Masacre en el comedor: El sangriento ataque de Montoneros que conmocionó Argentina
El atentado terrorista de Montoneros contra la Policía Federal: Un episodio oscuro en la historia argentina
El atentado en el comedor de la Policía Federal
El 2 de julio de 1976, un atentado terrorista sacudió las entrañas de Argentina. Una bomba colocada por la organización guerrillera Montoneros en el comedor de la Superintendencia de Seguridad Federal, ubicada en la calle Moreno al 1400, causó una tragedia desgarradora. La explosión dejó un saldo de 23 muertos y 110 heridos, convirtiéndose en el ataque más letal perpetrado por una organización guerrillera en el país.
Planificación y ejecución del ataque
El autor material del atentado fue José María Salgado, un agente infiltrado por Montoneros. Salgado ingresó al comedor con un maletín que contenía una bomba "Claymore" cargada con trotyl y bolas de acero. Tras almorzar, dejó el maletín bajo una mesa y abandonó el lugar minutos antes de la explosión.
El dispositivo estaba diseñado para maximizar el daño, convirtiendo fragmentos de mobiliario en proyectiles letales. Como resultado, muchas víctimas sufrieron mutilaciones graves, y algunas quedaron irreconocibles.
Víctimas inocentes y consecuencias devastadoras
Entre las víctimas fatales se encontraba Josefina Melucci de Cepeda, empleada de YPF que almorzaba con una amiga. Además, siete de los fallecidos no tenían vínculos laborales con la Policía Federal, lo que pone en evidencia la naturaleza indiscriminada y terrorista del ataque.
El impacto del atentado fue devastador tanto para las familias de las víctimas como para la sociedad argentina en su conjunto. El ataque provocó una ola de miedo e indignación, y erosionó aún más la frágil estabilidad del país.
Falta de justicia y reparación
El atentado nunca fue investigado judicialmente. La Corte Suprema declaró que el caso había prescripto, negando su consideración como delito de lesa humanidad. Esta falta de justicia perpetúa el olvido de las víctimas y deja un vacío en la memoria colectiva.
La impunidad que rodea al atentado ha sido una fuente constante de dolor y frustración para las familias de las víctimas. La falta de un cierre judicial ha impedido que puedan sanar sus heridas y obtener algún tipo de reparación.
Un legado de violencia y división
El atentado al comedor de la Policía Federal es un triste recordatorio de la violencia y el dolor que han marcado la historia argentina. El ataque demostró la capacidad de infiltración y planificación de Montoneros, pero también evidenció la brutalidad y el costo humano de sus acciones.
Este episodio sigue siendo un tema controvertido y divisivo en la sociedad argentina. Algunos lo ven como un acto de resistencia legítima contra la dictadura militar, mientras que otros lo condenan como un acto de terrorismo indiscriminado. La falta de justicia y reparación ha contribuido a mantener esta división.
Josefina Melucci de Cepeda, víctima del atentado
Mientras almorzábamos, sentí una explosión ensordecedora. Me desmayé y cuando desperté, todo estaba destruido. Me encontré cubierta de sangre y con pedazos de metal incrustados en mi cuerpo. Perdí a mi amiga y a muchos otros inocentes en ese horrible ataque.
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