Las pérdidas económicas de Brasil por la chicharrita: Una historia de control exitosa
La creciente preocupación por el avance de la chicharrita en Argentina ha llevado a buscar experiencias de otros países que han enfrentado esta plaga. En este sentido, Brasil es un caso de estudio crucial, ya que ha logrado controlar con éxito la infestación y mantener una producción de maíz estable.
El brote de chicharrita en Brasil
Brasil experimentó su primer brote oficial de chicharrita con impacto económico en 1993. Sin embargo, la superficie de maíz cultivada era relativamente pequeña en ese momento. En 2015, el segundo brote de la plaga, Dalbulus maidis, comenzó en el centro del país, donde las altas temperaturas favorecen su desarrollo.
Temperaturas y proliferación
El especialista Paulo Roberto Garollo destaca el papel crucial de las altas temperaturas en la proliferación de la chicharrita. Con un rango óptimo de 26 a 30 grados, la plaga puede completar su ciclo de vida rápidamente. Incluso en regiones más frías, puede reproducirse a partir de los 20 grados, aunque las temperaturas más bajas afectan negativamente su éxito reproductivo.
En años con temperaturas entre 26 y 39 °C, puede haber hasta 6 generaciones de chicharritas, con una población estimada de 190.000 millones de individuos por año. Estas condiciones hacen que Brasil, un país predominantemente tropical, sea un terreno fértil para la chicharrita.
El impacto económico
Pérdidas estimadas
El impacto económico de la chicharrita en Brasil fue devastador. En los estados afectados, las pérdidas de rendimiento alcanzaron el 100% en algunas áreas. Si bien no hay cifras oficiales sobre las pérdidas económicas totales, Garollo estima que superaron los cientos de millones de dólares.
Respuesta del gobierno
Ante la gravedad de la situación, el gobierno brasileño implementó una serie de medidas para controlar la plaga. Se aumentó la investigación, se proporcionaron recursos a los agricultores y se establecieron medidas de cuarentena para limitar la propagación de la chicharrita.
Estrategias de manejo exitoso
El control exitoso de la chicharrita en Brasil se atribuye a una combinación de estrategias:
Cultivos resistentes
Los agricultores brasileños adoptaron rápidamente variedades de maíz tolerantes al virus transmitido por la chicharrita. Estas variedades reducen significativamente la gravedad de los síntomas y las pérdidas de rendimiento.
Manejo integrado de plagas (MIP)
El MIP es un enfoque holístico que combina métodos biológicos, químicos y culturales para controlar las plagas. En el caso de la chicharrita, el uso de enemigos naturales como los crisopas y las mariquitas, junto con la eliminación de residuos de cultivos, resultaron efectivos.
Cultivos trampa
Los cultivos trampa, como el maíz dulce y el sorgo, se plantaron alrededor de los campos de maíz para atraer a las chicharritas. Una vez que las chicharritas infestaban los cultivos trampa, se fumigaban para eliminarlas.
La chicharrita es un insecto depredador que puede destruir cultivos de maíz en muy poco tiempo. Tenemos que implementar un plan de manejo integral que incluya el uso de cultivos resistentes, el MIP y los cultivos trampa.
Paulo Roberto Garollo, especialista en cultivo de maíz en Fitolab
Lecciones aprendidas de la experiencia brasileña
Monitoreo y alerta temprana
Brasil enfatiza la importancia del monitoreo constante para detectar la presencia de chicharritas y activar las medidas de control temprano. La detección y el control oportunos pueden prevenir una infestación generalizada.
Colaboración y transferencia de conocimientos
La colaboración entre investigadores, extensionistas y agricultores fue crucial para el éxito de Brasil en el control de la chicharrita. La transferencia efectiva de conocimientos y tecnologías a los agricultores les permitió implementar prácticas de manejo eficaces.
Inversión en investigación y desarrollo
Brasil invirtió significativamente en investigación y desarrollo para comprender la biología de la chicharrita y desarrollar estrategias de manejo innovadoras. Esta inversión continua es esencial para mantenerse al día con las amenazas de plagas en evolución.





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