Malvinas: El Valor Argentino en la Batalla por Puerto Argentino – Historia y Heroísmo

La Guerra de las Malvinas, un conflicto bélico que marcó un hito en la historia argentina y británica, se desarrolló en 1982 por la soberanía de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur. Tras la consolidación de la cabeza de playa británica en San Carlos, la contienda se trasladó al terreno terrestre, donde la valentía, la estrategia y las condiciones climáticas extremas se entrelazaron en una lucha encarnizada. Este artículo explora las etapas cruciales de la batalla terrestre, desde los primeros enfrentamientos en Darwin y Pradera del Ganso hasta el decisivo combate por Puerto Argentino, analizando la resistencia argentina y el avance británico, así como los factores que determinaron el desenlace del conflicto.

El Desembarco en San Carlos y la Iniciativa Británica

El desembarco en San Carlos Water, a finales de mayo de 1982, representó un punto de inflexión en la guerra. Las fuerzas británicas, tras superar las amenazas aéreas y navales argentinas, establecieron una cabeza de playa segura que les permitió iniciar su avance hacia Puerto Argentino. La elección de San Carlos como punto de desembarco fue estratégica, ya que ofrecía un terreno relativamente protegido y permitía a los británicos flanquear las defensas argentinas más sólidas. La consolidación de esta posición fue fundamental para el desarrollo posterior de las operaciones terrestres.

Una vez asegurada la cabeza de playa, los británicos se dirigieron hacia Darwin y Pradera del Ganso, con el objetivo de eliminar la amenaza en el flanco derecho y obtener una victoria temprana que elevara la moral de sus tropas y socavara la confianza argentina. Estas primeras acciones se caracterizaron por la ferocidad de los combates y la determinación de los soldados argentinos, quienes ofrecieron una resistencia inesperada. La Fuerza de Tareas “Mercedes” fue el principal objetivo de los británicos en esta fase inicial, y su desactivación fue crucial para asegurar el avance hacia la capital isleña.

Darwin y Pradera del Ganso: Un Anticipo de la Lucha

La batalla de Darwin y Pradera del Ganso, librada a finales de mayo, fue un preludio de la intensidad y la crudeza que marcarían el resto de la guerra terrestre. Los combates se desarrollaron en un terreno accidentado y bajo condiciones climáticas adversas, lo que dificultó las operaciones de ambos bandos. La valentía y el arrojo de los soldados argentinos sorprendieron a los británicos, quienes se encontraron con una resistencia tenaz y bien organizada. A pesar de la superioridad numérica y tecnológica británica, los argentinos lograron infligir bajas significativas al enemigo.

La caída de Darwin y Pradera del Ganso permitió a los británicos continuar su avance hacia Puerto Argentino, pero también les demostró que la conquista de las islas no sería una tarea fácil. Las extensas jornadas de marcha, los enfrentamientos en Top Malo House, Fitz Roy y Bahía Agradable, pusieron a prueba la resistencia de las tropas británicas y revelaron la determinación de los defensores argentinos. Estos combates, aunque menores en escala en comparación con los que se avecinaban, fueron importantes para desgastar al enemigo y retrasar su avance.

El Avance hacia Puerto Argentino y las Líneas Defensivas Argentinas

El acceso a Puerto Argentino estaba defendido por dos líneas de alturas sucesivas, que representaban un obstáculo formidable para el avance británico. Las tropas argentinas, atrincheradas en sus posiciones desde hacía más de un mes, contaban con una sólida preparación defensiva y un profundo conocimiento del terreno. El fuego de artillería enemigo, el clima frío y húmedo, la incertidumbre y el cansancio físico y mental eran factores que afectaban la moral y la capacidad operativa de los defensores.

La logística, esencial para mantener el bienestar de las tropas, se vio gravemente afectada por el inicio de las acciones. El suministro de alimentos, municiones y medicamentos se volvió cada vez más difícil, lo que comprometió la capacidad de resistencia de las fuerzas argentinas. A pesar de estas dificultades, los soldados continuaron defendiendo sus posiciones con valentía y determinación, conscientes de la importancia estratégica de Puerto Argentino.

Harriet y el Inicio de la Batalla por Puerto Argentino

El 8 de junio de 1982, comenzó el avance decidido sobre las posiciones argentinas en torno a Puerto Argentito. Los británicos implementaron una operación de cerco, atacando desde varias direcciones para impedir que los defensores se reagruparan o recibieran refuerzos. En Harriet, las posiciones argentinas fueron hostigadas por el fuego enemigo, pero los defensores lograron rechazar los avances británicos en reiteradas oportunidades, demostrando su capacidad de resistencia y su determinación de defender su territorio.

El 10 de junio, se ejecutaron fuegos de artillería sobre posiciones de artillería inglesas, en un intento por neutralizar la capacidad de fuego del enemigo. El ataque inglés era inminente, y la tensión en el frente de batalla era palpable. Las tropas argentinas se prepararon para defender sus posiciones con todas sus fuerzas, conscientes de que el destino de las islas podía depender de su resistencia.

La Batalla de Puerto Argentino: El Combate Decisivo

Durante las últimas horas del 11 de junio, se iniciaron las acciones que marcarían el punto culminante de la guerra: la batalla de Puerto Argentino. Las tropas británicas atacaron simultáneamente las posiciones argentinas en los montes Harriet y Dos Hermanas, defendidas por el Regimiento de Infantería 4 y el Regimiento de Infantería 6, y en Monte Longdon, defendido por el Regimiento de Infantería 7. Estos combates, caracterizados por la ferocidad y la valentía de ambos bandos, se extendieron hasta el día siguiente.

La simultaneidad de los ataques impidió que las unidades argentinas se apoyaran mutuamente, lo que dificultó la defensa de las posiciones. La valentía y el patriotismo de los soldados argentinos fueron evidentes en cada enfrentamiento, pero la superioridad numérica y tecnológica británica comenzó a hacer mella en las defensas argentinas. El sostenido avance inglés se encontró con la resistencia de los defensores, la puntería de las ametralladoras y la eficacia de los cañones argentinos.

El Repliegue y la Última Defensa

A las 6:30 del 12 de junio, el comandante de la Agrupación Puerto Argentino ordenó el repliegue de las tropas hacia Wireless Ridge y la ejecución de fuego de artillería sobre las alturas de Monte Longdon, una vez que se retiraran. Esta decisión, aunque dolorosa, fue necesaria para evitar la aniquilación de las fuerzas argentinas y permitir una defensa más organizada en una posición más favorable. El repliegue se llevó a cabo bajo un intenso fuego enemigo, lo que dificultó la retirada y causó bajas entre las tropas.

En la media mañana del 12 de junio, la primera línea argentina se extendió hacia el norte, sobre la línea de Monte Tumbledown hasta Wireless Ridge, con el Batallón de Infantería de Marina 5, la compañía “B” del Regimiento de Infantería 6, una compañía del Regimiento de Infantería 3, el Escuadrón de Caballería 10, una sección remanente del Regimiento de Infantería 4 y dos compañías disminuidas del Regimiento de Infantería 7. Esta última línea defensiva representaba la última esperanza de los argentinos para detener el avance británico y preservar la soberanía de las islas.

Fuente: https://argentina.gob.ar/noticias/43-anos-de-los-combates-de-monte-longdon-dos-hermanas-y-harriet