Leche cruda: ¿Amigo o enemigo de la salud pública?
La leche cruda: un riesgo oculto que podría poner en jaque la salud pública
- La idílica imagen de la leche cruda: una fachada engañosa
- El virus de la gripe: un pasajero persistente en la leche cruda
- La pasteurización: un baluarte contra el riesgo
- El consumo de leche cruda en la encrucijada
- Implicaciones para la salud pública: un espectro que se amplía
- Hacia sistemas de vigilancia efectivos: el análisis de aguas residuales como herramienta clave
- La pasteurización: una salvaguarda esencial para la seguridad alimentaria
La idílica imagen de la leche cruda: una fachada engañosa
La leche cruda, percibida como un símbolo de pureza y naturalidad, ha ganado adeptos que la defienden como más nutritiva que la pasteurizada. Sin embargo, esta imagen idílica esconde amenazas invisibles que podrían poner en jaque la salud pública.
Estudios recientes han demostrado que el virus de la gripe puede permanecer activo en leche cruda refrigerada durante hasta cinco días. Esta preocupante revelación pone en entredicho la seguridad de consumir este producto sin pasteurizar, ya que podría ser un vehículo de transmisión de enfermedades.
El virus de la gripe: un pasajero persistente en la leche cruda
Investigaciones de la Universidad de Stanford han revelado que el virus de la gripe puede permanecer infeccioso en leche cruda almacenada a temperaturas de refrigeración durante cinco días. Este hallazgo subraya el riesgo de que la leche cruda sin pasteurizar contenga una carga viral activa capaz de causar infección.
Pero el problema no acaba ahí. El material genético del virus, su ARN, puede permanecer detectable en la leche durante un sorprendente período de 57 días. Aunque la presencia de ARN no implica necesariamente una amenaza directa para la salud, plantea desafíos en las evaluaciones de seguridad alimentaria y la vigilancia ambiental.
El virus de la gripe puede permanecer activo en leche cruda refrigerada durante hasta cinco días y su material genético puede detectarse hasta 57 días después.
Estudio de la Universidad de Stanford
La pasteurización: un baluarte contra el riesgo
La pasteurización, un proceso que calienta la leche a 63 °C durante 30 minutos, se erige como un pilar en la prevención de enfermedades transmitidas por la leche cruda. Los estudios han demostrado que este tratamiento térmico elimina por completo la infectividad del virus de la gripe y reduce significativamente la cantidad de ARN viral.
A pesar de que la exposición al ARN del virus de la gripe no implica un riesgo para la salud, los métodos de prueba basados en la detección de ARN son ampliamente utilizados para monitorear la presencia de patógenos como la gripe en el entorno.
El consumo de leche cruda en la encrucijada
En Estados Unidos, más de 14 millones de personas consumen leche cruda anualmente. La búsqueda de un estilo de vida más natural y saludable impulsa esta práctica, que los defensores de la leche cruda vinculan a la conservación de enzimas, probióticos y nutrientes.
Sin embargo, las agencias de salud pública alertan sobre los riesgos asociados con este consumo. En las últimas décadas, más de 200 brotes de enfermedades transmitidas por alimentos se han relacionado con la leche cruda, causados por patógenos como Escherichia coli, Salmonella y Listeria.
Implicaciones para la salud pública: un espectro que se amplía
Los brotes de gripe aviar en el ganado vacuno añaden una nueva dimensión al espectro de riesgos asociados con la leche cruda. Aunque el virus H5N1, responsable de la gripe aviar, aún no ha mostrado una transmisión fácil a los humanos, su capacidad de adaptación y salto entre especies no debe subestimarse.
La leche cruda podría convertirse en un vehículo de transmisión no solo para los consumidores directos, sino también para el ganado y los humanos a través de la contaminación de superficies e instalaciones lecheras. La persistencia del ARN viral en la leche durante semanas sugiere una posible propagación ambiental.
La leche cruda podría convertirse en un vehículo de transmisión de la gripe aviar no solo para los consumidores directos, sino también para el ganado y los humanos a través de la contaminación ambiental.
Estudio de la Universidad de Stanford
Hacia sistemas de vigilancia efectivos: el análisis de aguas residuales como herramienta clave
El estudio de Stanford destaca la necesidad de sistemas de vigilancia más efectivos en la industria láctea y el ámbito ambiental. El análisis de aguas residuales, que ha demostrado su eficacia en la detección de virus en comunidades locales, podría desempeñar un papel crucial.
Esta metodología permite rastrear la propagación de la gripe aviar en regiones afectadas, proporcionando información valiosa para la implementación de medidas preventivas.
La pasteurización: una salvaguarda esencial para la seguridad alimentaria
A pesar de las percepciones sobre la leche cruda como una opción más natural, la pasteurización sigue siendo una medida esencial para garantizar la seguridad de los productos lácteos. La pasteurización elimina los patógenos y reduce el riesgo de enfermedades transmitidas por alimentos.
Aunque implique una menor conservación de nutrientes, la pasteurización garantiza la protección de la salud pública, evitando la propagación de enfermedades infecciosas.
Fuente: https://www.muyinteresante.com/salud/virus-gripe-leche-cruda-refrigerada-stanford.html
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