Madre e Hija Construyen Casa Ecológica con 8000 Botellas de Vidrio en Brasil
En el corazón de Pernambuco, Brasil, una historia de ingenio, sostenibilidad y empoderamiento femenino está tomando forma, ladrillo a ladrillo… o, mejor dicho, botella a botella. Edna Dantas y su hija, Maria Gabrielly, han desafiado las convenciones arquitectónicas y sociales al construir una casa de siete habitaciones utilizando 8.000 botellas de vidrio recicladas. Este proyecto, bautizado como “Casa de Sal”, no es solo una vivienda; es una declaración de principios, una resistencia cultural y un faro de esperanza para las comunidades marginadas. A través de su iniciativa, madre e hija no solo han creado un hogar único y ecológico, sino que también han puesto de manifiesto la urgente necesidad de soluciones habitacionales asequibles y sostenibles, especialmente para las mujeres negras en Brasil, quienes enfrentan barreras históricas para acceder a la propiedad de la vivienda.
El Origen de un Sueño: La Casa de Sal
La idea de construir la Casa de Sal germinó en 2020, en pleno auge de la pandemia de COVID-19. Edna y Maria Gabrielly observaron con preocupación la creciente acumulación de residuos de vidrio en su comunidad, así como las prácticas inadecuadas de eliminación. Decididas a transformar un problema en una oportunidad, se propusieron reutilizar estas botellas para construir una vivienda que fuera a la vez funcional, estética y respetuosa con el medio ambiente. El proyecto se convirtió rápidamente en una misión personal, impulsada por el deseo de dar ejemplo y demostrar que la sostenibilidad y la creatividad pueden ir de la mano. La elección del nombre, “Casa de Sal”, evoca la conexión con la naturaleza y la pureza de los materiales reciclados, simbolizando un refugio de paz y armonía.
Edna, con su formación en administración pública, aportó su experiencia en gestión de proyectos y planificación. Maria Gabrielly, como diseñadora de moda, contribuyó con su visión estética y su habilidad para transformar materiales en objetos de belleza. Juntas, diseñaron una estructura simple pero ingeniosa, basada en vigas de madera reciclada que sirven como pilares fundamentales de la construcción. Las 8.000 botellas de vidrio se integraron a la perfección en la armadura, utilizando cemento como aglutinante. El proceso de construcción, que se extendió por dos años, fue un trabajo arduo pero gratificante, que fortaleció aún más el vínculo entre madre e hija.
Una Arquitectura Sostenible y Circular
La Casa de Sal es un ejemplo paradigmático de arquitectura sostenible y circular. Al utilizar botellas de vidrio recicladas, Edna y Maria Gabrielly no solo redujeron la cantidad de residuos que terminan en los vertederos, sino que también disminuyeron la demanda de materiales de construcción convencionales, cuya producción suele ser intensiva en energía y recursos naturales. El vidrio, además de ser un material duradero y resistente, ofrece excelentes propiedades de aislamiento térmico y acústico, lo que contribuye a crear un ambiente interior confortable y eficiente energéticamente. La madera reciclada utilizada en la estructura también juega un papel importante en la sostenibilidad del proyecto, ya que evita la tala de árboles y reduce la huella de carbono.
La técnica constructiva empleada en la Casa de Sal es relativamente sencilla y accesible, lo que la convierte en una opción viable para comunidades con recursos limitados. La disposición de las botellas en las paredes crea un efecto visual único y atractivo, permitiendo que la luz natural se filtre a través del vidrio, iluminando los espacios interiores de manera suave y cálida. La casa cuenta con siete habitaciones, lo que la convierte en un hogar espacioso y funcional para toda la familia. Además de las habitaciones, la Casa de Sal incluye áreas comunes como una sala de estar, una cocina y un baño, todos diseñados con un enfoque en la eficiencia y la comodidad.
La Casa de Sal trasciende la mera construcción de una vivienda; es un proyecto con un profundo impacto social y cultural. Al elegir construir con materiales reciclados y técnicas sostenibles, Edna y Maria Gabrielly han puesto de manifiesto la importancia de la economía circular y la responsabilidad ambiental. Su iniciativa ha inspirado a otras personas en su comunidad y en todo Brasil a adoptar prácticas más sostenibles y a buscar soluciones creativas para los problemas ambientales. La Casa de Sal se ha convertido en un símbolo de esperanza y un ejemplo de cómo se puede construir un futuro más justo y sostenible.
El proyecto también tiene una fuerte dimensión de empoderamiento femenino. En Brasil, las mujeres negras enfrentan barreras históricas para acceder a la propiedad de la vivienda, debido a la discriminación racial y de género. Según estadísticas recientes de la ONG Hábitat, las mujeres negras pueden tardar hasta siete generaciones, o 184 años, en comprar su propia casa. La Casa de Sal desafía esta realidad, demostrando que las mujeres pueden tomar el control de su propio destino y construir sus propios hogares, utilizando sus habilidades y recursos. Edna y Maria Gabrielly se han convertido en modelos a seguir para otras mujeres en su comunidad, inspirándolas a perseguir sus sueños y a luchar por sus derechos.
Un Legado de Resistencia Cultural y Conciencia Ambiental
Maria Gabrielly ha enfatizado que la Casa de Sal es mucho más que un activismo ambiental; es una forma de resistencia cultural y una declaración de principios. El proyecto representa un rechazo a los modelos de desarrollo insostenibles y una apuesta por un futuro más equitativo y respetuoso con el medio ambiente. La casa se ha convertido en un espacio de encuentro y diálogo, donde se promueven valores como la sostenibilidad, la inclusión social y la justicia ambiental. Edna y Maria Gabrielly han abierto las puertas de la Casa de Sal a visitantes de todo el mundo, compartiendo su experiencia y su visión con aquellos que buscan inspiración y soluciones para los desafíos del siglo XXI.
El proyecto ha recibido reconocimiento a nivel nacional e internacional, generando un gran interés en los medios de comunicación y en las redes sociales. Edna y Maria Gabrielly han sido invitadas a participar en conferencias y eventos sobre sostenibilidad y arquitectura, donde han compartido su experiencia y han promovido la importancia de la construcción con materiales reciclados. Su iniciativa ha demostrado que es posible construir viviendas asequibles, sostenibles y estéticamente atractivas, utilizando recursos locales y técnicas innovadoras. La Casa de Sal es un testimonio del poder de la creatividad, la perseverancia y el compromiso con un futuro mejor.
La Patente y el Futuro de la Tecnología
Edna Dantas ha anunciado que la tecnología utilizada en la construcción de la Casa de Sal ha sido patentada, lo que permitirá replicar el modelo en otras comunidades y regiones. La patente garantiza la protección de la innovación y facilita la transferencia de conocimientos, asegurando que la tecnología se utilice de manera responsable y sostenible. Edna y Maria Gabrielly están trabajando en la creación de un manual de construcción detallado, que estará disponible para arquitectos, ingenieros y constructores interesados en implementar la técnica en sus propios proyectos. También están planeando ofrecer talleres y capacitaciones para enseñar a otras personas cómo construir viviendas con botellas de vidrio recicladas.
El futuro de la Casa de Sal es prometedor. Edna y Maria Gabrielly tienen la visión de crear una red de viviendas sostenibles en todo Brasil, utilizando materiales reciclados y técnicas innovadoras. Su objetivo es contribuir a la solución del problema de la escasez de vivienda y a la promoción de un desarrollo más justo y sostenible. La Casa de Sal es un ejemplo inspirador de cómo se puede transformar un desafío en una oportunidad, y de cómo se puede construir un futuro mejor para todos.
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