Mapuches de Villa Mascardi: Condenas en suspenso por usurpación y actos vandálicos.
El reciente fallo del Tribunal Oral Federal de General Roca sobre los miembros de la comunidad Lafken Winkul Mapu, condenados en suspenso por usurpación de tierras en Villa Mascardi, reaviva un debate complejo y arraigado en la historia argentina. Más allá de las condenas individuales, este caso expone las tensiones entre los derechos territoriales de los pueblos originarios, la legislación vigente y la protección de la propiedad privada. La controversia se intensifica con la figura de Matías Santana, conocido por su testimonio en el caso Maldonado, y la negativa del juez a remover el “rewe”, un símbolo cultural mapuche erigido durante la ocupación. Este artículo analiza en profundidad el caso, sus antecedentes, las implicaciones legales y el contexto social que lo rodea.
- Antecedentes de la Usurpación en Villa Mascardi
- El Fallo del Tribunal Oral Federal: Condenas en Suspenso y Controversias
- Matías Santana: Del Caso Maldonado a la Condena en Suspenso
- Las Otras Condenas y el Impacto en la Comunidad Lafken Winkul Mapu
- El Contexto Social y Político del Conflicto Mapuche en Argentina
Antecedentes de la Usurpación en Villa Mascardi
La ocupación de tierras en Villa Mascardi por parte de la comunidad Lafken Winkul Mapu se inició en noviembre de 2017, extendiéndose por más de cinco años. Inicialmente, la comunidad ingresó a dos terrenos pertenecientes a Parques Nacionales, expandiendo posteriormente su presencia a tierras estatales y privadas ubicadas a 35 kilómetros de Bariloche. Esta acción no fue un evento aislado, sino que se inscribe en una serie de conflictos territoriales que han afectado a diversas comunidades mapuches en la Patagonia argentina. La comunidad justificó su accionar basándose en el argumento de la “preexistencia ancestral” sobre las tierras reclamadas, una noción que busca reivindicar la ocupación originaria del territorio por parte de sus antepasados. Sin embargo, este argumento fue considerado débil por el tribunal, ya que la comunidad reconoció haber avanzado sobre propiedades privadas, lo que complicó su defensa legal.
La ocupación no se limitó a la toma de tierras. Durante su permanencia en el lugar, la comunidad protagonizó diversos actos vandálicos contra propiedades y agresiones a turistas y conductores, generando un clima de inseguridad y tensión en la zona. Estos incidentes agravaron la situación y contribuyeron a la polarización del debate público. La respuesta de las autoridades fue gradual, con operativos policiales esporádicos y negociaciones infructuosas con la comunidad. La falta de una solución definitiva prolongó el conflicto y permitió que la ocupación se consolidara, dificultando su posterior desalojo.
El Fallo del Tribunal Oral Federal: Condenas en Suspenso y Controversias
El Tribunal Oral Federal de General Roca dictó sentencia en el caso Lafken Winkul Mapu, imponiendo condenas en suspenso a los miembros de la comunidad declarados responsables de los delitos de usurpación con despojo. Las penas varían desde un año hasta dos años y seis meses de prisión en suspenso, una decisión que generó controversia debido a la discrepancia con las solicitudes de la Fiscalía Federal y las querellas, quienes habían pedido penas de cumplimiento efectivo. La decisión de suspender las condenas se basó en diversos factores, incluyendo la falta de antecedentes penales de algunos de los acusados y la consideración de las circunstancias personales de cada uno.
Un aspecto particularmente llamativo del fallo fue la decisión del juez Alejandro Silva de rechazar el pedido de remover el “rewe”, la escultura de madera que la comunidad mapuche había erigido durante la ocupación. El juez consideró que el rewe tiene un valor cultural y simbólico para la comunidad, y que su remoción podría interpretarse como una falta de respeto hacia sus tradiciones y creencias. Esta decisión generó críticas por parte de algunos sectores, quienes argumentaron que el rewe representa un símbolo de la ocupación ilegal y que su permanencia en el lugar legitima la usurpación. La sentencia también incluyó pautas de conducta que los condenados deberán respetar durante el período de la condena, con el objetivo de prevenir la comisión de nuevos delitos.
Matías Santana: Del Caso Maldonado a la Condena en Suspenso
Entre los condenados se encuentra Matías Santana, integrante de la comunidad Lafken Winkul Mapu y conocido como el “mapuche de los binoculares” por su testimonio en el caso de Santiago Maldonado. Durante la investigación, Santana afirmó haber visto con sus binoculares cómo la Gendarmería Nacional se llevaba supuestamente a Maldonado, una declaración que generó controversia y alimentó las sospechas sobre la actuación de las fuerzas de seguridad. Su testimonio fue cuestionado por la defensa de la familia Maldonado y por diversos sectores de la sociedad, quienes lo consideraron poco creíble y contradictorio. La figura de Santana se convirtió en un símbolo de la manipulación informativa y la polarización política que caracterizó el caso Maldonado.
En el fallo reciente, el juez ordenó la liberación inmediata de Santana, quien cumplía prisión domiciliaria, y unificó sus penas por otros delitos previos, imponiéndole una condena de tres años de prisión en suspenso. Esta decisión también generó críticas, ya que algunos sectores consideraron que Santana debería haber recibido una pena más severa debido a su participación en el caso Maldonado y a su historial delictivo. Sin embargo, la defensa de Santana argumentó que su testimonio en el caso Maldonado fue producto de presiones y amenazas, y que su participación en la usurpación de tierras fue motivada por la defensa de los derechos territoriales de su comunidad.
Las Otras Condenas y el Impacto en la Comunidad Lafken Winkul Mapu
Además de Matías Santana, otros miembros de la comunidad Lafken Winkul Mapu recibieron condenas en suspenso. Luciana Jaramillo y Romina Rosas fueron condenadas a 2 años y 4 meses de prisión en suspenso; la machi Betiana Colhuan, a 2 años y dos meses también en suspenso; y Celeste Ardaiz Güenumil, quien recibió una pena de un año de prisión en suspenso. La machi Colhuan, figura central en la comunidad, es considerada una líder espiritual y su condena tiene un impacto significativo en la estructura y el funcionamiento de la comunidad. Las condenas impuestas a los miembros de la comunidad representan un duro golpe para la organización y podrían dificultar su capacidad para continuar reivindicando sus derechos territoriales.
El fallo del Tribunal Oral Federal marca un punto de inflexión en el conflicto por la tierra en Villa Mascardi. Si bien las condenas en suspenso no implican el encarcelamiento inmediato de los miembros de la comunidad, sí establecen un precedente legal que podría influir en futuros casos de usurpación de tierras. La decisión del juez de no remover el rewe, por otro lado, representa un reconocimiento simbólico de la cultura mapuche y podría abrir un espacio para el diálogo y la negociación entre las partes. Sin embargo, la polarización del debate público y la desconfianza mutua dificultan la búsqueda de una solución definitiva al conflicto.
El caso Lafken Winkul Mapu se inscribe en un contexto más amplio de conflictos territoriales que afectan a diversas comunidades mapuches en la Patagonia argentina. Durante décadas, los pueblos originarios han reclamado la restitución de tierras que consideran ancestrales, argumentando que fueron despojados de sus territorios por la expansión de la frontera agrícola y la colonización. Estas demandas han generado tensiones con los propietarios de tierras, las autoridades gubernamentales y otros actores sociales, dando lugar a enfrentamientos violentos y a la criminalización de las protestas mapuches.
La situación de los pueblos originarios en Argentina es compleja y está marcada por la discriminación, la pobreza y la falta de acceso a servicios básicos. La legislación vigente en materia de derechos indígenas es insuficiente y su aplicación es limitada, lo que dificulta la protección de los territorios y los derechos culturales de las comunidades mapuches. La falta de reconocimiento oficial de la propiedad comunitaria de la tierra y la ausencia de mecanismos efectivos de consulta previa a la realización de proyectos que afecten a sus territorios son algunos de los principales problemas que enfrentan los pueblos originarios en Argentina. El conflicto en Villa Mascardi es un reflejo de estas desigualdades y de la necesidad de avanzar hacia una política integral que garantice el respeto de los derechos de los pueblos indígenas.




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