecha límite, y se optó por una prospección flexible, que se extendería hasta que se anotaran al menos cuatro barcos para cada subárea. Esta estrategia, aunque innovadora, no fue suficiente para garantizar la participación de un número adecuado de embarcaciones. La falta de certeza sobre la presencia del langostino y las condiciones económicas del sector pesquero desalentaron a muchos armadores a invertir en la prospección.

Acuerdos con Sindicatos Marítimos y la Expectativa de Apertura

En paralelo a los esfuerzos por llevar adelante la prospección, la flota fresquera de altura había firmado acuerdos con los sindicatos marítimos. Estos acuerdos, que establecían las condiciones laborales y salariales de los tripulantes, generaron una expectativa de apertura inminente de las “aguas nacionales”. Los armadores, confiados en que la prospección arrojaría resultados positivos, comenzaron a prepararse para iniciar la temporada de pesca. La frase “comenzaban a hacerse los rulos” refleja la actividad y la anticipación que se vivía en el sector.

Sin embargo, la falta de resultados en la prospección y la posterior suspensión del relevamiento frustraron estas expectativas. La incertidumbre sobre la apertura de la temporada ha generado descontento entre los tripulantes y ha complicado las negociaciones entre los armadores y los sindicatos. La situación se agrava aún más por la falta de acuerdo entre el sector congelador tangonero y el SOMU, lo que añade un elemento de tensión adicional al panorama.

Implicaciones para el Sector Congelador Tangonero y la Negociación con el SOMU

La suspensión de la prospección y la demora en el inicio de la temporada de langostino tienen un impacto directo en el sector congelador tangonero, que depende en gran medida de este recurso para mantener su actividad. La falta de langostino disponible limita la capacidad de procesamiento de las plantas congeladoras y pone en riesgo el empleo de miles de trabajadores. La situación se complica aún más por la falta de acuerdo entre este sector y el SOMU, que reclama mejoras salariales y condiciones laborales.

La tensión entre el sector congelador tangonero y el SOMU se remonta a varios meses atrás, cuando se iniciaron las negociaciones paritarias. Las diferencias entre las partes son significativas y dificultan la posibilidad de alcanzar un acuerdo. El sector congelador argumenta que no puede asumir los aumentos salariales solicitados por el SOMU debido a la situación económica del sector y la incertidumbre sobre la disponibilidad de langostino. Por su parte, el SOMU insiste en la necesidad de mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y exige un aumento salarial que compense la pérdida de poder adquisitivo.

La suspensión de la prospección y la demora en el inicio de la temporada de langostino han exacerbado esta tensión y han dificultado aún más las negociaciones. El sector congelador utiliza la falta de langostino como argumento para justificar su postura inflexible, mientras que el SOMU acusa a los armadores de utilizar la situación como excusa para no cumplir con sus obligaciones laborales. La falta de diálogo y la intransigencia de ambas partes amenazan con prolongar el conflicto y generar un impacto negativo en toda la cadena pesquera.

El Área de Veda Permanente de Juveniles de Merluza (AVPJM): Un Caladero Estratégico

El Área de Veda Permanente de Juveniles de Merluza (AVPJM) es un caladero estratégico para la pesca de langostino en aguas argentinas. Esta zona, ubicada frente a la costa de Chubut y Santa Cruz, es conocida por su alta concentración de langostino, lo que la convierte en un destino preferido para la flota pesquera. Sin embargo, la AVPJM también es un área de reproducción y crecimiento de la merluza, por lo que se han establecido restricciones a la pesca para proteger esta especie.

La coexistencia de diferentes especies y la necesidad de proteger los recursos pesqueros han llevado a la implementación de medidas de gestión complejas en el AVPJM. La Dirección Nacional de Coordinación y Fiscalización Pesquera es responsable de controlar el cumplimiento de estas medidas y de garantizar la sostenibilidad de la pesca en la zona. La suspensión de la prospección de langostino en las subáreas 4 y 5 del AVPJM es una muestra de la importancia que se le otorga a la gestión responsable de los recursos pesqueros.

La AVPJM, a pesar de su potencial, presenta desafíos significativos para la pesca de langostino. Las condiciones climáticas adversas, la variabilidad de los stocks de langostino y la necesidad de proteger la merluza son factores que dificultan la actividad pesquera en la zona. La suspensión de la prospección actual es un recordatorio de estos desafíos y de la importancia de adoptar una estrategia de gestión pesquera flexible y adaptativa.

Fuente: https://partedepesca.com.ar/d/suspendieron-la-prospeccion-y-no-habra-inicio-de-temporada-en-junio/