Mejora la conservación de la rúcula con compuestos bioestimulantes
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El elixir de la juventud para la rúcula: investigadores de la UNLP descubren una solución para prolongar su vida útil
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La lucha contra el tiempo: el reto de la conservación de la rúcula
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La rúcula, una hortaliza apreciada por su sabor picante y sus beneficios nutricionales, se enfrenta a un enemigo formidable: el paso inexorable del tiempo. Una vez cosechada, su alta tasa metabólica y su corta vida útil limitan significativamente su almacenamiento, incluso en condiciones óptimas de refrigeración.
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Los compuestos bioestimulantes: un arma secreta
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En busca de una solución a este desafío, un equipo de científicos de la Universidad Nacional de La Plata ha recurrido a los compuestos bioestimulantes, sustancias capaces de estimular las defensas naturales de las plantas.
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Los silicatos: defensores de las hortalizas
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Entre estos bioestimulantes, los silicatos han demostrado su eficacia para reducir las enfermedades poscosecha y retrasar la senescencia en algunas frutas y hortalizas. Sin embargo, su impacto en hortalizas de hoja como la rúcula seguía siendo desconocido.
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"Nuestro objetivo era evaluar el potencial del m-silicato de sodio para prolongar la vida útil poscosecha de la rúcula", explica Ariel Vicente, investigador del Laboratorio de Investigación en Productos Agroindustriales (LIPA).
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Tratamientos prometedores: reducción de la carga microbiana
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En un ensayo inicial, las plantas de rúcula fueron tratadas con soluciones de m-silicato de sodio al 0,1% y 1%, respectivamente. Los resultados fueron alentadores: los tratamientos redujeron significativamente la carga microbiana, especialmente las bacterias aerobias mesófilas, los mohos y las levaduras.
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Mejoras poscosecha: frescura prolongada
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En un segundo experimento, las rúculas tratadas con m-silicato de sodio al 1% se almacenaron a 2 ºC durante diferentes periodos. En comparación con el grupo de control, las hojas tratadas mostraron un retraso significativo en el amarillamiento, la degradación de la clorofila y la pérdida de peso.
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Antioxidantes y prolina: aliados en la conservación
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Los análisis revelaron que las hojas tratadas con silicato mantenían niveles más altos de antioxidantes, sustancias clave para combatir el estrés oxidativo. Además, se observó un aumento notable en la acumulación de prolina, un metabolito que mejora la adaptación de las plantas al estrés.
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El camino hacia una conservación exitosa
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Los resultados de esta investigación sugieren que el uso de m-silicato de sodio al 1% puede ser una estrategia eficaz para mejorar la conservación poscosecha de la rúcula. Este tratamiento complementa los beneficios de la refrigeración, prolongando la vida útil de esta popular hortaliza y preservando su calidad y valor nutricional.
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La innovación de la UNLP en el ámbito de la conservación de alimentos promete revolucionar la industria agrícola, reduciendo las pérdidas poscosecha, garantizando la frescura de los productos y beneficiando tanto a los productores como a los consumidores.
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Fuente: https://elrompehielos.com.ar/investigadores-de-la-unlp-mejoran-la-conservacion-de-la-rucula
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