Mar del Plata: Puerto y Estibadores Unen Fuerzas para Salvar la Actividad y el Empleo
El puerto de Mar del Plata, un motor vital para la economía de la región y la industria pesquera argentina, se encuentra en una encrucijada. Enfrentando una tormenta perfecta de factores económicos globales, declive en las capturas y una creciente competencia de otros puertos, ha optado por una estrategia inusual: la contención de costos y el diálogo social para preservar la actividad y el empleo. Este artículo explora en profundidad las medidas adoptadas por el Consorcio Portuario, las empresas de servicios y el gremio de estibadores (SUPA), analizando el contexto económico, los desafíos específicos del puerto y las perspectivas futuras.
La Tormenta Perfecta: Contexto Económico y Desafíos del Sector
La situación actual del puerto de Mar del Plata no es un caso aislado, sino un reflejo de las turbulencias que atraviesan las empresas primarias extractivas a nivel global. La reconfiguración de los valores internacionales, el aumento de los costos operativos y la caída en las descargas de especies clave, especialmente el calamar, han generado un clima de incertidumbre y presión sobre toda la cadena productiva. El calamar, históricamente el principal producto descargado en Mar del Plata, ha experimentado una caída drástica del 51% en comparación con el año anterior, evidenciando la vulnerabilidad del puerto ante las fluctuaciones del mercado y los cambios en los patrones migratorios de la especie.
Esta situación se agrava por la creciente competencia de otros puertos argentinos, como Puerto Madryn, que han logrado atraer actividad gracias a su proximidad a los caladeros y a una estructura de costos más competitiva. La pérdida de volumen de descargas no solo afecta a las empresas de servicios portuarios, sino también a los trabajadores del sector, generando temores sobre la estabilidad laboral y el futuro del puerto.
Un Pacto por la Sostenibilidad: La Decisión de Postergar Aumentos
Ante este panorama adverso, los actores clave del puerto de Mar del Plata tomaron una decisión sin precedentes: posponer los incrementos en los precios de los servicios y reajustes salariales. El Consorcio Portuario, las empresas de servicios y el SUPA acordaron postergar los aumentos previstos, demostrando un compromiso con la sostenibilidad de la actividad productiva y la preservación del empleo. Esta medida, fruto de un intenso diálogo y negociación entre todas las partes involucradas, representa un gesto concreto de solidaridad y responsabilidad en tiempos difíciles.
La decisión de no trasladar mayores costos a los armadores, en un contexto económico complejo y retractivo, es fundamental para mantener la competitividad del puerto y evitar la fuga de cargas hacia otros destinos. Si bien las cámaras armadoras no lograron obtener la reducción de precios de la estiba que inicialmente solicitaban, sí consiguieron un alivio inmediato con la suspensión del ajuste del 10% previsto para abril. Este acuerdo demuestra la disposición de todas las partes a ceder y buscar soluciones conjuntas para superar la crisis.
El Rol Clave del SUPA: Priorizando el Empleo y la Eficiencia
El Sindicato de Estibadores y Capataces de Puerto (SUPA) jugó un papel fundamental en la negociación y el acuerdo alcanzado. Carlos Mezzamico, secretario general del SUPA, enfatizó la importancia de acompañar a las empresas y los trabajadores del sector, priorizando la preservación de las fuentes de trabajo. La decisión de postergar el reajuste salarial, aunque implica un sacrificio para los trabajadores, demuestra su compromiso con la sostenibilidad del puerto y su disposición a colaborar en la superación de la crisis.
El SUPA también destaca la eficiencia y la calidad de la mano de obra de sus afiliados, resaltando que Mar del Plata es un puerto más barato y eficiente que otros puertos de la región. Una descarga de un buque potero en Puerto Madryn, por ejemplo, es un 45% más cara que en Mar del Plata, con la diferencia a favor del puerto local en tiempos de descarga y eficiencia. Esta ventaja competitiva es un activo valioso que el puerto debe aprovechar para atraer más cargas y consolidar su posición en el mercado.
Más Allá de la Estiba: Medidas Complementarias para Impulsar la Actividad
La contención de costos no se limitó a la estiba. En marzo también se dejaron sin efecto aumentos en los servicios para las ramas de fresco y congelado, y desde enero no hubo ajustes formales en el precio por tonelada descargada, a pesar de que algunas empresas aseguran haber enfrentado costos extras puntuales. Estas medidas, aunque implican un esfuerzo financiero para las empresas de servicios portuarios, demuestran su compromiso con la sostenibilidad de la actividad y su disposición a colaborar en la superación de la crisis.
El Consorcio Portuario también dio un paso importante al no aplicar el aumento del 5% previsto para el bimestre abril-mayo en tarifas portuarias, una medida que impacta directamente sobre 136 barcos fresqueros. Además, las cooperativas ya solicitaron que se revisen cánones e impuestos que afectan su operatividad, buscando reducir aún más los costos y mejorar la competitividad del puerto.
Buscando Nuevas Oportunidades: La Flota en el Norte y el Apoyo del Gobierno Provincial
Con la flota operando ahora en el norte, más cerca del puerto local, se abre una nueva oportunidad para recuperar actividad y potenciar la eficiencia. El puerto de Mar del Plata debe aprovechar esta coyuntura para atraer más cargas y consolidar su posición como un puerto estratégico para la industria pesquera argentina. Para ello, es fundamental coordinar esfuerzos con las empresas de servicios portuarios, el SUPA y las autoridades locales y provinciales.
El presidente del Consorcio, Marcos Gutiérrez, fue designado para elevar un planteo al gobernador Axel Kicillof, con la intención de replicar las políticas de estímulo que aplicó Chubut con éxito. La solicitud de apoyo del gobierno provincial es fundamental para obtener beneficios fiscales y financieros que permitan reducir los costos operativos y mejorar la competitividad del puerto. La experiencia de Chubut demuestra que las políticas de estímulo pueden tener un impacto positivo en la actividad portuaria y en la generación de empleo.
La Importancia de la Gestión de Costos y la Rentabilidad
La estructura de costos bien gestionada será la única salida a un mejor perfil competitivo. Las cooperativas de la estiba ya han entendido hacia dónde buscar mayor rentabilidad, enfocándose en la eficiencia, la calidad del servicio y la reducción de costos. La inversión en tecnología, la capacitación del personal y la optimización de los procesos son fundamentales para mejorar la productividad y reducir los tiempos de descarga.
Desde el SUPA, se enfatiza que el cuidado del empleo implica tomar decisiones responsables. La estiba no es un costo, sino parte de la cadena productiva que sostiene a miles de familias y brinda un trabajo que a veces no refleja la importancia que tiene. Un barco parado dos días más de lo necesario por una descarga ineficiente genera valores a fin de año que impactan en la economía de la empresa. Por lo tanto, es fundamental mejorar el servicio y garantizar la eficiencia en todas las etapas del proceso.
“Cuidar el empleo implica tomar decisiones responsables. La estiba no es un costo, es parte de la cadena productiva que sostiene a miles de familias y brinda un trabajo que a veces no refleja la importancia que tiene.”
SUPA
El Camino del Consenso y la Acción Conjunta
El congelamiento de tarifas es una señal de que, en medio de la tormenta, todavía hay espacio para los consensos, la solidaridad y la acción conjunta. La comunidad portuaria marplatense ha demostrado su capacidad para unirse y trabajar en equipo para superar los desafíos. Este espíritu de colaboración es fundamental para garantizar el futuro del puerto y su contribución al desarrollo económico de la región.
La clave para el éxito reside en la coordinación de esfuerzos entre todos los actores involucrados, la búsqueda de soluciones innovadoras y la adaptación a los cambios del mercado. El puerto de Mar del Plata tiene el potencial para seguir siendo un motor vital para la economía argentina, pero para ello es necesario mantener el compromiso con la sostenibilidad, la eficiencia y la competitividad.
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