Los cromosomas fósiles revelan los secretos de los mamuts extintos
Un equipo internacional de científicos, liderado por especialistas del Centro Nacional de Análisis Genómico (CNAG), ha logrado un avance extraordinario al secuenciar el genoma de un mamut lanudo extinto hace 52.000 años. Este hallazgo revolucionario abre la puerta a la viabilidad de revivir especies extinguidas, un sueño que hasta hace poco se consideraba imposible.
Descifrando el misterio de los cromosomas fósiles
El descubrimiento de cromosomas antiguos en los restos del mamut ha sido fundamental para este logro. Estos cromosomas, conservados en un extraordinario estado de conservación gracias al permafrost siberiano, han proporcionado información crucial sobre la estructura y función genómica de la especie. Los científicos han podido reconstruir la secuencia de ADN completa del mamut, revelando las adaptaciones únicas que permitieron a esta especie sobrevivir en condiciones climáticas extremas.
Comparando genomas: mamuts y elefantes
Al comparar el genoma del mamut con el de su pariente vivo más cercano, el elefante, los investigadores identificaron aproximadamente 1.000 sitios genéticos con actividad diferenciada. Estos sitios incluyen genes involucrados en el crecimiento, la inmunidad y la adaptación al frío. Esta comparación proporciona información valiosa sobre cómo las adaptaciones genéticas han influido en la supervivencia y la extinción de las especies.
Descubrimientos estructurales novedosos
Además de la compartimentalización cromosómica, los investigadores también encontraron una coincidencia estructural con los cromosomas modernos: los bucles de cromatina. Estas estructuras acercan las secuencias de ADN activas a sus objetivos genéticos, lo que sugiere que los fósiles no solo muestran qué genes estaban activos, sino también por qué. Este hallazgo abre nuevas posibilidades para comprender la regulación génica en especies antiguas.
Implicaciones para la conservación y el renacimiento de especies
El estudio tiene importantes implicaciones para los esfuerzos de conservación y el renacimiento de especies. La capacidad de secuenciar genomas de especies extintas proporciona herramientas valiosas para comprender las adaptaciones evolutivas y las causas de la extinción. Además, esta nueva comprensión podría permitir a los científicos desarrollar estrategias para revivir especies extinguidas o crear nuevas especies resistentes a los desafíos ambientales actuales.
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