Lluvias reactivan la siembra de soja, pero tardías para el maíz
Tras una serie de semanas de sequía que amenazaron con afectar gravemente a la campaña agrícola, las lluvias de octubre y noviembre trajeron alivio a los productores. Las reservas de humedad mejoraron, lo que permitió reactivar la siembra de soja, aunque para el maíz llegaron tarde.
Reactivación de la siembra de soja
Las lluvias de los últimos días han tenido un impacto clave en la reactivación de la siembra de soja. Los productores aprovecharon la humedad disponible para avanzar rápidamente en la implantación de los cultivos, buscando recuperar el tiempo perdido durante la sequía.
La siembra de soja se extiende desde mediados de octubre hasta mediados de diciembre, por lo que aún hay tiempo para completar las tareas en gran parte de las zonas productoras. Las condiciones húmedas permiten una adecuada imbibición y germinación de las semillas, asegurando un buen establecimiento de las plantas.
La mejora en las condiciones de humedad también beneficia al desarrollo de los cultivos de soja ya implantados, favoreciendo su crecimiento y desarrollo.
Complicaciones para el maíz
En contraste con la situación de la soja, las lluvias llegaron tarde para el maíz. La siembra de este cultivo comenzó en septiembre y se prolongó hasta finales de octubre, por lo que la mayoría de las parcelas ya estaban implantadas cuando se registraron las precipitaciones.
Si bien las lluvias mejoraron las reservas de humedad, no fueron suficientes para compensar la sequía previa. El estrés hídrico sufrido por las plantas durante la etapa de crecimiento y desarrollo afectó su rendimiento potencial.
"El maíz necesita mucha agua durante su ciclo, especialmente en las etapas de floración y llenado de grano", afirmó un productor. "Las lluvias llegaron demasiado tarde para revertir completamente el daño causado por la sequía".
Estimación de producción
Cámara Argentina del Maíz Debido a las complicaciones derivadas de la sequía, la estimación de producción de maíz para la campaña 2022/23 ha caído un escalón.
Inicialmente, se proyectaba una producción de alrededor de 56 millones de toneladas. Sin embargo, las pérdidas ocasionadas por el estrés hídrico han llevado a una reducción de la estimación a entre 48 y 52 millones de toneladas.
Esta caída en la producción podría tener implicaciones para el mercado interno y la exportación, ya que Argentina es uno de los principales productores y exportadores mundiales de maíz.
Medidas de mitigación
Los productores están implementando medidas de mitigación para minimizar el impacto de la sequía sobre los cultivos de maíz.
Estas medidas incluyen:
- Riego suplementario
- Fertilización oportuna
- Control de plagas y enfermedades
- Siembra de variedades tolerantes a la sequía
Si bien estas medidas no pueden compensar completamente las pérdidas ocasionadas por la sequía, pueden ayudar a mitigar su impacto y mejorar el rendimiento.
Fuente: https://news.agrofy.com.ar/noticia/211366/lluvias-reactivaron-siembra-soja-pero-llegaron-tarde-maiz
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